Recientemente, se ha producido una alteración del “status quo” respecto a las relaciones entre Perú y Venezuela. En un inicio, PPK afirmó que Nicolás Maduro estaba invitado a la Cumbre de las Américas (evento que se realizará en nuestro país el 13 y 14 de abril), pero que, una vez en nuestro país, tendría que “hacer frente a sus paisanos”, quienes huyeron debido a la difícil situación en su país, como mencionamos en su momento en Ola de venezolanos. El para-nada-impredecible cargamontón por parte de las distintas bancadas del Congreso no se hizo esperar y, de pronto, PPK cambió de parecer y le dijo “ahorita no joven” a Nicolás Maduro, “desinvitándolo” de la cumbre. ¿Por qué este inesperado cambio y qué motivos habrían detrás de este? A continuación un poco de este drama internacional…

ppk

PPK señaló que esta “reconsideración” se debió principalmente a la ruptura del gobierno venezolano con la democracia, al vulnerar múltiples derechos ciudadanos. También mencionó que esta decisión era apoyada por el Grupo de Lima, bloque de 17 países que se formó en 2017 para hacer seguimiento a la situación actual de Venezuela.  A través de la canciller, Cayetana Aljovín, se anunció que tras varias horas de reunión con diversos ministros de relaciones exteriores, se llegó a la conclusión de que el mandatario venezolano ya no era bienvenido a la cumbre.

¿Qué dijo Nicolás Maduro al respecto? Siempre fiel a su estilo histriónico y a su personalidad infantil de querer obtener lo que quiere a toda costa, el mandatario venezolano señaló:

No me quieren ver en Lima, me van a ver, porque llueva, truene o relampaguee, por aire, tierra o mar, llegaré a la Cumbre de las Américas con la verdad de la patria de Simón Bolívar.”

Amenazante como siempre, Maduro lanza este mensaje tras rechazar los pedidos de distintos bloques, entre ellos, el Grupo de Lima, sobre establecer diálogos con la oposición para llegar a acuerdos sobre las elecciones presidenciales venezolanas, las cuales finalmente se realizarán el próximo 22 de abril. Esto, sumado a un Consejo Nacional Electoral sesgado y a otros factores controlados por Maduro, hacen que la tarea de sacarlo del poder sea aún más titánica. Esto nos hace preguntarnos ¿por qué querría Maduro venir a discutir temas de democracia y acuerdos entre países si ha demostrado que no es capaz de escuchar y menos de ceder?

Respecto a las razones del repentino cambio de opinión, como repasamos en el artículo PPKUANTO DURARÁS, PPK no se encuentra precisamente en su mejor momento (ni siquiera en uno relativamente estable), con niveles de desaprobación bastante bajos. Con todo lo que ha pasado en los últimos meses, su destino pende de un hilo y cualquier desliz político podría acabar en su destitución. Esta decisión nos hace considerar que  puede haberse tratado de una forma de evitar una discusión interna y de estar en línea con la opinión del Congreso. A pesar de que Cayetana Aljovín lo haya negado, aún queda un presentimiento de que PPK es rehén de sus opositores, quienes no paran de crecer.

Asimismo, todavía queda una pregunta sin contestar: ¿Maduro vendrá, pese a su “desinvitación”, a la Cumbre de las Américas? ¿Contamos con los mecanismos necesarios para impedirlo? Es difícil saber si Maduro cumplirá con sus amenazas en base a sus declaraciones, sobre todo proviniendo de una persona tan volátil. Si es que se apareciese por aquí, Cayetana Aljovín ha mencionado que existen “facultades y procedimientos administrativos para establecer medidas de diferente tipo cuando una persona no es bienvenida”. ¿Cuáles son? No las mencionó pero esperemos no tener que recurrir a ellas.  Y, sobre todo, esperemos que PPK no tenga que lidiar con un problema más en su agenda, pues sus soluciones a estos no han resultado ser las mejores…