Todos tenemos un tío, primo o amigo que exige el cierre del Congreso cada vez que se discute de política en un almuerzo, cantina o bar. Normalmente, nunca le damos mucha importancia a la opinión de dicho amigo debido a que es “imposible” que eso ocurra. Se debe recordar que la palabra “imposible”, no existe en la política peruana. Se ha visto de todo: desde golpes de estado a un autogolpe, desde presidentes “no-elegidos” a presidentes presos, desde congresistas que no trabajan hasta congresistas que “no les alcanza” (nótese que reciben 46 veces el sueldo mínimo).

 

Esta semana se revelaron las tensiones existentes entre el Ejecutivo y el Congreso: llevando a que exista la posibilidad de que se niegue la cuestión de confianza por segunda vez. ¿Cómo así? Se le va a dar un recorrido a los eventos que tuvieron un impacto directo en dar lugar a este escenario.

 

Primero se debe repasar un concepto clave: La cuestión de confianza ¿Qué es? Es un instrumento político que el Ejecutivo puede utilizar para validar si cuenta con el apoyo del Congreso para seguir gobernando. El Congreso vota a favor o en contra de la “cuestión de confianza”. Si se obtiene más de la mitad de votos a favor, el Congreso debe garantizar su apoyo al Ejecutivo, sino el gabinete de ministros tiene que presentar su renuncia, al igual que el premier. Si este mismo escenario se vuelve a repetir, es decir, no se obtiene la cuestión de confianza por segunda vez en un mismo gobierno, el Ejecutivo tiene la opción de disolver el Congreso.

 

Ya utilizado antes este instrumento. ¿No es así? Nada más y nada menos que en el breve, inconsistente y trabado gobierno de PPK.

 

Cuestión de confianza en el gobierno de PPK (septiembre 2017)

En agosto del 2017, el Congreso decidió interpelar a la entonces Ministra de Educación, Marilú Mertens por el rol que había desempeñado en la huelga de maestros del 2017. Después de admitir que se cometieron ciertos errores gestión de dicha huelga, la cual duró casi cuatro meses, el Congreso apeló a la censura de dicha ministra. El entonces Presidente del Consejo de Ministros, Fernando Zavala solicitó la cuestión de confianza debido a que se trataría del segundo Ministro de Educación que se censuraría en el gobierno de PPK ¿Se acuerdan del caso Saavedra? No se llegó a obtener la confianza del Congreso y se produjo una crisis total del gabinete. Todo el gabinete de ministros renunció.

El gabinete de Zavala se retiró en el primer gobierno de PPK.

El gabinete de Zavala se retiró en el primer gobierno de PPK.

Primera cuestión de confianza en el gobierno de Vizcarra (septiembre 2018)

Tras los hallazgos de los famosos audios que comprometían a los consejeros del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) en una red de corrupción, era imprescindible para la imagen del presidente que este tomara acción.

 

El Ejecutivo planteó 4 reformas que buscaban combatir la corrupción. Las 4 reformas que el Ejecutivo le planteó al Congreso no solamente eran de carácter populista, sino también necesarias. Nadie quiere ver a los mismos congresistas de Fuerza Popular por otros 5 años. Por supuesto, cada vez que una reforma tiene un carácter urgente, ciertas bandas en el Congreso (Fuerza Popular, Apra) hacen su mayor esfuerzo por retrasar, obstruir y archivar la reforma.

 

Martín Vizcarra tampoco es ningún crédulo, por tanto, mediante su entonces primer ministro, César Villanueva, solicitó la cuestión de confianza. En este caso el Congreso aprobó la cuestión de confianza y se llevó al cabo el Referéndum del 2018 para rectificar la validez de las reformas planteadas.

premier_5

Segunda cuestión de confianza en el gobierno de Vizcarra (mayo 2019)

Después del Referéndum del 2018, Martín Vizcarra aún consideraba que se debían promover más reformas para “luchar contra la corrupción”, por tanto en colaboración con la cabeza de los estudios de Ciencia Política de la PUCP, Fernando Tuesta, desarrolló 12 proyecto de ley que fueron pasados al Congreso. Luego de 4 meses, el Congreso había archivado o presentado un insignificante avance en ejecutar dichos proyectos de ley. Entre estos proyectos de ley, se encontraba el de impunidad parlamentaria que, por supuesto, todo el Congreso estaba muy emocionado por sacar adelante.

 

El aparente causa inmediata de la segunda cuestión de confianza fue el Congreso blindara a Pedro Chávarry, tras ser acusado de formar parte de una “organización criminal” y se evaluara inhabilitarlo como fiscal por 10 años. Luego de este suceso, el presidente Martín Vizcarra decidió presentar otra cuestión de confianza. El blindaje de Chávarry no es un caso aislado: se trata de la actitud egocéntrica, pesimista y corrupta que tiene la banda fuji-aprista del Congreso.

A pesar de toda la evidencia en contra, el ex-Fiscal de la Nación no fue sancionado.

A pesar de toda la evidencia en contra, el ex-Fiscal de la Nación no fue sancionado.

El 29 de mayo, Martín Vizcarra exigió la cuestión de confianza por medio de su primer ministro, Salvador del Solar. Este 4 de junio el Congreso debatió la cuestión de confianza en presencia del Premier. El debate se extendió hasta el día 5 de junio, donde el congreso concedió la cuestión de confianza.

 

Es conocido lo pragmático que puede ser el Congreso en defender sus propios intereses ¿Por qué quisieran sacrificar la posición de poder que actualmente tienen? Su futuro estaba en sus propias manos y se salvaron. Por eso es que existen casos como el de Luz Salgado, quién votó a favor, pero dejo el siguiente comentario en el aire:

 

“Que la gente sepa que así demos estos cinco proyectos [seis en realidad] no se resuelve el problema de que roben todos los días en tu casa o que estén matando mujeres”

 

La cuestión de confianza se resume a votar a favor o en contra a colaborar con los proyectos de ley planteados por el Ejecutivo, si el Congreso desea, puede votar a favor a medias y luego retomar sus funciones de trabar y retrasar futuros proyectos.

Las diferentes reacciones al conocer que se aprobó la confianza.

Las diferentes reacciones al conocer que se aprobó la confianza.

Independientemente si se llega a cerrar el Congreso o no, este organismo debe tener claro de que los miembros dentro de este son prescindibles. Desde que PPK asumió el poder, se puede argumentar que el Congreso no ha permitido gobernar: Protestas contra el currículo nacional, la interpelación de dos Ministros de Educación, la vacancia presidencial y la lentitud en las reformas son solo algunos de los muchos males que causaron la bancada Fujimorista y Aprista (tampoco hay que criticar a todos los congresistas).

Más de uno quisiera que este escenario se repita.

Más de uno quisiera que este escenario se repita.

Si el Congreso llega a ser disuelto, queda claro que el tipo de cambio va a bajar, y que la inversión privada disminuirá (por lo menos en el corto plazo) pero todo eso es preferible a seguir todos los gobiernos con un Congreso tóxico y corrupto.

Editado por: Isabela García