Grey’s Anatomy cuenta con 14 temporadas y lleva al aire 12 años. ¿Quién la sigue viendo, por qué es tan exitosa y por qué puede considerarse como buena televisión? ¿No es solo una serie dramática “para chicas”?

La medición de su éxito no se basa solo en la cantidad de episodios que tiene – más de 300 por si se preguntaban – sino en la capacidad para mantener sus altos ratings después de tantos años. Si bien yo no he dejado de ver la serie, hubo un momento en que pensé: ¿quién aparte de mi ve esto? Pues, un montón de gente. Y les gusta porque para la temporada 13, el show era el drama televisivo más rateado. Además, ha sido una serie bastante premiada. Ha recibido 10 nominaciones de los Golden Globe, ha ganado tres People’s Choice Awards para mejor drama en el 2007, 2013 y 2015 y se encuentra en el número 9 en la lista de los 50 mejores shows en Netflix.

Entonces, ¿qué la hace una serie de calidad?

En primer lugar, la serie imparte tendencias en el mundo televisivo, luchando activamente contra las desigualdades. Para empezar, Shonda Rhimes es la primera mujer afroamericana en ser la directora única de un programa televisivo, lo que dice mucho sobre las tendencias que marca esta serie.

Por otro lado, desde la dirección y selección de personajes, Grey’s es uno de los pocos shows que no hace referencia a descripciones físicas a la hora de seleccionar sus personajes; así, da el rol a aquel actor/actriz que mejor se desempeñe, sin importar su apariencia. De hecho, el único personaje que tenía una descripción física era el de Miranda Bailey, que se describió como una mujer pequeña, rubia y con cabello rizado.

Bueno, es una mujer pequeña

Bueno, es una mujer pequeña

Además, es una dirección que no teme eliminar a un importante miembro del elenco por mal comportamiento (Isaiah Washington, que hacía de Dr. Burke parece haberse mostrado homofóbico con otro miembro del elenco). Si bien era un personaje importante, Shonda Rhimes no temió despedirlo y dejar a Cristina Yang plantada en el altar.

En segundo lugar, el contenido; cada episodio empieza con una voz en off (Meredith Grey, normalmente) que toca diversos temas aleccionadores. Aquí un ejemplo del capítulo 3 de la temporada 11:

“(…) Pero la vulnerabilidad no es lo opuesto a la fortaleza. Es una parte necesaria. Tenemos que obligarnos a abrirnos, a exponernos, a ofrecer todo lo que tenemos y esperar que sea suficiente. Si no, nunca tendremos éxito.”

Y no solo son frases cursis, sino que los capítulos tocan temas importantes de actualidad. Desde política, religión, sexualidad, salud mental y desigualdades sociales, Grey’s Anatomy sabe darle el espacio merecido a estos temas. Por ejemplo, en el episodio 9 de la temporada 12 Meredith inicia hablando sobre cómo los hombres tienen más posibilidades de hablar e intervenir. En este episodio es atacada por un paciente hombre que físicamente tiene más poder que ella, pudiendo asfixiarla y causarle daño en la tráquea, lo que consigue que esta pierda su voz por el episodio. Este termina con Meredith diciendo: “encuentra tu voz y llena el silencio”, buscando contribuir a la lucha de empoderamiento femenino.

Recientemente, en la temporada 14, el episodio llamado “Beautiful Dreamer” toca la situación de muchos inmigrantes en Estados Unidos. Para ello, no solo hace una historia sobre una interna de cirugía (Sam Bello), sino que recurre a consultar a una organización, llamada Define American que se dedica a asesorar el retrato de los inmigrantes en el mundo televisivo; además, los escritores del capítulo escucharon las historias de estadounidenses indocumentados para aprender sobre las situaciones reales por las que una persona indocumentada en el país puede pasar. Así, se presenta como una serie responsable con su labor de comunicación y representación de la sociedad.

Si bien muchos critican el constante drama en los episodios y pues, verdad, ¿qué tantas pérdidas puede seguir sufriendo la pobre Meredith?, lo resaltante del show es cómo se manejan estas. No solo son vistas como oportunidades para aumentar el rating, sino que permiten crear personajes inspiradores, integrar aspectos de salud mental, centrándose en brindar al espectador figuras femeninas empoderadas.

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Así, Meredith es vista como un personaje en constante evolución; se retratan sus inseguridades y conflictos internos, dificultades con su pasado, afrontamientos a la pérdida de su esposo y su gran capacidad de resiliencia, lo cual le permite mostrarse como una mujer que integra su trabajo, con su rol de madre, sin perder de vista sus obligaciones morales y con aquellos que se encuentran en desventaja. Por otro lado, los personajes secundarios también muestran historias de superación que inspiran y dan una mirada integradora del ser humano; la lucha de Miranda Bailey contra una enfermedad mental, las desventuras de Jo Wilson transitando por la pobreza y el abuso, entre muchas otras.

A través de episodios e historias de este tipo, Grey’s Anatomy aprovecha su llegada a millones de usuarios para confrontarlos con problemas que suelen perderse en la vida cotidiana y los prejuicios que manejamos. Es una de las series pioneras en mantener un elenco diverso que represente las diferencias raciales, de género y orientación sexual de las personas, así como las diversas dificultades que estas pueden acarrear.