No conozco a una persona que no quiere o necesite más dinero, ya sea para comprarse un auto nuevo, un día de juerga o para cancelar sus tarjetas de crédito. Obviamente, al bolsillo no le cae nada mal algunos centavos de más. Sin embargo, cuál será la clave de la felicidad: ¿Ganar mucho dinero o tener un trabajo que te haga feliz?

Es una pregunta típica, ¿no? El término “felicidad” se define de muchas maneras diferentes a varias personas. Para algunos, la felicidad es simplemente tener un techo donde vivir y comida en su mesa. Para los demás (y probablemente muchos otros) la felicidad significa tener cosas buenas, como por ejemplo: Casa propia, tecnología, ropa de marca, auto nuevo, etc. Por lo general, para pagar todas estas cosas chéveres finas de la vida, queremos un salario alto. Sin embargo, en qué punto la satisfacción pasa a segundo plano para preferir un mejor salario ¿Acaso no es posible tener lo mejor de ambos?

Nos encontramos frente a una disyuntiva entre la satisfacción laboral vs. alto salario. Resulta difícil resolver el dilema de si es preferible trabajar en algo que no nos gusta demasiado o que aborrecemos, siempre que se gane mucho dinero, o si es mejor tener un empleo seguro que nos satisfaga plenamente, aunque esté mal retribuido. Las ocupaciones que producen más satisfacción son las que implican un mayor grado de realización personal, y se basan por tanto en las actividades que aportan un alto valor. Aquí el dinero no tiene mucho que ver con la satisfacción en el trabajo.

Los expertos calculan que la motivación extra que proporciona un aumento de sueldo dura tres meses y, según la mayor parte de estudios al respecto, queda claro que el dinero nunca es el principal factor motivador (aunque siempre hay outliers que solo les importa el dinero).

En este caso, bajo este contexto podríamos formular la siguiente ecuación:

Ecuacion

Hay personas que les gusta sentirse poderosos, ganar mucho dinero o comprarse cosas, y hay otras personas que ponderan más otras cosas como pasar tiempo con la familia y amigos, la salud o estar de vago. Sin embargo, podría haber infinidad de perfiles considerando solo estas variables ¿Te imaginas todas las combinaciones posibles?

¿Se han puesto a pensar cuanto tiempo de tu vida le vas a dedicas al trabajo? Estadísticamente, para los 22 años (un tercio de tu vida) habrás conseguido un título para conseguir un trabajo decente, pero eso no es todo. Gastamos aproximadamente un tercio más de nuestras vidas en el trabajo. Para entonces, ya habrás gastado dos tercios de tu vida, tendrás aprox. 40 años y posiblemente una familia a la cual deberás mantener, por lo que trabajar ya no será solo por satisfacción personal sino también por necesidad.

La edad es otro elemento de la satisfacción laboral frente a un alto debate salarial. Estereotípicamente hablando, si eres más joven entonces eres más propenso a tolerar trabajar más horas por un poco menos dinero (con la esperanza de ascenso profesional y satisfacción general en el trabajo). En teoría, si usted tiene un trabajo con una buena cantidad de responsabilidad entonces usted merece el salario más alto. ¿Qué es realmente “satisfacción laboral”? Son cosas como la progresión y el avance de la carrera, buena formación, grandes colegas, beneficios y seguridad en el trabajo están bajo ese paraguas de “satisfacción”.

Todo el mundo tiene altibajos en sus puestos de trabajo, pero si usted no se siente nada a gusto en su trabajo, ¿un salario más alto valdrá la pena? Como dice el gran Jeff Bezos: “Si no puedes ser feliz sin dinero y cosas materiales, no es probable que te sientas feliz”. Muchas personas que tienen salarios altísimos no pueden conseguir lo que quieren. Conozco un caso de un broker, quien gana $50k mensuales, y aun así solo puede ver a su pequeña hija 1 vez al mes por designio legal. Ni ganando todo el dinero del mundo podría comprar su felicidad y ver a su hija como un padre normal. Asi como este caso, hay muchos otros en donde las personas más adineradas aun teniendo todo el dinero del mundo no logran ser felices. Realmente una paradoja de la vida.

Volviendo al tema, la felicidad tiende a ser alcanzada dependiendo de la actitud de la persona que lo busca. Si usted puede ir a trabajar y reír, divertirse y encontrar alegría en tu trabajo, entonces usted tiene la felicidad de carrera básica allí. En cambio, si estás emocionalmente sufriendo en tu trabajo todos los días, entonces ninguna cantidad de dinero en el mundo te hará cambiar de parecer. Tal vez es hora de que busques otro trabajo o que te dediques a fumar marihuana dormir todo el día.

La respuesta a esta disyuntiva es muy complicada, pero creo que para responderla es fundamental conocerse a uno mismo, tus prioridades en la vida y objetivos. Como dicen, el dinero no compra la felicidad, pero lo podría dejar a la vuelta de la esquina.