¿Sabías que tenemos 5 veces más ropa de la que tenían nuestros abuelos? Estamos hablando de una persona promedio normal, imagínense la cifra de lxs obsesionadxs por comprar ropa que nunca van a usar. La industria de la moda tiene un lado oscuro y es necesario conocer la enorme responsabilidad que tenemos como consumidores, de no fomentar tendencias no sostenibles.

Primero, es clave que conozcamos acerca del término fast fashion. Hoy en día, las tendencias cambian extremadamente rápido y su alcance es cada vez mayor. Son innumerables las empresas que producen ropa en cantidades masivas y utilizan insumos de muy baja calidad para maximizar sus ganancias. Seguro se habrán dado cuenta que sus prendas se desgastan mucho más rápido que antes, pero claro…eso es lo que esperábamos de un polo que nos costó 15 soles, porque al menos nos durará por el tiempo que estará de moda usarlo. El fast fashion no es nada más ni nada menos que producir masivamente ropa barata de usar y de luego, tirar o desechar.

Segundo, las condiciones laborales en donde se fabrica la gran mayoría de ropa que usamos, son precarias y probablemente ya hayamos escuchado sobre ello. Empresas cuyo modelo de negocio promueve el fast fashion, explotan la miseria y aprovechan la situación de pobreza de muchas poblaciones para darles un trabajo en condiciones inhumanas que implica un salario indignante.

Empresas peruanas están convirtiendo el atributo “sostenible” en el principal pilar de sus marcas. Un perfecto ejemplo es la marca Estrafalario, la cual ofrece prendas conscientes con el medio ambiente y en un volumen de producción mínimo. Cada pieza ofertada por esta marca adquiere un valor especial porque los diseños son limitados y se basan en storytelling; es decir, transmiten mensajes para generar conciencia sobre causas sociales y ambientales.

Asimismo, la marca co-crea sus piezas con mujeres en situaciones vulnerables, transformando sus vidas y promoviendo el empoderamiento femenino. De esta manera, la producción se alinea a todos los frentes de la sostenibilidad.

Entonces, lo importante para empresas como esta es darle un nuevo concepto a la ropa y a la industria de la moda, el cual se basa en dejar de usar ropa para simplemente mostrar un estilo, sino reflejar la manera en cómo pensamos a través de ella. Sería ideal que más empresas se sumen a estas prácticas sostenibles porque definitivamente sería un gran paso para alcanzar un mayor bienestar social y ambiental. Asimismo, espero que todxs empecemos a cuestionar nuestros hábitos de compra y consideremos buscar tiendas nuevas que marquen la diferencia.

Escrito por: María José Murguía

Edición: Kelly Pérez