“Es chévere ser grande pero es más grande ser chévere” 

Héctor Lavoe

El pasado 15 de noviembre se estrenó el primer capítulo de la miniserie peruana El Día de mi Suerte en la plataforma Movistar Plus. La serie dirigida por los hermanos Vega y protagonizada por Lucho Cáceres no solo ha tenido un buen arranque, sino que también podría jugar un papel importante en el desarrollo del audiovisual peruano. En el presente artículo mostraré por qué deberíamos estar ansiosos por los próximos capítulos de El Día de mi Suerte.

La historia está situada en la Lima de 1980 durante la llegada de Héctor Lavoe a nuestro país para dar tres conciertos. En este contexto conocemos a Toño (interpretado por Lucho Cáceres) quien es un profesor de academia con muy poco éxito y que apenas llega a la quincena. Sin embargo, en la noche, Toño se pone terno blanco, zapatos bien lustrados, anillos y lentes de sol para convertirse en un imitador de Héctor Lavoe. Este curioso pasatiempo lo llevará a involucrarse en una aventura junto con el verdadero Héctor Lavoe, el presidente de turno, gánsteres e inclusive fuerzas terroristas[1].

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Lucho Cáceres como “Héctor Lavoe”

Daniel y Diego Vega, directores de la mini serie, le han dado un giro muy interesante a la historia. Pues una narrativa muy sencilla hubiera sido la búsqueda de un fan por conocer a su ídolo. Sin embargo, – como mencioné anteriormente- la serie toma un rumbo muy inesperado que aumenta su tensión e intriga más al espectador por saber lo que sucederá en los próximos capítulos.

Tal vez lo mejor que ha dejado este primer capítulo es el excelente trabajo de la dirección de arte que recrea la Lima de 1980. Esto se nota sobretodo en la escena del Hotel Bolívar, un hotel que hoy en día ha sido olvidado pero que en su tiempo era un ícono de la capital peruana. Aquí es donde se hospeda el verdadero Héctor Lavoe y vemos como El Bolívar vuelve a ser un símbolo de elegancia digno de hospedar al rey de la salsa. Además, los autos de la serie son autos de época y las calles están ambientadas para darnos la sensación que estamos en una Lima sucumbida por el terrorismo y la hiperinflación, pero que aun así recibe con brazos abiertos a al cantante puertorriqueño.

Una buena dirección de arte no es nada si no se cuenta con los actores indicados que se desarrollen en este ambiente ficticio, sin embargo aquí la mini serie tampoco falla. Este mérito se debe al excelente casting compuesto por actores peruanos de renombre, aparte de Lucho Cáceres, como Carlos Carlín, Paul Vega, Pietro Sibille, Alejandra Guerra y muchos más. Además, los hermanos Vega les han diseñado personajes con características típicas de la sociedad peruana de los 80. Tenemos al presidente preponderante y corrupto, al empresario de media caña y sobre todo, peruanos de a pie que han perdido la fe en su país.

Entonces ¿por qué es tan importante ver El Día de mi Suerte? Porque producciones como estas no son comunes en nuestro país. El audiovisual peruano está repleto de comedias que repiten la misma fórmula de familias ricas que se relacionan con familias de menores recursos. Una idea que nació con Mil Oficios y se ha mantenido intacta hasta de hoy con series como Qué Buena Raza, o la recordada Al Fondo Hay Sitio. Pero este no es el caso con El Día de mi Suerte pues la calidad de la miniserie se encuentran al mismo nivel de producciones extranjeras como Narcos o La Casa De Las Flores. Entonces, si esta serie llega ser un hit, más series de este tipo podrían ser producidas. Tal vez en un futuro podríamos tener serie peruanas que prioricen la calidad sobre la cantidad de capítulos. Las series peruanas y en general la televisión peruana ha perdido su rumbo hace ya un buen tiempo. Propuestas arriesgadas como El día de mi Suerte no hacen más que darnos un aire de esperanza de que en Perú aun se puede hacer buenas series.

 

Editado por: Kelly Mirella Pérez Valenzuela.

[1] La serie no indica si se trata del MRTA o Sendero Luminoso