Freud, Pávlov (y su perro), Jung (y sus arquetipos), Piaget, Vygotsky, Rogers, Skinner y Wundt. Cualquier estudiante de psicología (de ahora o de antaño) se ha quemado las pestañas leyendo para un examen o preparando alguna exposición acerca de estos personajes, cuyas teorías ayudaron a fundar o consolidar varias áreas de la psicología. Para muchos de nosotros no relacionados a esta carrera, resulta natural sentirnos cercanos a la labor psicológica cuando vamos a la oficina de algún terapeuta en momentos de crisis en nuestras vidas (causados por la universidad, claro está), al haber recibido clases de educación sexual en el colegio (a menos que vengas de uno católico) o al leer algún libro de autoayuda (de ahí que se haya popularizado tanto el término de “inteligencia emocional”, y  David Fischman haya ganado tanto dinero).

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Sin embargo, el hecho que, en principio, la psicología sea una ciencia, debería volver su imagen mucho más cercana a la de un biólogo o un químico, como aquel profesional que investiga algún aspecto de la naturaleza de manera rigurosa (y bajo algún método) en un laboratorio, o al menos en condiciones controladas. Lo último nos resultaría difícil a muchos (sobre todo si estudias ciencias duras), el encontrar símiles científicos entre mirar tejidos por microscopía y tomar encuestas acerca de métodos de aprendizaje. Es debido a ello que un debate que se ha prolongado durante mucho tiempo  puede saltar a nuestra mente: ¿es la psicología una ciencia?

Para calentar los ánimos

Para calentar los ánimos

Por supuesto que para responder esta cuestión es necesario definir qué es una ciencia (aburrido, ¿no?), y al ser este un problema filosófico sobre el cual se pueden escribir libros enteros, su humilde servidor univerzoomiano hará una disertación espera que la corta definición a continuación pueda satisfacer y ahorrarles el trabajo a casi todos ustedes: un sistema de adquisición de conocimiento basado en la observación y experimentación para describir y explicar fenómenos naturales y generar leyes y/o principios (lo lamento, ciencias de la computación).

A partir de esta definición, tal adquisición se realiza mediante una serie de pasos que conocimos en alguna clase de ciencia en el colegio: el método científico. Este método, por supuesto, sufre variaciones entre disciplinas, ya que no es lo mismo observar un bosón en física de partículas que la ansiedad en la psicología.

El método en su forma más "simple"

El método en su forma más “simple”

La psicología puede acomodarse a las definiciones anteriormente explicadas . Aquella disciplina que estudia “la mente y el comportamiento”, puede poseer una manera sistemática de estudiarse. Por ejemplo, para estudiar si una bica genera tristeza y ansiedad, un científico puede utilizar herramientas psicométricas en un grupo de personas en iguales condiciones para ver si, efectivamente, tales emociones están presentes al reprobar una materia y, así, después de algún análisis estadístico determinado, aceptar o rechazar la hipótesis.

No obstante, la mayor parte de las críticas no se inclinan hacia la rigurosidad psicológica para hacer ciencia, sino al valor de los conocimientos generados en una investigación para fortalecer el consenso sobre algún tema, y generar un núcleo claro de conceptos sobre los cuales partir hacia la generación de nuevas investigaciones. ¿Qué es la tristeza/felicidad/enojo (insértese otra emoción)?, las respuestas a estas preguntas cambian de autor en autor, lo que genera un peligro de subjetividad y no parece corresponder con un carácter acumulativo. Ejemplo de tal característica es la física, cuyas investigaciones y hallazgos posteriores al siglo XVIII siempre guardan alguna relación con lo newtoniano.

Entonces, si es que no se pueden generar definiciones objetivas que produzcan consenso y alguna base sobre la cual construir más conocimiento, la psicología sería un sistema no confiable de conocimiento. Un hecho que apoya esta idea es que la mitad de las investigaciones psicológicas no son reproducibles o fallaron al ser reproducidas por otro laboratorio distinto al de su origen.

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Ante esto, una defensa que llamó mi atención fue que la aproximación a la VERDAD de la psicología es diferente a la de las otras ciencias, debido a que esta no busca establecer una experiencia humana universal, Los humanos somos entes desordenados, influenciados por tantos factores que sería mentira señalar que existe algo llamado “condiciones controladas”, en experimentos de tal naturaleza.

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Espero no haber herido susceptibilidades al generar tal polémica acerca de esta disciplina. Sin embargo, siempre resulta interesante analizar alguna forma o área del conocimiento y sus limitaciones, ya que través de este ejercicio es posible diversificar las distintas aproximaciones sobre un mismo tema. La respuesta a la pregunta del título lo dejo a su exploración y criterio, por supuesto.