Disolver el Congrezoo y elegir uno nuevo. Alternativa poco probable con Mechita Araoz de Premier, pero, ¡qué bonito suena! Chau Becerriles, Chacones y Aranas; y todo gracias a un mecanismo democrático. Qué oportunidad hubiese sido para renovar una de las instituciones en la que menos confiamos los peruanos –según Ipsos, tan sólo el 27% de la población confía en él–. Aunque, ¿cuándo hemos elegido a un Congreso decente?

Congrezoo peruano

¿Coincidencia con el Congrezoo peruano?

Siempre hay –desde que tengo memoria–, los roba cable, los come pollo, los que no tienen título, los plageros, y un sinfín de personajes. La historia se repite, pero nuestro proceso de aprendizaje es más lento que el de Sansa Stark o el del Tigre Gareca. ¿O es que no queremos aprender?

Lista de Congresistas

Ya es harta conocida la opinión que el peruano no tiene interés por investigar para encontrar al Congresista ideal –entiéndase uno consciente de sus capacidades, conocimientos sobre las problemáticas y que busque el diálogo (Altamirano, 2017)–. La información sobre los perfiles existe, pero de fuentes diversas y esta puede ser dudosa –¡los candidatos pueden mentir en su hoja de vida! –. Además, el costo de leer supera largamente al beneficio que se espera obtener. Nadie quiere arriesgarse a leer mucho, le dé Alzheimer (¿?) y su candidato no salga elegido.

¿Cómo hacer entonces para encontrar al Congresista ideal y tener al Congreso que necesitamos? Lograr que la gente se informe requiere de idear un mecanismo que tenga amplia cobertura –tanto en zonas urbanas como rurales–; concentre toda la información en un mismo lugar; y la sintetice y presente de una forma amigable. Lo que existe actualmente son varios esfuerzos aislados y sin tanta cobertura en zonas rurales: (i) la Asociación Civil Transparencia con su programa “Verita”, donde se analiza las hojas de vida de los postulantes; (ii) El Comercio con los perfiles de los 130 Congresistas; (iii) La Orden de los Caballeros No Elegidos del Rey Copas, que analiza la trayectoria de los aspirantes por la región Lambayeque; y otras más parecidas.

Duda

¿Podemos evitar que se junten en el Congreso?

Una propuesta es una plataforma web donde participen organismos autónomos del Estado, organizaciones privadas y ciudadanos de a pie. Es decir, que consolide todos los esfuerzos existentes y la presente de una forma amigable. ¿Cómo sería la participación de cada uno? El JNE, SUNAT y/o Registros podrían colaborar con las hojas de vida o data de rendición de cuentas. El Comercio y/o la Asociación Civil Transparencia podrían complementar con información adicional como los perfiles de congresistas que tienen y su Observatorio de Desempeño Parlamentario.

Los ciudadanos que estén interesados pueden entrar a ver esta información y dar una calificación a los candidatos. La idea es tener un scorecard donde se asigne puntaje a ciertas categorías de interés a partir de criterios objetivos. Se podría pensar en puntajes del 1 al 5 o medir con estrellas el desempeño en cada área. Un paso más allá es crear un sistema de premios donde se incentive la participación de las personas.

Congresista durmiendo

¿Cuánto puntaje le damos por dormir?

Con este sistema reduces el tiempo destinado a buscar información; la sintetizas; y la presentas de forma amigable –asignando estrellitas o de una forma más visual pero totalmente entendible–. Sin embargo, ¿cómo difundes todo esto? Este es quizás el punto más crítico y retador, sobre todo para áreas rurales. Se podría pensar en una alianza entre el público –venderlo como una extensión del portal de transparencia– y organizaciones privadas. Donde el uso del Internet lo permita es relativamente fácil promocionar la plataforma y extender su uso mediante una app. Para áreas rurales ya me quedé sin ideas son más que bienvenidas las ideas interesantes. Podría funcionar presentar la información en volantes, repartirlos o pegarlos en zonas de alta concurrencia; o asociarse con periódicos locales para que publiquen los scorecards.

Darle aires nuevos a una institución tan desprestigiada pero tan importante depende de todos nosotros, cada uno con su granito de arena. Si queremos un congreso decente hay que trabajar por ello e incentivar a los demás a informarse. Quizás no sea la mejor alternativa, pero mi intención es comenzar el debate para diseñar otras mejores. Pasito a pasito –suave suavecito (¿?)– iremos construyendo un mejor Congreso.