Reelegir a Alan García y a Castañeda, crear y desarrollar la carrera política de Keiko, y despertarse tarde para ir al trabajo y tener que soportar el tráfico en la Javier Prado. Cometer el mismo error dos veces está tan arraigado a la cultura peruana como un cebiche y una Inca Kola en un cálido día de verano.

Si bien un cebiche y una Inca Kola nos sientan bastante bien en el verano, recordemos que El Fenómeno de El Niño suele ser la mancha de aceite en una camisa blanca de nuestro verano. No tengo que repasar las cifras de millones de dólares en daños a la infraestructura del país y el número de muertes que ocasionó el Fenómeno de El Niño en el 2017 para resaltar la idea de que un evento de este tipo no puede tener un impacto tan negativo en el país. Si bien la respuesta inmediata del país fue positiva gracias a que se percibieron miles de dólares en donaciones de diferentes compañías, países y de los mismos peruanos, hay que recordar que fueron medidas reactivas; y no, preventivas.

SUPERNIÑO

Todos disfrutamos el verano, pero el del 2017 fue uno para el olvido.

Este año el Estudio Regional del Fenómeno de El Niño prevé de que este verano existe un 73% de probabilidad de que el Fenómeno se vuelva a producir en la costa peruana. El Fenómeno de El Niño de 1998 nos costó 1,800 millones de dólares. Preocupa el hecho de que el gobierno no haya tomado las medidas necesarias con la rigurosidad necesaria para asegurarse de que un escenario así no se vuelva a repetir.

Después de los daños causados por el niño costero en el 2017, se aprobó un presupuesto de 1,864 millones de soles para reconstruir al norte. A la fecha tan solo se ha avanzado con 37,9% de las obras planificadas. Es decir, hasta el día de hoy, nuestros compañeros del norte siguen viviendo las repercusiones de lo ocurrido en marzo 2017.

El progreso en las obras del norte ha sido lento. Esperemos que los gobernadores electos cumplan sus promesas.

El progreso en las obras del norte ha sido lento. Esperemos que los gobernadores electos cumplan sus promesas.

Algunos de los gobernadores regionales recientemente electos declararon que las obras destinadas a la reconstrucción del norte no se han realizado con la velocidad necesaria, y que en sus gobiernos se realizarán estas obras y otras medidas para prevenir y reducir el impacto del Fenómeno del Niño. El gobernador electo en Piura, Servando García Correa indicó que en sus primeros 100 días de gobierno se elaboraran“(…)los expedientes técnicos para atender 60 cuencas ciegas e implementar un sistema de drenaje pluvial para Piura y Sullana.” No cabe duda que las declaraciones de los gobernadores tienen un carácter populista, pero es cierto que debería haber mayor velocidad en las obras que tengan como objetivo la reconstrucción del norte y la prevención contra el Fenómeno de El Niño. No se debe esperar a que ocurra otro para recién tomar acción (ahora sí de veritas).

Podemos tomar como ejemplo la historia de Holanda. En 1977 el Comité de Diques de Río elaboró un informe en el cual indicaba que era necesario destruir viviendas en las que habitaban alrededor de 150,000 personas para construir un sistema que evite inundaciones. El gobierno holandés adoptó una posición tibia y tuvo que experimentar inundaciones en 1993 y 1995, en las cuales se vio obligado a evacuar a 200,000 personas, para que se llevara a cabo dicho proyecto (¿Dónde más hemos visto que un gobierno adopta una posición tibia?). El actual sistema de prevención de inundaciones de Holanda está diseñado para soportar la peor inundación en 10,000 años (aquellas que tienen 0,01% de probabilidades de ocurrir en cada año).

Holanda ha combatido toda su historia contra las inundaciones. Sus proyectos consisten en construir vías de agua, canales y represas para evitar que ciudades enteras queden inundadas. El proyecto más grande que han emprendido se llama Room of the River y consiste en la construcción de más de 40 proyectos de infraestructura a un costo de 6 mil millones de euros. El proyecto se inició en el 2006 y se culminará el próximo año. Si bien la situación holandesa es mucho más crítica, 2/3 del país es vulnerable a inundaciones (omaiga) se debe tomar la idea de que una inversión solida en prevención contra el Fenómeno de El Niño, nos evitará muchas muertes, desaceleración la economía y daños en la infraestructura del país.

"De doorbraak van de Sint Anthonisdijk bij Houtewael" Lienzo de William Schellinks que revive una inundación en Holanda en 1965.

“De doorbraak van de Sint Anthonisdijk bij Houtewael” Lienzo de William Schellinks que revive una inundación en Holanda en 1965.

El Fenómeno de El Niño que se va a presentar este verano probablemente no tenga una intensidad como el que atacó el norte del país hace 2 años, pero un estudio en el que participó el SENAMHI, indica que será más frecuente en los próximos años debido al calentamiento global. En Holanda la situación tuvo que empeorar antes de que mejore. Se sabían de los posibles daños que podía causar una inundación si no se realizaba el proyecto propuesto en 1977, pero se tuvieron que soportar inundaciones en años consecutivos (1994 y 1995) para recién llevarlo a cabo. Esto mismo nos podría pasar si no se toma una posición proactiva.

Voy a dejar la siguiente frase extraída del libro Las Leyes de Murphy que resume las decisiones políticas del Perú que aparecen en los diarios en el día a día:

“Los asuntos triviales se resuelven con rapidez. Los asuntos importantes no se resuelven nunca”