Los Juegos Panamericanos en Lima están siendo la versión de este evento que más atletas ha agrupado desde que se llevó, por primera vez, a cabo (7000 atletas aproximadamente). En lo que va del torneo, Perú ha tenido una destacable participación: 7 medallas de oro; 6 de plata y 10 de bronce –23 en total– en diferentes disciplinas. Cada una de estas medallas tiene una historia extraordinaria en el trasfondo debido a que el deportista peruano siempre ha tenido el viento en contra. Estos Panamericanos pueden ser un punto de inflexión para que nunca más lo tengan.

Medallero de los panamericanos (al 8 de Agosto)

Medallero de los panamericanos (al 8 de Agosto)

Maria Fernanda Reyes comenzó su afición por el surf cuando acompañaba a su madre, Rosario, a vender raspadillas en Miraflores. Un día se le presentó la oportunidad de recibir clases de surf y, desde ese entonces, la popular Mafer no se volvió a despegar de la tabla. Gracias al apoyo económico de socios del Club Terrazas, Mafer logró costearse: sus viajes, wet-suits y tablas de surf, y así dar inicio a su carrera profesional. En marzo de este año, aseguró los suficientes puntos en el ranking WSL de surf para asegurar su participación en los Juegos Panamericanos. Este domingo, consiguió la medalla de plata en la disciplina de longboard femenino.

Una medalla de plata para Mafer en su primera aparición en los Panamericanos.

Una medalla de plata para Mafer en su primera aparición en los Panamericanos.

Gladys Tejeda nació en Junín en el seno de una familia humilde en la cual era la menor de nueve hermanos. Comenzó a competir en las carreras que organizaba la municipalidad en la que ella vivía. En el 2007, estuvo a punto de decidir dejar las pistas debido a la muerte de su padre, pero su madre la convenció de seguir. Fue reclutada por el IPD en el 2009, tras una buena participación en una competencia en Junín. Ha participado en Londres 2012, Los Juegos Bolivarianos 2013, en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 – donde fue mal asesorada y a pesar de conseguir una medalla de oro, fue descalificada por doping -y recientemente consiguió la primera medalla del oro para el Perú en esta edición de los Juegos Panamericanos.

La primera medalla de oro, junto a

La primera medalla de oro en esta edición de los Panamericanos.

Si bien no ganaron una medalla, también es rescatable la historia de José Vargas, Jesús Herrera y Jonathan Farías que pese a ser venezolanos, llegaron a representar al Perú en los Panamericanos. Vinieron al país en busca de trabajo, pero al nacionalizarse peruanos y decidir seguir su afición por el beisbol, fueron convocados a la selección de beisbol del Perú para los Panamericanos.

La inmigración venezolana al país también ha aportado deportistas.

La inmigración venezolana al país también ha aportado deportistas.

Estas historias son algunos ejemplos de las adversidades que tienen que superar los deportistas peruanos (y no tan peruanos) para poder destacar en sus disciplinas. Repetidas veces se ha escuchado la frase “hay talento pero no se apoya” y pues, en parte, esto ha sido verdad. En el 2015, el Perú invirtió cerca de $11 millones en preparación para los Juegos Panamericanos, de Toronto. En contraste, Brasil, México y Chile invirtieron: $842.4 millones, $233 millones y $213 millones, respectivamente. Estas inversiones finalmente se traducen en mejor alimentación para los deportistas, mejores instalaciones para su desempeño y, finalmente, en más medallas para el país.

Si bien se destinaron cerca de S/ 4,000 millones para poder llevar a cabo los Juegos Panamericanos, esto no es necesariamente una señal de progreso a nivel de desempeño deportivo. Las instalaciones construidas solo tendrán un impacto si se conservan al darles un correcto mantenimiento. Recordemos el caso de los Juegos Bolivarianos del 2013 en Trujillo. El grado de avance de estas obras en Trujillo cuando iniciaron los Bolivarianos fue de 57%. Muchas canchas nunca se terminaron de construir y no reciben mantenimiento. Se espera que este error no se repita y que las instalaciones les puedan servir a las futuras generaciones de deportistas. Estas instalaciones no solo favorecerán a personas como Mafer y Gladys en sus entrenamientos; sino también a los futuros cracks que aspiran alto.

Se deben aprender las lecciones de los Juegos Bolivarianos.

Se deben aprender las lecciones de los Juegos Bolivarianos.

Por otro lado, los Panamericanos han sacado a la luz deportes que no están en las portadas de los diarios en el día a día: bádminton, tiro, squash, gimnasia, entre otros. Si bien es positivo que diferentes atletas peruanos tengan un medio para demostrar sus talentos, hay que comprender el futbol seguirá siendo el deporte rey en el país, es decir, el que más apoyo y recursos reciba ¿Por qué? Porque los gobiernos de Latinoamérica utilizan al futbol como una alternativa de alto impacto y bajo costo para que los jóvenes pasen su tiempo libre. En Latinoamérica, es la alternativa que se utiliza para evitar que los jóvenes le dediquen su tiempo libre a las drogas o a la violencia (CAF Banco de Desarrollo de América Latina). Es mucho más barato construir y mantener una cancha de futbol (si quiera de concreto) que una de tenis o una piscina de natación, muchas personas, en simultáneo, pueden practicar el deporte y tiene mucha mayor popularidad y tradición en el país que el beisbol o básquet –que son alternativas con una propuesta de valor parecida–.

El futbol siempre ha sido la alternativa más popular y con mayor tradición en el país.

El futbol siempre ha sido la alternativa más popular y con mayor tradición en el país.

En síntesis, los Panamericanos nos han dejado nuevas historias como la de Mafer y los beisbolistas venezolanos y viejos conocidos como Gladys. Son el reflejo de la lucha del atleta peruano por salir adelante. Será importante para ellos–no peloteros– que a las instalaciones que deje el torneo se les dé el adecuado mantenimiento. En caso contrario, no tendrán todas las facilidades necesarias para desarrollar su potencial.

Finalmente uno puede preguntarse: ¿Y de qué nos sirve destacar deportivamente a nivel internacional? Por un lado, está el ámbito económico: ciertos deportes venden entradas a estadios, camisetas, merchandising y tracción, pero esto no se compara a sentir orgullo por tu país cada vez que compite. No se compara a ver a la madre que llora de emoción cuando ve que su hijo recibe una medalla de oro. No se compara a la imagen de un niño que observa en la televisión, cómo un atleta, que viene del mismo barrio que él, triunfa internacionalmente y lleva a que el niño se pregunte. “¿Si él pudo, por qué yo no?”

 

Editado por: Isabela García