La palabra arroja en Google 23,800,000 resultados, es el servicio pagado más requerido que se envía a celulares; según un estudio del 2009, el 33% de las lectoras le da un vistazo antes de entrevistas de trabajo y 35% antes de iniciar una nueva relación amorosa, ¿qué es?

La primera columna de horóscopos dentro de un periódico fue creada por un astrólogo británico en agosto de 1930 para el Sunday Express. Esta dirigía su horóscopo a la recién nacida princesa Margarita y predecía eventos de suma importancia para la familia real y la nación británica hacia su sétimo año de vida. Efectivamente, esa fue una de las predicciones más certeras pues fue a esa edad que el rey Edward VIII abdicó para cederle el trono al padre de Margarita. Desde ese entonces, las columnas de horóscopos se popularizaron cada vez más y pasaron de ser dedicadas a las personas que cumplían años esa semana a escribirse una predicción de la semana, de acuerdo a tu fecha de nacimiento.

Con el paso de los años, los horóscopos pasaron a la olvidada parte de atrás de los periódicos y revistas, restándoles importancia. No obstante, el astrólogo americano Chani Nicholas menciona que en los últimos 5 a 10 años ha observado una disminución en el estigma asociado, a su vez que un aumento de las prácticas de lectura de horóscopo, sobre todo por medio de plataformas virtuales. Según este autor, son los famosos millenials los que han retomado estas prácticas de lectura, junto con otras como cristales sanadores, consultas al tarot, baños sonoros, etc.

PARÉNTESIS: Antes de continuar en el por qué esto se ha dado en nuestra generación, me gustaría aclarar que no es ninguna crítica, sino una reflexión del ¿por qué? De hecho, yo soy la primera en leer las propiedades de los distintos cristales con los que medito y busco alinear mi energía con la del medio que me rodea porque reconozco lo bien que me hace sentir. Amo también leer el horóscopo, un poco por chongo y un poco porque me ayuda a reflexionar sobre mí misma.

Con eso dicho, ¿por qué esta creciente tendencia a leer los horóscopos en internet, periódicos y revistas? ¿Será que nos da miedo la incertidumbre y leer algún augurio –bueno o malo- nos da la seguridad de un futuro?

En un mundo tan bombardeado de cambios y amenazas como es el de la era de la inmediatez, quizás encontremos cierta paz en creer que hay un camino, o más bien una trocha (irregular y poco delimitada), pactada por la alineación de los planetas y su efecto en la tierra.

Además, ¿no será que también nos ayuda a manejar el estrés?

Es lógico pensar que ante noticias de inestabilidad política y económica, cambios climáticos y cada vez más descubrimientos científicos angustiantes, los millenials sean considerados como la generación más estresada. De hecho, según la APA el 63% de la población estadounidense admitía sentirse estresado y angustiado por el futuro de su país y fueron los de esta generación quienes más sostenían que leer las noticias les hacía experimentar este tipo de emociones.

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Para combatir este estrés, entonces, la gente suele recurrir a la religiosidad. Dentro de este marco aparecen los horóscopos, que constituyen una fuente de confort más superficial y accesible dentro de nuestra cultura cibernética. Así, surge un impulso contemporáneo por lo fantasioso, los extraterrestres, el aura, las teorías de conspiración, entre otros, que nos ayuda de cierta manera a convivir con la sociedad racional y ultra científica que nos rodea.

Pero tranquilos, este vuelco hacia una cultura reaccionaria no es nuevo. De hecho, el Romanticismo, plagado de lo sobrenatural, surgió también a raíz de una generación que no se sentía satisfecha con la racionalidad propia de la Ilustración. No es de extrañarse, entonces, que después de tantos descubrimientos científicos angustiantes y desarrollo tecnológico producido en los últimos años, los jóvenes millenials se sientan desanimados y desconfiados por la ciencia y quieran tornar hacia narrativas más místicas.

Ahora bien, los millenials estamos estresados y angustiados y leer el horóscopo parece calmarnos porque nos da una idea de cómo va a ser el futuro y de cómo debemos proceder. Todo eso estaría bien si fuéramos donde verdaderos astrólogos que estudien los horóscopos. Pero, ¿por qué leemos las pachotadas  ocurrencias que ponen en las revistas cuando sabemos que en realidad solo nos dicen generalidades que a cualquiera podría sucederle e identificarse con ellas? Léase la imagen:

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Pues, una posible explicación es que no las leemos por lo que realmente nos digan, sino por el beneficio psicológico que nos proveen. No nos importa realmente si lo que dice que sucederá es real, sino si esto nos permite observarnos a nosotros mismos y pensar sobre las cosas que nos pueden estar sucediendo. De esta manera, el horóscopo actúa como una herramienta para la reflexión e introspección. Nos permite ordenar un poco nuestros mundos internos y clasificar nuestras experiencias. Además, nos libera un poco de la responsabilidad por nuestro futuro, sin dejar de posicionarnos como agentes de nuestro propio camino.

Desde esta idea, no parece tan raro querer leer el horóscopo; divertirte, reírte y encontrar cierto confort en que alguien o algo, quién sea, nos diga que todo va a estar bien. Aunque sea ficción, nos alivia un poco de la sobrecarga de información.

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