La vida suele venir hacia nosotros casi como una triste profecía revelada. Nacer, crecer, escoger una carrera, equivocarte, pero seguir(?), sufrir con la vida universitaria y, finalmente, graduarte para que después desarrolles tu carrera (esperemos que de lo que te gustó). Y, para los más románticos, casarse. ¿Cómo es que, en el futuro, puedes comprometer tu vida sentimental por el trabajo y carrera por la que tanto te esforzaste? #VidaCruel El divorcio o separación de tu amor puede tener distintas causas. Pero, hay un factor que está estrechamente relacionado y hasta podría tener una doble causalidad, el cual tiene que ver con los roles de género y el trabajo en esta vida moderna. #YmisAmanecidas¿Qué? #SinCompromisoSoloDaleHastaElPiso #EstarSolteraEstáDeModa

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Los divorcios causados por las razones antes mencionadas ya eran noticia antigua. Las parejas que se casaban antes de 1975 [1] eran más propensas a divorciarse cuando compartían las tareas de la casa. Sin embargo, el American Sociological Review encontró que las tareas hogareñas ya no suponían una causa directa de los divorcios luego de 1975. Ahora que la mujer es más independiente, el tener un empleo aumenta las posibilidades de que dejen un matrimonio fallido provocado por otros motivos.

Según Alexandra Killwald [1], profesora de la Universidad de Harvard, las expectativas sobre los hombres en el matrimonio no han cambiado mucho en los últimos 40 años. Pues, aún se espera socialmente que los hombres sean quienes provean. Un tercio de las parejas eran más propensas a divorciarse si el marido no estaba trabajando. Sin embargo, lo curioso de este proyecto es que las mujeres son más propensas a divorciarse cuando ejercen una ocupación. Asimismo, los ascensos laborales de las mujeres afectan más la durabilidad de un matrimonio que los de los hombres.

¿Qué pasa? ¿Entonces, para ascender tengo que dejar a mi maskota?

─No es que tengas que, sino que quizá quieras hacerlo.

'I had my accounting department run a cost-benefit analysis on you and I have some bad news.'

Olle Folke y Johanna Rickne (2016) [2] investigaron a parejas que trabajan en el sector público en Suecia, una de las naciones más gender-equal en el mundo. Este tema pareciera no contar con relevancia suficiente para países en vías de desarrollo; sin embargo, Suecia podría mostrar una predicción de los problemas futuros que podrían enfrentar estados más igualitarios. Entre sus hallazgos (Ver Figura 1), encontraron que los ascensos a puestos más altos incrementaban dramáticamente las probabilidades del divorcio por parte de las mujeres, mientras que el de los hombres permanece intacto.

Figura 1: La probabilidad de mujeres y hombres de divorciarse usando como corte el año en que son promovidos.

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Fuente: Folke & Rickne (2016)

¿A qué se puede deber este efecto?

Los autores hicieron tres importantes distinciones entre los matrimonios que estudiaron: ¿cómo era la pareja según la distribución de ingresos?, la diferencia de edades y la repartición de los quehaceres domésticos.

Cuando el hombre ganaba salarios más elevados >40% del total de ingresos del hogar y las mujeres <40%, entonces se trataba de una pareja que los autores clasificaban como “tradicional”. En el caso de que ambos poseían ingresos parecidos, era una pareja “dual”. Y, si las mujeres ganaban un mayor porcentaje de los ingresos del hogar, entonces la pareja era considerada como una “no tradicional”. Para los resultados, “la estructura de parejas” terminó siendo importante.

Los investigadores creen que las expectativas en la formación de la pareja son esenciales para predecir un divorcio. Para las mujeres, recibir un ascenso puede significar modificar la rutina, lo cual podría crear “fricciones” en el matrimonio. Especialmente, cuando las parejas que empiezan siendo “tradicionales” tienen una diferencia de edad de más de tres años #AMiMeGustanMayores y no existe una repartición igualitaria en lo deberes tanto hogareños como con las responsabilidades con los hijos.  Por otro lado, para las parejas que se reparten mejor los parental leave y poseen ingresos parecidos, los ascensos de las mujeres no modificarían la probabilidad de divorciarse.

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Es cierto que los tiempos han cambiado y que estamos más cerca de un Modern Love de David Bowie que My Heart Will Go On de Celine Dion. Las estadísticas aún tienen más tiempo para decirnos más cosas sobre el futuro de las relaciones y los matrimonios. Sin embargo, no cabe duda de que las estructuras sociales están cambiando y empoderando, especialmente, a las mujeres. Este es un buen indicador -yendo más lejos de los efectos de una tasa de divorcios elevados- de la felicidad de dejar de estar en una posición que no garantiza tu 100% de alegría. #ThankYouNext.

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Editado por Claudia Barraza

Bibliografía:

[2] Folke, O., & Rickne, J. (2016). All the single ladies: Job promotions and the durability of marriage (No. 1146). IFN Working Paper.

[1] Killewald, A. (2016). Money, work, and marital stability: Assessing change in the gendered determinants of divorce. American Sociological Review81(4), 696-719.