La revelación inesperada del experimento secreto que pone en jaque a la bioética.

He Jiankui ha sido el primer genetista en cruzar la línea que separaba al mundo actual del sinfín de posibilidades que abre el nacimiento de humanos genéticamente modificados. Al menos eso intenta hacernos creer a través de su cuenta de Youtube, creada hace 4 días. Con 5 videos cortos que explican cómo modificó genéticamente los embriones de dos gemelas para hacerlas inmunes al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) que portaba su padre, el genetista chino ha creado en la academia científica más pleitos que un militante de PETA en McDonald’s. No ha realizado ninguna publicación científica sobre el caso, pero garantiza que los bebés genéticamente modificados han nacido sin preocupaciones. Es decir que él y su equipo han guardado el experimento en secreto por más de 9 meses: ¿celo científico o miedo del fracasoy el subsecuente linchamiento académico? Además, He es acusado de haber falsificado las firmas del comité de ética que supuestamente le habría concedido el permiso de llevar a cabo el experimento.

El método que aplicó He Jiankui solo se distingue del proceso habitual de fertilización in vitro por la adición de un paso: el uso de CRISPR-Cas9, las tijeras moleculares favoritas de todos los genetistas desde el 2015. CRISPR-Cas9 es el conjunto de un identificador genético específico y una tijera molecular que corta la secuencia identificada. En este caso, su aplicación generó una mutación que elimina el sistema celular que permite la infección de nuestras células por VIH. Esta mutación ya existe naturalmente en algunos grupos humanos, y su desarrollo evolutivo es estudiado como un caso peculiar de evolución humana reciente. Sin embargo, inducir esta mutación por CRISPR-Cas9 puede aumentar la susceptibilidad humana a otras enfermedades, o tener efectos secundarios desconocidos; y a pesar de que He Jiankui garantice —sin pruebas— tener esto controlado, muchos académicos se han pronunciado en contra de la aplicación tan temprana de esta tecnología en humanos.

¿Genio en la botella o caja de Pandora?

Entre los detractores del Dr. He se encuentra Feng Zhang, investigador del MIT cuyo aporte fue crítico para habilitar la aplicación de CRISPR-Cas9 en embriones humanos. El Dr. Feng declaró que el riesgo del experimento de He Jiankui no debió ser tomado, ya que existen métodos alternativos, asequibles y más confiables para evitar la transmisión del virus de un padre a un embrión. Su preocupación se exacerba por el secretismo que ha rodeado esta investigación; y porque los pacientes con VIH involucrados son una población vulnerable, una condición  que es evaluada con mucho cuidado por los comités de ética a nivel internacional. A esta posición se suman varios investigadores y especialistas en bioética, además de una centena de científicos chinos que aseguran que “acá empieza el Universo Marvel “se ha abierto una caja de Pandora”, en relación al riesgo de que la edición genética de embriones humanos sea acogida por científicos con fines turbios.

El movimiento Social Nacionalista del Perú Andino se ha contactado con He Jiankui para que los ayude a “recuperar la raza aria andina”.

El movimiento Social Nacionalista del Perú Andino (los nazis peruanos) se habría contactado con He Jiankui para que los ayude a recuperar la inexistente “raza aria andina”.

George Church, un genetista de Harvard, apoya el experimento asegurando que ha visto los resultados en las etapas iniciales y que no dan pie a ambigüedades. Según él, el muestreo genético realizado demuestra consistentemente que el método ha sido exitoso. Comparte la opinión del grupo de científicos chinos que firmó una carta abierta respecto al incontrolable potencial de la edición genética en humanos, pero toma una postura optimista al afirmar que “ha salido el genio de la botella”.

Del 27 al 29 de noviembre se desarrolla la 2da Cumbre Internacional sobre la Edición del Genoma Humano, en donde He Jiankui es participante. Los organizadores del evento se han expresado respecto a las revelaciones brindadas por el científico chino sin condenar directamente sus actos, pues aún están llevando a cabo la investigación necesaria para determinar si sus afirmaciones son ciertas, y de serlo, si ha respetado las decisiones tomadas por las instituciones vinculadas a su desarrollo dentro de la ley. Las declaraciones brindadas por la universidad donde laboraba el Dr. He, y el hospital en donde se habría realizado el tratamiento de los pacientes no dan mucha esperanza sobre la legalidad del proceso seguido.

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Representación de la relación que podría haber tenido He Jiankui con el comité de ética que lo evalúa.