Llegamos a la sede de San Borja antes de lo esperado. Casi de inmediato, nos guiaron a la sala de espera afuera de la oficina del nuevo director de la Biblioteca Nacional del Perú (BNP). Esperamos durante el tiempo que nos tomó acabar el café con el que gratamente nos recibieron e ingresamos a la oficina. Una vez dentro, Alejandro Neyra nos invitó a sentarnos y empezamos una conversación sobre su reciente nombramiento, las bibliotecas en el Perú y los nuevos proyectos.

Dado que asumió el cargo recientemente, cuéntenos un poco acerca de qué lo motivo a aceptar la propuesta de Salvador del Solar y asumir la dirección de la BNP.

Soy escritor, amo los libros y que te ofrezca dirigir la Biblioteca Nacional es un orgullo y prestigio para cualquiera en mi situación. Cuando me llama para decirme que estaban buscando un director de la Biblioteca y que habían pensado en mí, sentí una enorme responsabilidad.

Soy servidor público hace un tiempo; muchos no lo saben, pero los diplomáticos somos servidores públicos también. Y en total, desde la academia diplomática, tengo casi 20 años de servicio. Por un lado, siempre he trabajado para el Estado. Sin embargo, asumir el reto de la dirección de la Biblioteca, dado que el sector cultura siempre ha sido visto como un sector menor dentro de la administración, es una enorme posibilidad. Por otro lado, el trabajo es enorme en cuanto a la cantidad de proyectos que permitiría realizar.

En estos primeros días, he tratado de reunirme con los equipos de trabajo dentro de la Biblioteca; no he hecho ningún cambio en la organización. Primero quiero ver cómo ha estado funcionando y de ahí ver cuáles son las cosas prioritarias. Y no he descubierto la pólvora ni mucho menos porque ya hay cosas que se han venido trabajando. Hay otras cosas que he visto que se han avanzado mucho como la conservación, la digitalización y la calidad de los ambientes de este local que guarda los tesoros del patrimonio bibliográfico. Por otro lado, la parte más débil es la del sistema nacional de bibliotecas públicas. En nuestro caso, la BNP tiene que ser la que conserva y preserva el patrimonio, al mismo tiempo, tiene como misión ser el ente rector de la red de bibliotecas públicas a nivel nacional.

A principios del mes, se aprobó la Ley General de la BNP la cual busca que la Biblioteca no se vea únicamente como la sede en sí, sino como esta red que mencionabas. ¿Cómo le explicaría a cualquier peruano qué es esta red de bibliotecas?

A ver, cualquier ciudadano tiene acceso a esta biblioteca, sobre todo los investigadores. Además, tiene acceso a la Biblioteca Pública que está en la avenida Abancay y a cinco bibliotecas periféricas que están en Comas, el Rímac, La Victoria, El Agustino y Breña. Entonces, si tú eres un vecino de ahí puedes acceder a esas bibliotecas. También hay bibliotecas municipales pero, en el caso de Lima, evidentemente las mejores son las que están ubicadas en los lugares donde existe mayor poder adquisitivo. Ahora qué pasa si vives en un distrito donde no hay acceso a las bibliotecas.

Lamentablemente, no es prioridad para los municipios [tener bibliotecas]…

Es que ese es el tema. Y eso sucede en Lima y muchas otras ciudades del país. Desde el 2013, ya existe una ley del Sistema Nacional de Bibliotecas, lo que hace esta ley básicamente es reforzar que la BNP es el ente rector del sistema y que debemos trabajar para crear una red. ¿Qué permite la red? Dos cosas; a nivel nacional, así como la Biblioteca Pública de Lima es la coordinadora de todas estas bibliotecas y que permite que los que no tengan en su distrito, por último, puedan acceder a otra biblioteca, lo mismo debería suceder en cada una de las regiones del país que estén conectados por nosotros.

Lamentablemente, no existe o no hay un catastro del sistema. No todos los distritos van a tener biblioteca; sin embargo, son más de  1800 distritos de los cuales más de casi la mitad tienen o sabemos que tienen bibliotecas.

Lo ideal sería entonces una comunicación frecuente entre esas bibliotecas  y ustedes.

Exacto y la gente que maneja el sistema que es la Biblioteca Pública. Entonces, creo que el gran proyecto es sobre todo eso, así es lo vemos con el Ministro y con la gente que está en el sector cultura. En tal sentido, la ventaja es que conozco a los editores, conozco a los autores, en general a todos los que están metidos en la problemática del libro.  Sé cuales son las necesidades y cuáles son las carencias, sobre todo en las bibliotecas públicas. Entonces, el tema es hacer la biblioteca pública un real centro en el cual la gente pueda pedir un libro, pueda leer y acceder al conocimiento en general. No es solo una biblioteca básica que diga qué es ser peruano y esas cosas básicas de los peruanos, pero también lo que busca la gente desde autoayuda hasta conocimiento científico. Entonces, si tú tienes una plataforma digital que te ayude a saber todo eso, que estemos conectados y que sepamos por lo menos cuales son todas las bibliotecas a nivel nacional que pueden funcionar como red, ya sería un logro grande. Eso tiene dos componentes, hay un tema que es la digitalización en el que se ha avanzado y el mayor problema probablemente es cómo en un país tan diverso y rico como el nuestro pero con grandes dificultades de conexión llegar ahí donde la biblioteca tiene que llegar.

…el tema es hacer la biblioteca pública un real centro en el cual la gente pueda pedir un libro, pueda leer y acceder al conocimiento en general”

Aún si mejoramos las bibliotecas, con el crecimiento digital en el país, cada vez hay más contenido disponible en la web de tal manera de que se puede pensar que no es necesario ir a una biblioteca. Entonces, me gustaría que compartas con nosotros, el valor agregado que se recibe al ir a una biblioteca y que no se recibe estando en casa viendo una computadora.

A ver, creo que acá hay algo que parte de la cultura de acceder a una biblioteca. El otro día me invitaron a un coloquio en el que tenía que hablar de mi experiencia como estudiante en San Marcos y en la Católica. Entonces, yo decía que vivía en el mejor de dos mundos porque en San Marcos tenía acceso a los profesores de literatura y yo iba a la biblioteca de la Católica para sacar los libros que quería leer. Pero, llegó un momento en que me metí a hacer un trabajo y tenía que buscar un poemario que no estaba ni en la Católica ni en San Marcos y sólo estaba en la Biblioteca Nacional, en ese momento me fui a Abancay; debe haber sido mi primera aproximación a la BNP. Ir, entrar a una sala de investigación, buscar y aunque no creas el factor un humano es una parte importante también. Tú puedes buscar en la plataforma y encontrar o no encontrar, pero si vas a una biblioteca normalmente tienes a alguien especializado que te puede decir: “Mira lo que tienes que hacer es buscar de tal forma. Tú no vas a encontrar eso en tal catálogo, sino en tal otro catálogo”. El ambiente de la biblioteca además es un ambiente que debería estar diseñado especialmente para la investigación, que sean ambientes que preserven los libros, que te permitan acceder de manera sencilla, que tengan Wi-Fi, …

Entonces, es como un ambiente para el estudio…

Es un ambiente de estudio, sí. Me acuerdo de esas bibliotecas maravillosas de cuando estaba en Estados Unidos; esas en las que tú vas, te sientas y estás leyendo algo. Si por un rato te aburres, sacas un libro de otra cosa y subes a otro piso y encuentras otra disciplina y te puedes perder en la biblioteca viendo libros. Para alguien que ama la literatura y es literato es una maravilla. Eso creo que es una ventaja irremplazable que la experiencia de estar en una biblioteca te ofrece. Claro, igual lo estamos viendo desde Lima donde tienes acceso más o menos a todo. En una provincia o un distrito del interior del país, probablemente la biblioteca sea el único espacio de acceso a la cultura que tiene esa localidad. Entonces, a nivel nacional las bibliotecas deberían funciona casi como centros culturales…

..un lugar que tenga acceso a documentos vía web porque mencionaste Wi-Fi, pero que también puedas complementarlo con los libros que está ahí. Sería entonces una experiencia completa que te permite estudiar y crear, no solo recibir información.

Justo hoy conversé con un señor que conocí el otro día y que quiere una biblioteca municipal en Huacho ya que actualmente tienen sólo dos estantes. Han adquirido un local y quieren que ese local sea la Biblioteca Municipal de Huacho. Le dije: “Escríbeme el lunes, porque además voy a tener una reunión con las personas del Sistema Nacional de Bibliotecas y te puedo contar exactamente qué te puedo ofrecer”. Muchas veces los libros de acá se descartan, porque no puedes digamos acumular todos los libros acá; se está haciendo una directiva para que ese descarte no impliquen la destrucción del libro, sino más bien el acopio y distribución a otros lados. Ahora el tema de la logística es complicado. No recuerdo quién me contó que cuando lanzaron un proyecto del Estado fueron a preguntar cómo hacía Cusqueña o Gloria para tener un canal de distribución perfecto que les permite llegar a todos lados. La BNP no puede competir con eso, pero no deberíamos estar tan lejos porque somos parte del Estado y la cultura debería estar asociada con otros sectores que sí llegan, como el sector de desarrollo e inclusión.

En una provincia o un distrito del interior del país, probablemente la biblioteca sea el único espacio de acceso a la cultura que tiene esa localidad.”

Ahora tuvimos una video conferencia con una distribuidora Colombiana hemos firmado un convenio para que nos brinden un servicio. Hay 6 centros coordinadores que tenemos que designar, ya hay tres en Arequipa, Ucayali y Piura, falta hacerlo con Cuzco, Ayacucho y Lima. La idea es que la distribuidora proporciona un software para que puedan mejorar la atención al público en esas bibliotecas y se comprometen a trabajar con algunas de ellas. Además es un proyecto tripartito con Uruguay y Colombia; Colombia es un modelo en la región y Uruguay lo es también pero es un país mucho más pequeño. La idea es que los tres países puedan compartir experiencia sobre la base de este proyecto de un sistema nacional.

Conversando con Alejandro Neyra

Pensado como economista, hemos conversado sobre cómo fomentamos la oferta pero qué hay de la demanda. ¿Cómo hacemos que la gente vaya?

Justo tuve una reunión con personas de la editorial Planeta. Hay varios softwares que se pueden adquirir y a través de los cuales puedes ofrecer libros de forma gratuita. En muchos lugares, te ofrecen descargas de un capítulo gratuitamente para varios libros que te pueden interesar pero si quiere ver el libro completo la idea sería que tengas que ir a una biblioteca así al menos tienes la experiencia de ir. Y existen estas formas y de seguro hay otras más sofisticadas…

Más allá de esas estrategias, ¿cómo hacemos que jóvenes tengan la curiosidad de buscar ese primer capítulo del libro? ¿Cómo generamos una cultura de lectura?

Creo que ese es un trabajo conjunto con el Ministerio de Educación con el plan lector. Cuando eres niño, y lo veo ahora con mi hija, tienes varias opciones: o ver le celular, o el iPad, o la televisión o el libro; pero el libro siempre está ahí. Y a los niños sí les atrae el libro lo agarran porque es algo físico y tiene imágenes. De repente, estas imágenes no se están moviendo, pero si tú les hablas y les cuentas cual es la historia de eso ellos están ahí. Y los libros para niños también han evolucionado, ahora son más elaborados que antes. Hace unos años cuando salió el Kindle y esas plataformas digitales dijeron que ya la hoja iba a desaparecer. No ha ocurrido, la tendencia por el papel ha subido y lo digital crece pero no tan exponencialmente como se creía.

De repente, también son experiencias distintas. En lo personal, utilizo más la web para cosas académicas y cuando necesito información más actualizada. Pero, para algo más recreativo lo hago en un formato físico.

Un poco continuando con la entrevista, hay algunos libros con contenido que tiene un mayor valor histórico o académico que otros. En tal sentido, ¿crees que hay algún contenido que se debe promover en especial?

No, creo con tal que la gente lea, casi basta. No tengo problema con que lean Paulo Coelho o libros de autoayuda. No todos podemos leer lo mismo, ni a todos nos gusta lo mismo. Entonces un amigo decía algo así como: “lo importante no es pensar cuando va a salir el próximo Borges, sino si de acá 20 años la gente va a ser capaz entender a Borges”.

Hay cosas que claro yo leo y me parecen muy bacanes y a otra gente le parece detestable y viceversa. He leído mucho y también leí mucha basura a lo largo de mi vida; ahora, mientras más viejo me hago, tengo un mayor tamiz y elijo mejor porque sé que tengo menos tiempo. Cuando era joven, Vargas Llosa y Cortázar eran lo máximo. Y son muy buenos pero, también te das cuenta que ellos aprendieron a su vez de otros como Faulkner. Tal vez, luego me guste otra cosa, y yo por una cosa tonta he terminado escribiendo novelas de espías. En realidad, ahora me he dado cuenta que me divierto más cuando escribo que cuando leo.

Y eso creo que es usual que a las personas que les gusta leer también les gusta escribir…

Para ser un escritor tienes que primero ser un gran lector. Creo que mientras mejor lector seas, mejor escritor eres.

Si te tuvieras que elegir un libro con el que te quedarías, ¿cuál sería?

Uno, difícil pero si hay uno que siempre menciono que es La vida instrucciones de uso de George Perec. Es un libro espectacular porque está diseñado de tal manera, el autor se demoró 10 años en escribirlo. Tienes que leer el prólogo para entender cómo lo escribió. Dentro el libro hay muchas claves. Él hizo listas de autores, objetos y situaciones; el libro va mezclando todo eso. Y, a veces, aparecen escritas al revés. Tú tienes que encontrar donde aparece, hay mil pistas. Si lo lees es una novela normal que tiene argumento maravilloso. Es sobre un tipo millonario y se pasa 20 años pintando acuarelas marinas. Va un puerto, pinta, embala la pintura y la manda a una dirección donde él vive. Lo manda a una persona en un edificio que además es químico y convierte la acuarela en un rompecabezas. Y el hombre después de 20 años, regresa a ese lugar y le dan 100 rompecabezas. Y se pasa los siguientes 20 años de su vida armando los rompecabezas. Y luego de eso, por un método químico vuelve a transformar a esos rompecabezas en acuarelas. Y todo eso dentro de mil argumentos, todo es una genialidad. Y para hacer todo eso, el autor se tomó 10 años. Si alguien que se toma tan en serio la literatura como para escribirlo durante 10 años, probablemente puedes pasar 20 años tratando de desenmarañar todos los misterios que teje pese a que los explica.

Si tú tienes las ganas, sabes escribir y eres bueno finalmente vas a ser editado sí o sí”

Regresando un poco a su rol como director, ¿cómo ve a la Biblioteca en el bicentenario?

Yo veo que la Biblioteca Nacional es un espacio que no es solo el local de San Borja, sino todos los locales en Lima y veo toda la red de bibliotecas como espacios a los cuales la gente puede acceder sintiéndose acogidos en un espacio amigable, un sitio al cual en verdad te gustaría ir. Espero que sea un lugar bacán al cual gratuitamente puedas acceder al conocimiento.

Hay personas que tienen mucho talento para escribir, pero no saben si se podrán dedicar a eso. ¿Qué le dirías a un joven al que le apasiona la lectura y le gusta escribir?

Le diría que siga escribiendo. Finalmente los buenos escritores van a terminar siendo editados. Si tú tienes las ganas, sabes escribir y eres bueno finalmente vas a ser editado sí o sí. Y ahora con las plataformas y editoriales independientes es más sencillo ser editado. La idea es que siga escribiendo y va a llegar el momento. A veces uno se pone metas como: “ojalá que a los 30 años pueda publicar un libro”. Y publique un primer libro de cuentos. Entonces, si te vas fijando metas así también ayuda. Ya tengo 42, no me dedico exclusivamente a la literatura, no soy el más exitoso ni el más conocido pero digamos que sí tengo cierto reconocimiento. Nunca será suficiente porque todos los escritores tienen un gran ego lo quieran decir o no, porque quieren ser publicados. Va a ser muy difícil que alguien que escriba no quiera ser publicado. Además, hay una satisfacción muy grande cuando alguien te dice que leyó algo tuyo y le pareció muy bacán. Esa es una de las cosas más bonitas que te puede pasar cuando escribes. Y lograr eso por lo menos con una persona ayuda bastante para seguir escribiendo.

Como para terminar, ¿qué proyectos personales nuevos se vienen?

Ahora tengo CIA Perú, 1990. El espía innoble que sale ahora en junio, Peruanos de Ficción una segunda edición revisada, editada, corregida y recontra aumentada que está bacán. Es como una recopilación de la aparición de peruanos en libros, más de 50 libros, que es una buena chamba. Y justo el miércoles se presenta en Chile una colección de cuentos que se llama Pacífico: Cuentos de la Guerra que son libros sobre la Guerra del Pacífico en el cual somos 5 autores chilenos y 2 peruanos y va a salir un cuento mío ahí. Es de lo que más me ha gustado escribir y de lo que más me ha satisfecho. Y lo otro es algo que tiene que salir este año sí o sí que es una obra de teatro. Es la primera vez que voy a escribir [alguna obra teatral] y va a ser sobre la Guerra del Pacífico. Es una obra de teatro hecha para montarse en el parque El Reducto en Miraflores y que vaya pasando por diferentes lugares en los cuales lo actuado sea contestado por los asistentes. Será como una reescritura en vivo de la historia de una batalla ficticia. Lo estoy escribiendo con un director de teatro chileno muy bueno, que además ya ha montado cosas en la calle. Lo ideal es que se presente aquí en setiembre y en Chile el próximo año.

Muchas gracias por su tiempo