Todos sabemos que Semana Santa representa un momento de reflexión. No obstante, muchas personas utilizan estas fechas para salir de juerga y tener momentos de diversión. Bajo la coyuntura actual… ¿Qué opción sería más beneficiosa para el país?

Como sabemos, Semana Santa representa un momento de reflexión y arrepentimiento (?) de nuestro pecados. Sin embargo, también sabemos que son muy pocos los que se “arrepienten” y muchos los que festejan. Los días en los que y nos quedábamos en casa con la familia viendo una maratón de películas bíblicas que todos los años repetían, al parecer, quedaron en el pasado. Hoy en día, son muy pocas las personas que respetan dicha tradición. Pero son muchas las que cambiaron a Semana Santa por Semana Tranca.

Y lo sabes x2

No es sorpresa para muchos, que la mayoría de personas salgan de viaje, vayan de fiesta o utilicen estas fechas para estudiar #VidaUniversitaria. Pero… ¿están mal priorizar estas actividades antes que el momento de oración y reflexión? La respuesta es… depende (sí, soy economista) Si le preguntamos a una persona muy vinculada con la religión (un cura, un cardenal, o la señora que siempre va a misa) te dirá que sí. Probablemente dirán que el mundo moderno ha hecho que las personas le pongan mayor prioridad a la diversión y que se han alejado más de Dios. Tal vez la mayor carga laboral, una ideología distinta o el MINEDU por promocionar la ideología de género tienen la culpa de que las personas sientan mayor necesidad de diversión y no de buscar al Todopoderoso.

SEMANA SANTA

100% real no feik

Ahora bien, si esta misma pregunta se la haces a un economista, es muy probable que te diga que no. ¿Por qué? Es sencillo. Salir a pasear, ir de compras con la familiar, viajar e incluso ir de juerga generan gasto. Estas actividades son el claro reflejo de que el consumo está aumentando y, con ello, el producto interno también. En la actualidad, nos encontramos en un periodo de crisis en las que tanto la tierra como el capital físico se han visto afectadas. La inversión privada se encuentra paralizada tanto por los grandes desastres como por los temas de corrupción donde altos funcionarios y grandes empresas se han visto implicados. Asimismo, no es sorpresa que la capacidad del Estado para obrar es lenta. Se requiere mayor inversión en infraestructura, en salud y educación. No obstante, el uso de los recursos no ha sido eficiente a lo largo de los años, por lo que no se le podría confiar al gasto público dinamizar a la economía.

En tiempos de crisis, lo ideal es tomar medidas que dinamicen los mercados. De esta manera, se reactivaría la economía y empezaría el periodo de recuperación. Lamentablemente, hoy en día no es posible multiplicar los recursos como Jesús lo hizo. Por ello, tratamos de seguir a la ecuación del producto:

Y=C+G+I+XN

Consumo, consumo, consumo, ¡¡consumoooo!!

Sigue incentivando el consumo

Donde C representa al consumo, G representa al gasto público, I representa la inversión privada y XN, las exportaciones netas. Internamente, al tener a la inversión privada paralizada y una lenta capacidad de gestión de la inversión pública, el rol del motor de la economía la tiene el consumo. De hecho, ya desde el año pasado es el consumo el que mueve a nuestra economía. Salir a comer con los amigos, ir de compras, salir a bailar, entre otras, son actividades que impulsan el consumo y dinamizan a la economía.

 

Por tanto, no podemos negarles la diversión a las personas durante Semana Santa #SaludPorEso! Necesitamos que las personas gasten, que la demanda sea mayor y que la oferta le corresponda. Que haya transacciones en el mercado de bienes y en el mercado de créditos. Que paguen impuestos para una mayor recaudación fiscal y, con ello, el Estado empiece a hacer lo propio con la reconstrucción de nuestro país. Sé que muchos dirán, ¿en dónde queda el propósito de Semana Santa? ¿No que era un momento de reflexión? Pues reflexionemos sobre la creación y pensemos en nuestro prójimo. Orar está bien, pero no es suficiente. Salgamos de compras, ¡Gastemos! ¡Dinamicemos la economía! De esta manera, el país podrá reconstruirse mucho más rápido y, aquellos que lo han perdido todo, podrán tener una mejoría en su calidad de vida (en tanto el Estado llegue a ellos #DifficultButNotImpossible).