En el Perú, el índice de pobreza se ha ido reduciendo año tras año en 1 o 2 puntos los últimos años, según el INEI. Dicha reducción se debe, por una parte, a los múltiples programas sociales que existen en nuestro país, teniendo en consideración que solo se invierte un 6% del PBI peruano en políticas de ayuda a la subsistencia , muy por debajo del promedio latinoamericano.

Muchos de estos programas se caracterizan por ser corruptos, entre los cuales destaca el programa “Vaso de Leche”, que si bien permite mejorar la alimentación de los más pobres también posee una falta de organización de los actores encargados y actos de corrupción de estos mismos. Este consiste en brindar una ración de 250 cc de leche o avena a su público objetivo, que está compuesto principalmente por niños de 0 a 6 años de edad, madres gestantes, las personas con tuberculosis y los que sufren de desnutrición.

Público objetivo recibiendo ración de leche

Público objetivo recibiendo ración de leche

Este programa del Estado trabaja con las municipalidades distritales y regionales, donde se crea un Comité que incluye al alcalde del distrito, como supuesta medida de buen funcionamiento. Sin embargo, no evalúan las capacidades administrativas actuales de estas. No se realiza una supervisión o monitoreo de quiénes, finalmente, están recibiendo la ración de leche o avena, la cantidad que se está proporcionando por persona o la garantía del producto. Todo este desorden genera que muchos de los “beneficiados” del programa no formen parte del grupo objetivo principal, sino que se componga de familiares y amigos de los miembros del Comité de Vaso de Leche. Es decir, el Estado confía en la autoridad local para que se beneficie a la población objetivo de su distrito, sin embargo esta forma parte de los grandes actores corruptos del programa.

Repartición de avena a niños

Repartición de avena a niños

Entonces ¿qué debería hacer el Estado para asegurar que este programa social funcione correctamente? Tal vez podría realizar supervisiones directas a las municipalidades y premiar a las que estén realizando una labor ordenada y controlada como medio de motivación, para que de esta manera, la corrupción vaya disminuyendo. En el caso de Vaso de Leche, creo que sería un gran aporte, ya que hay muchas localidades que se caracterizan por tener falta de control a las autoridades. A parte, sería ideal que se tomen medidas en contra de los miembros del Comité que realicen actos de corrupción, es decir, que no se ignoren las denuncias de la población en contra de los movimientos “turbios”. De este modo, habría más transparencia en los cargos públicos lo que permitiría posiblemente un mejor manejo o por lo menos una mejor intención para que el programa social funcione.

Bibliografía

Haz clic para acceder a libro.pdf

Haz clic para acceder a Estudio_Cualitativo_de_CHUSCHI.pdf

Haz clic para acceder a carac_vaso.pdf