Los candidatos que se enfrentarán este 2 de abril pueden ser partícipes de uno de los cambios más grandes que han generado países del tamaño de Ecuador.

Probablemente hayas escuchado que, tras la primera vuelta en las elecciones ecuatorianas, el candidato de oposición, Guillermo Lasso, declaró que, de ganar, le retiraría el asilo político a Julian Assange, fundador de Wikileaks. Si no entiendes, chibolo pulpín; si no sabes quién es Assange ni qué tiene que ver con Ecuador, ahora te vamos a explicar lo que pasó mientras tú seguías viendo Barney.
Julian Assange es un hacker australiano que creó la agencia web de noticias Wikileaks, que publicaba información clasificada y que recientemente fue acusada de colaborar con Rusia para “hackear” las elecciones estadounidenses. El sitio creo polémica debido a los datos del soldado estadounidense Bradley Manning (ahora Chelsea Manning), que detallaban las acciones de los Estados Unidos en Afganistán e Irak. Wikileaks recibió oposición de varios líderes políticos en Occidente, lo que llevó al encarcelamiento de Manning y a una investigación criminal contra Assange en Estados Unidos, por lo que tuvo que pedir asilo político. Los bolivarianos no podían perderse la oportunidad de apoyar a este enemigo del imperio y mostrar que están haciendo frente a él, por lo que el 2012 el gobierno ecuatoriano le ofreció asilo político en su embajada en Londres, desde donde ha continuado dirigiendo Wikileaks y ha continuado recibiendo críticas de ambos lados del espectro político, lo que le obtuvo el calificativo de “Fake News” a Wikileaks. Si bien desde el anterior proceso electoral se le ha criticado haber apoyado a Trump, él nunca ha mostrado su apoyo abiertamente, y hasta ha comparado las elecciones a tener que elegir entre la gonorrea y el cólera¹, y ha empezado a criticar el pintoresco twitter de Donald Trump², lo que nos lleva a creer que Assange no va a ser necesariamente un fanboy de este gobierno.

Assange dando una nota de prensa en el balcón de la embajada

Assange dando una nota de prensa en el balcón de la embajada

Entonces, ahora que por fin se le acaba a Correa, parece que a Assange solo le queda esperar a que pierda la oposición en segunda vuelta. Bueno, ni siquiera eso: Lenín Moreno, ex vicepresidente de Correa, dijo en una entrevista a Russia Today que Assange “tendrá que disminuir este tipo de intervención en la política de países amigos”. A este punto estarás pensando: “Moreno va a dejar que publique contra los gringos, que es lo que ha hecho por cuatro años. No va a cambiar mucho, ¿o acaso Correa va a apoyar al ultraderechista de Trump?”. ¡Sorpresa! Aunque Correa haya criticado a Trump en numerosas ocasiones, las críticas no han sido tan duras como las que hubo hacia Bush y Obama, además de que el BFF de Correa, Nicolás Maduro, se ha acomodado bastante bien a Trump³ (y hasta le intenta -intenta- hablar en su idioma). Esto, en realidad, no sorprende después de considerar que los Estados Unidos son, con gran diferencia, el principal socio comercial de Ecuador y Venezuela -aunque esto no es algo que se diga mucho-. Cuando Moreno habla de países amigos, puede estarse refiriendo a los Estados Unidos en un futuro donde estos significan lo único que puede prolongar si quiera unos años la subsistencia del modelo bolivariano, y Venezuela se convierte en no más que una provincia del imperio gringo que Chávez había jurado destruir en otros tiempos. A este punto hay que hacer la salvedad de que Trump aún no ha respondido ni a Correa ni a Maduro, por lo que hay que esperar para saber si ellos se pasan al bando de Trump o si continuamos con las extravagantes declaraciones de Maduro sobre los Estados Unidos.

Esto sí es de temer

Esto sí es de temer

En base a todo esto, podemos formar tres escenarios posibles para el futuro de Assange.

  • En el primero, Moreno gana las elecciones y se acomoda a Trump. En este caso, Assange no podrá continuar con la trayectoria que Wikileaks ha ido siguiendo, si bien se espera que sea un proceso gradual en el que todavía se podrá ir publicando ciertos detalles hasta que Assange se vea forzado a salir de la embajada y arriesgue la persecución que había sufrido. Si Assange obtiene apoyo de México o China, dependerá de las relaciones que mantengan con Trump.
  • En el segundo caso, Moreno gana y continúa las posturas anti estadounidenses de Correa. Este es el más cercano al statu quo, aunque puede que su imagen pública mejore debido a estar criticando a Trump al igual que, bueno, la aplastante mayoría de medios en Occidente.
  • Por último, podemos suponer el ganador es Lasso y Assange es retirado inmediatamente de la embajada. Este es el escenario más complicado para Assange porque todavía no ha tenido tiempo para alinearse con el resto de medios en criticar a Trump y, por el contrario, existen dudas sobre la colaboración rusa con Wikileaks que pueden dañar la imagen de los países que reciban a Assange respecto de Alemania y sus aliados que continuarán defendiendo el modelo económico actual. Se podría considerar el asilo chino, pero la baja libertad de prensa me genera dudas al respecto.

Por más que no sean necesariamente un futuro exacto de la situación con Assange, estas alternativas nos ofrecen un bosquejo de aquello que probablemente sucederá para que no nos sorprenda el futuro cercano de Wikileaks y si lo que ha sido llamado el “quinto poder” -espacios de noticias y opinión generados en internet que contrastan con los medios más establecidos, o el cuarto poder- puede continuar siendo un agente de cambio significativo. Ello puede tener impacto también en el Perú, y el futuro de Wikileaks puede también ser el futuro de espacios como este, por lo que, tú, como lector nuestro y probablemente de otros medios virtuales, podrías verte impactado.