Todos en algún momento de nuestras vidas hemos sufrido por no acordarnos de la respuesta de alguna pregunta en algún examen. Esto se debe básicamente a que nos encanta procrastinar o que simplemente dejamos todo a última hora y estudiamos un día antes. Sí chicho, sabes que es cierto.

Sin embargo, resulta que hay toda una ciencia detrás del aprendizaje, ya que hay factores que se deben considerar como el tiempo, la capacidad de retención, el método de aprendizaje y la dificultad de lo que se está estudiando.

Por ejemplo, seguro te pasa esto:

  • Un día después de haber estudiado y no haber repasado, puedes llegar a olvidar un 50% de lo estudiado.
  • 2 días después, lo que recuerdas no llega al 30%.
  • 1 semana después, con suerte logras recordar más de un 3%.

Hermann Ebbinghaus fue el primero en demostrar que el proceso de recordar y olvidar es no lineal con respecto al tiempo. ¿En cristiano? Que conforme pasa el tiempo, el recordar u olvidar será más o menos rápido. En este caso, mientras más empinada sea la curva, mayor será la eficiencia del aprendizaje.

¿Qué es el aprendizaje? Es la mejora que se obtiene cuando repites un proceso y adquieres la habilidad, eficiencia o practicidad de realizar una tarea a partir de tu propia experiencia. Tal como cuando resuelves los ejercicios del profe una y otra y otra (y otra) vez (y sigues sin entender).

Si bien el costo de oportunidad de estudiar días antes a estudiar un día antes de un examen es alto, los retornos serán bien recompensados. En otras palabras, como se dice, todo sacrificio tendrá su recompensa. En este caso, nuestra inversión en tiempo de estudio sería recompensada en el futuro con un buen trabajo y un buen salario.

Para ir al grano, Ebbinhaus grafica lo siguiente:

 

Curva del olvido.aprendizaje

Ecuación del Recuerdo: ecuacion

  • R: Porcentaje de Retención
  • t: Tiempo
  • s: Intensidad relativa del recuerdo

*La intensidad relativa del recuerdo es directamente proporcional al porcentaje de retención.

*El tiempo es inversamente proporcional a la retención, lo que significa que a medida que pasa el tiempo tenemos menos retención debido a la memoria.

  • En el primer gráfico, la pendiente define la velocidad de aprendizaje.
  • Del segundo gráfico, se entiende que el cerebro es propenso a olvidar rápidamente lo aprendido; sin embargo, se observa que tiene un comportamiento tipo hipérbole, lo que indica que hay un porcentaje que el cerebro retiene a pesar de que pase el tiempo.

Ahora, si combinamos ambos gráficos podremos entender cómo funciona el cerebro al retener el conocimiento según la cantidad de repasos que hagamos antes de un examen.

curva

En base a esto, se puede deducir que no es necesario estudiar como loco todo un día. En cambio, hay que armar una estrategia que implique estudiar varios días antes para así prolongar el tiempo del recuerdo.

Evidentemente, la intensidad del aprendizaje dependerá del perfil de cada estudiante. Esta intensidad mejorará con la práctica del estudio.

Vale mencionar que el proceso de aprendizaje suele estar relacionado no solo a la habilidad o a la capacidad de retención, sino también los nervios juegan un rol muy importante. Es decir, puedes haber estudiado varios días antes (incluso semanas); sin embargo, puede pasar que ese día estuviste nervios@ y la cagaste diste mal el examen. La verdad es que todo puede pasar. La idea está en minimizar el riesgo a lo más que se pueda estudiando días antes para volverte un experto  y tomarte un tesito de azahar para que los nervios no te jueguen en tu contra. Recuerda: Es más fácil que te olvides de la fórmula del PBI que de tu primer corazón roto.

Moraleja:

  • La gota continua labra la piedra.
  • Lo que es difícil de aprender, es difícil de olvidar.
  • El primer amor no se olvida jamás (?).