Luego de residir muchos años fuera del país, el reconocido politólogo Alberto Vergara regresa a las aulas de la Universidad del Pacífico y en esta oportunidad nos concedió una entrevista. Fueron varios minutos de conversación donde nos brinda su análisis y perspectiva de los principales retos, problemas y posibles soluciones frente a los que se encara el Perú, y que quedaron plasmados en las siguientes líneas.

He estado viendo muchas entrevistas que te han hecho el día que te presentaste en el CADE y de hecho ponen muchas veces en entrevisto el modelo económico impuesto desde el primer gobierno de Alberto Fujimori. Ya han pasado más de dos décadas. ¿Para ti cuál sería el diagnóstico del país en todo este tiempo?

Yo no creo que ponga en tela de juicio ni que critique el modelo económico, lo que yo critico es el modelo de progreso. Y el modelo de progreso me parece que asume que el modelo económico es la variable que mejorará muchas otras esferas de la vida nacional. Discuto que la economía sea la variable que determina que el resto de dimensiones de la vida peruana vayan a mejorar necesariamente. Es decir, que cualquier cosa que colisiona real o imaginariamente con el modelo económico, debe ser pospuesto. Ese es el modelo de progreso que yo pongo en discusión, no el modelo económico. El modelo económico a mí me parece que podría mantenerse, pero lo que no puede mantenerse es la creencia por la cual el modelo económico va a redundar positivamente en todas las otras esferas de la vida nacional, porque eso no está ocurriendo, ni va a ocurrir. Entonces, yo haría una diferencia central, no es una crítica al modelo económico, sino una crítica al modelo de desarrollo o de progreso que prima en el país.

Este modelo que se impone durante el gobierno de Fujimori fue luego de una muy fuerte crisis económica del periodo anterior, así que el modelo beneficia a unas personas más que a otra, lo que ocasiona una polarización que hasta el día de hoy continúa. ¿Para ti cuál sería la mejor forma de alcanzar este consenso entre los que tratan de generar nuevas reformas en el país y los que tratan de mantener este modelo neoliberal?

Creo que en los últimos años ha comenzado a calar un poquito más la idea de que los problemas principales del país no están en la economía esencialmente. Pero en general la discusión ha sido entre la izquierda interesada nada más que el mundo económico y una derecha que es lo mismo, pero para defender el modelo. En ese sentido, el neoliberalismo y el marxismo son dos economicismos que tienen a la economía por centro de la vida social y política. Entonces, en la medida de que no surja un proyecto político liberal o republicano, el cual no considera la economía el centro de la vida, como sí los consideran los neoliberales y marxistas, mientras que no surja una propuesta más liberal o republicana y menos determinista, estamos entrampados en la discusión que tú bien describes: eres pro-modelo o anti-modelo económico, que es una discusión que a mí me aburre. Ambos creen que el resto de esferas de la vida política y social se derivan de la economía y no que tienen lógicas propias.

 

Observar al desarrollo más que un efecto puramente económico

Observar al desarrollo más que un efecto puramente económico

 

Para ti, ¿cuáles serían los principales problemas que mantiene el Perú a estas fechas?

Hay de todo. Yo siempre soy escéptico de los que creen que han encontrado el gran problema. El gran problema del Perú es que tiene un montón de problemas. Los problemas principales a mí me siguen pareciendo que son el Estado de derecho, la igualdad ante la ley, conseguir eso me parece lo fundamental. También la indolencia que hay en el país, la falta de justicia.

Tú mencionas en “Ciudadanos sin república” que hemos creado más que todo consumidores y no tanto ciudadanos. Personas que no estén preocupados no solo por ellos, sino personas que también estén preocupadas por el resto, que vea el país como suyo y que trate de hacer las mejores cosas para eso.

El desapego de los individuos respecto a su régimen político, respecto a su gobierno, respecto a la vida institucional, me parecen siempre un problema. Con eso se puede construir tal vez un país más rico, pero no uno más sano. No hay comunidad política sana bajo un régimen de tutelaje.

Porque justamente el año pasado salió una encuesta del Instituto de la Opinión Pública de la PUCP donde decía que el 83% de la población adulta peruana tenía poco o nada interés en los temas políticos. ¿Cuál es la mejor forma o tú que propones para lograr este involucramiento de los ciudadanos?

No sé, yo no quisiera dar ninguna receta sobre qué es lo hay hacer para que se involucren porque no la tengo, pero sí tal vez llamar la atención de que el origen de ese desapego, de esa distancia hacia el mundo en el régimen político. Dos cosas: una es que es una tendencia global, no somos marcianos y que esto no ocurra en otros países. La segunda es que la “especificidad” peruana de distancia entre ciudadanos y régimen político, es que nada sustantivo es discutido en el país en los últimos años. Es difícil involucrarse en un sistema inercial.

La población peruana percibe a la corrupción, inseguridad ciudadana y la pobreza como los principales problema del país (Fuente: INEI)

La población peruana percibe a la corrupción, inseguridad ciudadana y la pobreza como los principales problemas del país (Fuente: INEI)

 

En base a lo que dices, recuerdo lo que decía PPK hace un tiempo; que al cobrador de combi, creo que puso ese ejemplo, que a él no le importaba la política. Simplemente quería un gobierno que actué y que logre las mejores cosas para ellos. ¿Puede ser por eso tal vez?

No, yo creo que no hay que despreciar al cobrador de combi. Al cobrador de combi es posible que no le interese la política, pero es posible que tenga sentido que no le interese la política porque saben que los políticos no van a discutir nada que les interese a ellos. Pero además no hay ninguna discusión política relevante, por ejemplo, como para que él se involucre o como para que él intente enterarse. Para bien o para mal, el interés en la política suele ocurrir cuando hay cosas importantes en juego. Por ejemplo, los índices de suscripción de New York Times se han disparado en el último año. Entonces, en la medida de que en el Perú casi nada es puesto en duda de cómo se gobierna este país, en la medida de quienes gobiernan no tienen ningún vínculo con el país, que las elecciones no discriminan quien o cómo se manejan los ministerios, ¿por qué te debería interesar la política? Cuál de los 19 ministros antes postuló a un cargo de elección popular. Uno o dos, tal vez.

Es como el gobierno de la tecnocracia

No tiene que ver con este gobierno, tiene que ver con todos los anteriores. Esto no es una novedad. El tercer gabinete de Humala tenía solo un político que era Ana Jara. Entonces, no hay que creer que Kuczynski es la llegada de la política desvinculada de gente. Esto es mucho más una continuidad que una novedad. En la medida que tienes este sistema en el que el régimen político es de Marte y los ciudadanos son de Venus…

No hay forma de que haya esa conexión entre política y ciudadanía…

Cómo habría…

Para ti, a lo largo de los ya casi 200 años de historia republicana, ¿Cuál es el gran fracaso del Estado peruano a lo largo de todo este tiempo?

Yo creo que el primer fracaso es la construcción de una comunidad política autónoma capaz de darse la ley y de auto gobernarse con esa ley que ella misma soberanamente se genera.

En el caso que Keiko Fujimori hubiera ganado las últimas elecciones, ¿lo hubieras considerado como un retroceso en nuestra capacidad de generar una república?

Yo creo que sí. Que ganara Keiko significaba un retroceso. Creo que para la autoestima nacional hubiera sido pernicioso que un Fujimori vuelva al gobierno después de todo lo que hizo. Sinceramente no creo que sea una forma vital o virtuosa de país, premiar a la hija orgullosa del padre asesino y ladrón.

¿Alberto Fujimori debe ser indultado?

Yo creo que es un tema con varias aristas. Más allá de las consultas médicas y los reglamentos, finalmente es una potestad presidencial. Lo que yo creo es que el indulto no puede llegar como un episodio más del trapicheo de la micro-negociación de la política cotidiana. La sentencia a Fujimori es una fecha importante en la historia de este país lleno de impunidad, y no solo de este país sino del todo continente. Entonces, el indulto es de otro horizonte, es de otra temporalidad. No puedes, como leía a alguien alguna vez, proponer que PPK indulte a Fujimori para que a cambio no censuraran a Basombrío (Actual Ministro del Interior), no pues, son papas y camotes históricos. Ahora, si el Perú tuviera un presidente con una visión, con una preocupación por la patria, el indulto podría evaluarse como algo para incluirse en una visión del país, de un país que es algo más que un generador de PBI.  Ojo, evaluarlo, no que se haga. El indulto sería un insumo para algo, pero entregar el indulto desde la frivolidad del día a día me parece nocivo y desinteresado en última instancia del país, de su historia, de su futuro. Sería un indulto frívolo.

 

¿Se vendrá la reconciliación?

¿Se vendrá la reconciliación?

 

Para terminar, ¿qué cree que se debe hacer para lograr una conciliación entre el ejecutivo y el legislativo?

Yo no creo que haya una obstrucción general entre estos dos poderes. No es el primer gobierno de Belaunde. Creo que la prensa exagera mucho y termina pareciendo que el Congreso es el elemento principal en el desgobierno del país. Pero yo no creo. Han sacado muchas normas en conjunto, lograron la nominación de Nelson Shack a la contraloría. El fujimorismo fue majadero y abusivo con Jaime Saavedra, eso fue un golpe no de estado, pero ministerial. Les dio igual cualquier tipo de razón. Un acto autoritario. Pero los otros 3 ministros que han perdido el puesto se han ido por sus propios errores, se hubieran ido con cualquier gobierno. El partido va 4 a 0, pero el gobierno hizo tres autogoles. El gobierno está a la deriva por sus propios méritos.

 Gracias por tu tiempo.

 Gracias a ti.