Frente a la marea actual de docuseries, podcasts, novelas y comunidades virtuales sobre el asunto, podemos afirmar que los públicos de hoy demandan historias violentas de la vida real con finales sangrientos. Claramente, hay algo atractivo en el género true crime (expresión del inglés que puede traducirse como ‘crimen verdadero’ o ‘crimen real’) ¿Qué dice esto de nosotros como sociedad? ¿Somos asesinos en potencia, voyeristas o tan solo buscamos catarsis?

El catálogo de Netflix tiene una gran oferta de docuseries de true crime

Este fenómeno no es nuevo en lo absoluto y podemos hacer una correlación hasta las ejecuciones públicas que, de igual manera, representaban narrativas de crímenes reales para un público en masa. En la Inglaterra victoriana hallamos una fascinación cultural por espectáculos de colgaduras, funerales y escenas de crimen, reflejada en los titulares de los diarios de la época y la popularidad de géneros literarios como el terror y misterios de detectives; sin dejar de mencionar el trato cultural de celebridad hacia la ola de asesinos en serie y líderes de cultos a la personalidad en la década de los setenta.

Prolíficos asesinos en serio: Ted Bundy, Jeffrey Dahmer, John Wayne Gacy, Jr., Gary Ridgway, David Berkowitz, Aileen Wournos y el asesino del Zodiaco.

A la par de los avances tecnológicos, el fenómeno de true crime se continúa adaptando para hallar nuevas representaciones. Con la llegada de la radio hallamos las radionovelas seriales de misterio y policiales; con la televisión inician reportajes diarios que relatan todos los crímenes desde locales hasta internacionales; y en la era del streaming, Netflix realiza un real esfuerzo por cubrir todo el panorama de asesinos seriales en docuseries.

Incluso nuevos formatos de difusión de contenido han encontrado un espacio para el true crime: numerosos podcasts sobre el tema, comunidades en redes sociales como Reddit o 4Chan dedicados a especular o resolver casos, y hasta una convención internacional, CrimeCon.

Este año se realizó en Las Vegas, NV.

¿Por qué los crímenes más horribles y violentos prueban ser una fuente tan abundante de entretenimiento? Dado que el crimen es usualmente ajeno al espectador común, es obvio que debe ser atractivo por lo desconocidas que puedan ser las motivaciones, prácticas y consecuencias en la realidad.

Por otro lado, la neurología explica que estos contenidos gráficos y violentos nos llevan a liberar adrenalina en ambientes seguros y controlados, lo cual produce excitación. La respuesta más popular desde los fanáticos de true crime, un público mayoritariamente femenino, es que funciona como un aprendizaje que los prepara para una potencial confrontación similar en la vida real.

La famosa grabación de Elisa Lam en el ascensor del Hotel Cortez, hasta el día de hoy continúa generando hipótesis en detectives aficionados.

Hay que notar la relación problemática aquí: el true crime es un género de ficción que representa eventos reales, por lo que no es posible hallar o relatar la totalidad de la verdad en ningún crimen, incluso los resueltos. Por tanto, cualquier medio está representando una versión limitada y ficticia, la cual se guía por la veracidad accesible de los hechos criminales y los parámetros de narrativa necesarios para el entretenimiento.

El rapto de las sabinas, Jacques-Louis David, 1799

Las historias más compartidas son aquellas que establecen paradigmas clásicos con héroes y villanos claramente definidos. Desde los inicios de la historia, cuando las sociedades confrontan un horror demasiado grande de aceptar, la respuesta para sanar colectivamente ha sido representarlo. Las artes son de gran ayuda ya que como bien cultural nos permite poseer significados compartidos sobre realidades actuales. Ver el horror permite alejarlo, y esta es la clave del éxito del género: la distancia cómoda en contacto con la estimulación de adrenalina.

REFERENCIAS CONSULTADAS:

https://studycorgi.com/the-true-obsession-with-true-crime/

https://studycorgi.com/the-true-obsession-with-true-crime-research-paper/

https://www.rasmussen.edu/degrees/justice-studies/blog/true-crime-obsession/