Hace unos días me puse a escuchar música ‘antigua’ mientras realizaba mis labores cotidianas. Paré un poco de escuchar los nuevos hits, entré a YouTube y escribí Gangsta’s paradise de Coolio en colaboración con L. V. Luego, el mismo reproductor empezó empezó con música de los años 90 y me puse a reflexionar sobre un pequeño gran detalle que había pasado desapercibido desde hace mucho tiempo. Estoy seguro de que en varias ocasiones personas de diferentes o incluso de la misma generación habrán dicho en más de una ocasión la frase de: “La música de antes sí que era buena y no la de ahora”; sin embargo, ¿hay razón absoluta en ese pensamiento o simplemente se trata de una pelea sin ningún tipo de sentido? ¿ha habido una evolución sustantiva desde los 80 o 90 hasta la actualidad en cuanto a producción musical?

La música transmite emociones muy diversas y profundas a aquellos que la escuchan.

En este artículo me referiré a música antigua al hablar de temas ochenteros y noventeros, mas no a música clásica ya que ese es otro tipo de discusión y tendría que retroceder mucho en el tiempo para discutir sobre el tema.

Primero, partamos por el hecho de que el gusto es algo subjetivo y las preferencias musicales van a estar arraigadas a la era en la que crecemos y los grupos sociales en los que nos relacionamos más. Sin embargo, ¿las canciones de hace unas épocas atrás son mejores que las de hoy en día? Ahí las cosas cambian, al menos en términos de repetitividad. Según un análisis exhaustivo realizado por el sitio web The Pudding, el contenido lírico de la música de estos tiempos se ha vuelto progresivamente más redundante.

En dicho estudio que tomó como base 15 mil canciones que han aparecido en el Top 100 del Billboard entre 1957 y 2017, se concluye que los hits modernos tienden a utilizar palabras de forma reiterativa y, a su vez, la tendencia cada año va creciendo. Además, el autor de dicha investigación, Colin Morris, utilizó canciones que fueron populares en sus tiempos.

Hoy en día la diferenciación entre artistas es prácticamente nula, ya que podemos encontrar gran similitud entre ellos sin ningún rasgo particular que defina a cada uno. Asimismo, la mayoría de las emisoras radiofónicas dedicadas a difundir la música tampoco ayudan a mejorar el nivel musical, dado a que siguen emitiendo de manera continua las mismas piezas hasta la saciedad. Por ejemplo, artistas y grupos como Michael Jackson, Whitney Houston, Mariah Carey, Madonna, Green Day, Linkin Park, Metallica, Eminem, Christina Aguilera, entre otros en su época tenían un mayor poder de influencia en las masas y hasta la actualidad siguen siendo recordados como también escuchados por las nuevas generaciones.

El videoclip tiene un mensaje social alusivo al la discriminación afro que aún existe en Estados Unidos.

La música comercial ha existido también en los 80 o 90, pero la diferencia está en que antes se producían canciones que tenían un valor artístico más rescatable con letras que transmitían un mensaje social o de crítica contra algún tipo de problemática como, por ejemplo, Earth song de Michael Jackson, One de Metallica, When you believe de Mariah Carrey y Whitney Houston, Circle of life de Elton Jhon, Dear mama de 2pac, One sweet day de Mariah Carrey y boyz II men, entre otros hits de la época.

Considero que en esos tiempos los artistas tenían más en consideración que la música podía ser más que un simple producto comercial y que podría ser una herramienta artística muy poderosa al igual que la poesía o el arte en general de mamera que podrían abordarse problemas sociales muy marcadas como el racismo, la contaminación, la pobreza, el hambre, conflictos bélicos, violencia de género, entre otros; buscando transmitir mensajes de paz y/o de crítica.

Diferentes artistas de la época utilizaron su fama para poder crear canciones con críticas sociales. Foto: Sopitas.com

Y si bien es cierto aún siguen existiendo esos problemas, actualmente la música llega a inclinarse más por quién logra vender más. Haydée Milanés, compositora, productora musical e intérprete representativa de la nueva escena musical cubana, comentó en una entrevista de 2019 para Arte por Excelencias que “Lo bueno no está separado de lo comercia. Claro, hay muchas cosas que son comerciales, que son de ‘moda’ y ya dentro de diez años nadie se acuerda de esa canción. También, indicó que el problema actual de la música está en los autores dado a que estos mismos se encasillan en géneros que están de ‘moda’ para ganar fama y obtener ganancias de ello.

El artista 2Pac trató de realizó varias canciones con mensajes de protestas.

Otro punto es que la producción de los videoclips hoy en día tiene un mayor nivel de calidad técnica gracias a las nuevas tecnologías y exploración de nuevas herramientas para poder crear estas piezas. Sin embargo, al momento de hablar sobre los mensajes artísticos o el valor que transmiten dichas creaciones termino inclinándome con que antes se hacían mejores videoclips.

¿A qué voy con este punto? La producción actual de los videoclips es mucho mejor ya que se graban con nuevas cámaras o equipos de sonidos que permiten una mejor experiencia al consumidor de esta industria. No obstante, antes se realizaban videoclips con mensajes sociales más potentes. Por ejemplo, el videoclip de Wing of change de Scorpions no tendrá una calidad buena a nivel técnico audiovisual, pero transmite un mensaje de paz ante conflictos bélicos pasados. Pasa el mismo caso con Straight outta compton de N.W.A., el cual tiene un videoclip que impresiona más por todo el mensaje antisistema y la queja sobre el racismo que vivía la comunidad afro.

El videoclip resalta las consecuencias negativas que tienen las guerras.

Finalmente, considero que la música como un valor artístico ha mutado, se ha convertido en una industria meramente comercial y que se centran más en generar tendencias lucrativas. En mi opinión, anteriormente también se tenía ese pensamiento, pero eran los mismos artistas musicales quienes llegaban a tener el poder para transmitir mensajes a través de las letras o mediante un videoclip. Así que creo que el problema no es que hoy en día haya peor calidad de música, sino que hay otro tipo de visión e intereses dentro de la industria y que esta discusión depende del gusto de cada uno.

Edición: Kelly Pérez.