Las elecciones en Venezuela están a la vuelta de esquina. En medio de la crisis que aflige al país llanero, el Consejo Nacional de Elecciones (CNE) adelantó los comicios a abril. La situación parece agravarse debido a que la oposición se siente oprimida por el poder del chavismo. Además, aún no tiene una idea firme sobre cómo afrontará estas elecciones.

El fracaso del diálogo entre los chavistas y la oposición es el reflejo de la terrible situación que vive Venezuela.  Las negociaciones entre ambas partes, que habían empezado hace dos meses, buscaban definir la fecha y las garantías de las elecciones. No obstante, hasta ahora no se ha llegado a ningún acuerdo ya que Maduro firmó un documento para adelantar los comicios, que previamente fue rechazado por la oposición. De esta manera, la fecha de las elecciones tiene un origen dictatorial.

¿Qué hay detrás de este fracaso? No hay que ser adivino para saber el resultado de los diálogos, dado que estos no se han iniciado de forma voluntaria. Estados Unidos utilizó su poder internacional junto con Canadá y la Unión Europea para forzar las conversaciones mediante sanciones internacionales impuestas a funcionarios venezolanos. Ello como resultado de que Maduro nunca ha dado señales de querer negociar con la oposición ni menos aceptar condiciones que provengan de ella (más fácil es que Perú llegue a la final del mundial), por lo que los diálogos resultaron ser un trámite más. Incluso, el peso político que tiene Maduro deja un desbalance de poder entre ambas partes, ya que el gobierno cuenta con el respaldo del CNE, liderado por Tibisay Lucena desde el 2006, quien ha favorecido al chavismo en elecciones previas.

 Lucena dando resultados irreversibles (para variar) a favor del chavismo

   Lucena dando resultados irreversibles (para variar) a favor del chavismo

Esas son parte de las razones por las cuales los venezolanos se encuentran en un contexto de incertidumbre, pues la participación de la oposición en estas elecciones aún no está asegurada ante la opresión que sienten. El tiempo también es un factor clave: el CNE anunció que la inscripción de candidatos será a fines de este mes, mientras que la campaña será del 2 al 19 de abril. Estos son plazos bastante ajustados para que la oposición defina una estrategia con vistas a los comicios adelantados. En las elecciones del 2016 en Perú, el calendario ya se había definido a inicios del año, lo cual es conveniente para que los candidatos den a conocer sus planes y los ciudadanos se informen sobre las propuestas.

Por otro lado, la historia también juega en contra de la oposición, ya que los líderes de dicho grupo han sido censurados por el gobierno desde la época de Hugo Chávez. Por ejemplo, el caso de Leopoldo López, quien fue inhabilitado en las elecciones presidenciales del 2008 y cumple un arresto domiciliario actualmente; o de Henrique Capriles, ex candidato, quien también fue inhabilitado.

maduro

Ante la amenaza que representa adelantar los comicios y el poder del chavismo dentro del territorio llanero, distintos países han expresado su apoyo a la oposición.  Es así que el Grupo de Lima, conformado por 14 países de América, rechazó el adelanto de los comicios y se ha reunido para discutir las medidas que tomarán ante ello. La crítica situación de Venezuela es un tema que se ha puesto en la agenda de la Cumbre de las Américas, en la cual Maduro no es bienvenido.

El país llanero necesita de un líder político que empiece por resolver la crisis multidimensional (política, humanitaria y económica) que ha generado una caída significativa en el poder adquisitivo de la población y la escasez de alimentos y medicinas durante los últimos años. Ello ha obligado a muchos venezolanos a migrar hacia otros países de la región. A pesar de que su gobierno no ha podido resolver estas emergencias, Maduro busca la reelección con la promesa de lograr la recuperación del país. La historia nos ayuda a predecir que no será así.

El adelanto de las fechas de las elecciones ha sido un duro golpe para la oposición. Ante ello, solo queda esperar que la presión internacional logre cambiar el calendario electoral y este se decida democráticamente. Hasta entonces, por lo expuesto previamente, el panorama para estos comicios es complicado.