El Congreso disuelto, por el presidente Vizcarra, el 30 de septiembre del año pasado dejó bastante que desear (a quién queremos engañar, fue pésimo). El trabajo realizado por los congresistas fue paupérrimo. Encabezados por el APRA y Fuerza Popular, los “padres de la patria” se dedicaron a obstruir la labor de dos presidentes (PPK y Vizcarra) y a emitir leyes que serían posteriormente declaradas inconstitucionales por el Tribunal Constitucional (¡qué tal papelón!). Claro ejemplo de esto último fueron la Ley Mulder -conocida popularmente como la Ley Mordaza- y la Ley Antitransfugismo, que fue utilizada por Fuerza Popular para mantener a raya a sus congresistas. En fin, parece que solo eran buenos para censurar ministros y vacar presidentes: lo lograron con PPK y trataron con Martín Vizcarra… ¿Se acuerdan de la juramentación “de mentira” de Mercedes Aráoz?

¿Cómo podemos hacer los ciudadanos para que esta situación no se repita? La respuesta es simple: a través del voto informado. Debemos entender cómo funciona el sistema electoral y cómo nuestros votos van a configurar el nuevo Congreso. Lo primero que tenemos que saber es que los votos blancos o nulos reducen la cantidad de votos válidos para elegir a nuestros representantes. ¿Qué significa? Que si tú votas blanco o nulo, a la hora del conteo, estos votos “no existen”. Se restan del total, generándose uno nuevo menor. Los sufragios que sí recibieron los candidatos representan ahora, un porcentaje mayor del nuevo total (así que, amigo pulpín, no te hagas el interesante promoviendo el voto nulo).

Lo segundo que se necesita conocer, es que el sistema privilegia a la solidez y representatividad de los partidos políticos en las elecciones congresales. Para esto existe la vaya electoral. El partido que no supere el 5% de los votos válidos, no entra en el conteo para repartir los escaños de los congresistas. Esos sufragios se excluyen. El total es entonces nuevamente calculado. Así que, revisa bien y vota por alguien que realmente esté en un partido con alguna oportunidad de ganar (no por ese tío que te cae bien o no por esa tía bacán que se postula con un partido que no conoce ni ella).

El Sistema privilegia a los partidos políticos frente a los candidatos individuales.

¿Si el partido de mi candidato pasó la vaya, entonces mi aspirante entra al Congreso? ¡Tampoco! (¿Me estás bromeando no?) Si se pasa la valla electoral, se utiliza la cifra repartidora para determinar el número de curules que le corresponde al partido. Solo entonces, importa el número de votos preferenciales de los candidatos. Los que tienen más, ocupan esos escaños previamente asignados al partido. Sin embargo, el voto preferencial tiene un efecto de arrastre poco conocido. Si un candidato es muy popular y obtiene muchísimos votos, está llevando consigo a otros candidatos del partido que tengan menos sufragios. Así, por ejemplo, si votas por el APRA porque te gusta Mijael Garrido Lecca (aunque eso es básicamente imposible), puedes estar llevando con él al Congreso a otros apristas que no te gustan (como dice el meme: “si votas por Mijael, votas por Mulder”). Por ende, siempre hay que ver la lista entera del partido, no solo los dos candidatos por los que vas a votar.

Popular frase y meme que circula por las redes sociales.

Así pues, en primer lugar, debemos ir a votar (no te quedes en la playa porque es un domingo de enero) y votar por algún partido; es decir, no votemos blanco ni viciado. En segundo lugar, debemos ver si el partido de nuestro candidato va a pasar la valla electoral y, finalmente, debemos ver la totalidad de la lista (no solo a nuestro candidato) para evitar arrastrar a personas que no nos convencen o que tengan algún mal antecedente.

Finalmente, un consejo para evitar ir quejándonos por el mundo por la calidad de parlamentarios que tenemos: votemos por aquella lista y candidato que tenga un plan de trabajo claro para mejorar la política y el sistema. El Perú, necesita una reforma electoral a gritos. Necesitamos congresistas que fiscalicen la actuación del gobierno central y local. Necesitamos personas que cuiden nuestros intereses. Esta no es la elección del presidente de tu clase del colegio. Elige informado. Un voto informado, no será nunca un desperdicio.

Editado por Isabela García