Hace días, se promulgó una nueva ley que prohíbe la publicidad estatal en medios privados. La motivación para los autores de dicha ley fue la suma de S/ 1,700 millones que el Perú ha gastado desde el 2004 hasta el presente año por concepto de publicidad estatal en medios privados. Y la solución, según sus mismos autores, es que las instituciones del Estado publiquen sus anuncios, avisos, notas y reportajes en sus propios medios web (¿?). Una propuesta así se pasa de pechofrío está de espaldas a la realidad de la mayoría de los peruanos, y hay una lista de razones para explicar el por qué:

1) Pequeño detalle: ¿Cuántos peruanos tienen acceso a internet?

De acuerdo con la data de la Encuesta Nacional de Hogares 2015, el 44.8% de los hogares peruanos tiene acceso a internet. Sin embargo, el acceso difiere según nivel socioeconómico: en los NSE A, B y C1, el 95.8%, 78.6% y 55.4% respectivamente, tienen acceso a internet y están por encima de la media nacional. Pero en los NSE más bajos, C2, D y E, solo el 29.6%, 14.2% y 0.9% (¡!), respectivamente, tienen acceso a internet en sus hogares.

¿Cómo podríamos concentrar la publicidad Estatal en la web cuando menos de la mitad del país tiene acceso a ella desde casa? ¿Han revisado estas cifras los parlamentarios que elaboraron y que votaron a favor de esta ley? Pareciera que no.

¿Padres de la patria con ojos bendados?

¿Padres de la patria con ojos vendados?

2) No toda la información en el país es emitida por algún periódico, radio o canal del grupo El Comercio…

Radio Sepahua es una emisora que opera en el distrito del mismo nombre, en Ucayali. Es sintonizada por 5000 habitantes de comunidades y poblados de las cuencas de los ríos Sepahua y Mishahua. Cerca del 70% de los ingresos de dicha radio provienen de publicidad contratada por el municipio de Sepahua y el Gobierno Regional de Ucayali. Con esta ley, los números lo dijeron todo: la radio Sepahua desaparecerá. ¿Cómo se comunicará a estos 5000 oyentes dispersos geográficamente sobre los servicios estatales y campañas en la zona? ¿Quién hará algo por los programas en lenguas nativas que se emiten en dicha radio y que desaparecerán con ella? ¿Alguien abogará por la difusión de la cultura e identidad que los pequeños medios hacen al interior del Perú?

Vista panorámica de una parte de la comunidad nativa de Sepahua, en riesgo de quedarse incomunicada por la desaparición de su emisora de radio local.

Vista panorámica de una parte de la comunidad nativa de Sepahua, en riesgo de quedarse incomunicada por la desaparición de su emisora de radio local.

Otro ejemplo es Ilo, donde no llegan las señales de TV ni Radio del Estado. Radio Ilo correrá la misma suerte que Radio Sepahua, pues estas radios de comunidades y ciudades pequeñas subsisten en gran medida gracias a la publicidad estatal. ¿Cómo se enterarán de información Estatal sobre salud o educación todas las personas que viven en Ilo? ¿Todos tienen acceso a internet? ¿Alguien en el congreso sabe de Ilo u otros lugares de todo el Perú donde no llegan las señales de los medios del Estado y el acceso a internet es mucho más limitado que en Lima?

3) ¿Tal vez pensar sobre el próximo modelo de su frigobar y tv en la ofi del congreso no les dio tiempo de considerar el acceso a salud?

La publicidad ha jugado un rol protagónico en el camino a cumplir el principal objetivo de las campañas de salud pública: beneficiar a más personas. Avisos sobre campañas de vacunaciones, promoción de salud, y actividades tan importantes como preparación para el friaje y atención en situaciones de emergencia se verán enormemente afectados por la eliminación de su publicidad en los medios con mayor llegada. La actual ministra de salud lo confirmó así la semana pasada.

4) Al igual que el Día Nacional de la Aceituna, la publicidad que no logra recordación es irrelevante

Dado que al congresista Mulder le motivó un dato numérico para proponer tamaña piedra su ilustre proyecto de ley que ya es una realidad, también hemos de ponernos numéricos.

En publicidad, la recordación es todo. Y esta se logra al exponer al consumidor un mínimo de 3 veces al mensaje publicitario. Con los niveles actuales de rating del medio estatal más popular, TV Perú, un aviso tendría que ser emitido cada media hora durante una semana entera para lograr que solo el 4.8% de la población adulta del país la recuerde.

Hablando de recordación... ¿recordará Mulder cuánto gastaba Alan en publicidad?

Hablando de recordación… ¿recordará Mulder cuánto gastaba Alan en publicidad?

¿Eso es suficiente para cubrir las necesidades informativas de las instituciones del Estado? ¿Puede llevarse una campaña de salud exitosa con solo 4.8% de los adultos informados sobre esta?

Ahora bien, no hemos de pecar de ingenuos. Es cierto que los gastos del Estado merecen ser regulados. Un debate más informado sobre los pros y los cons de la publicidad estatal en medios privados, así como una mirada a la realidad de todo el país y todos los NSE podrían haber iniciado el camino hacia la regulación que se necesita en esta materia. Pero no esta ley, limitante e indiferente, que hace mucho más daño del que pretende “remediar”.

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