Pareciera que las noticias sobre Donald Trump nunca paran. Hace unas semanas redacté un artículo sobre su política relacionada con Huawei y la guerra comercial con China. Sin embargo, hoy aparece algo aún más importante: finalmente Mueller fue entrevistado sobre el reporte que publicó el mes pasado. Para entrar en contexto y que no te pierdas, desde hace un tiempo se llevó a cabo una investigación ante la sospecha de fraude en las últimas elecciones norteamericanas (en las cuales Trump salió victorioso), pues se presumía que hubo intervención rusa en estas. Mueller, director del FBI, fue nombrado consultor especial de dicha investigación. Como resultado de esta, Mueller elaboró un reporte, pero no fue publicado directamente: primero, el Fiscal General, un miembro del gobierno del mismo Trump, relató un breve resumen en el cual mencionó que el presidente no había cometido ningún crimen. Sin embargo, el hecho de que estos comentarios vengan de un miembro de gabinete de Trump generaba gran desconfianza. Solo para poner en perspectiva: cuando Trump se enteró de que habían nombrado a Robert Mueller como consultor especial para la investigación dijo “Oh por dios. Esto es terrible. Esto es el fin de mi presidencia. Estoy ca***o.”

Sin embargo, no se puede afirmar que el Fiscal General estaba mintiendo porque ciertamente, el reporte no señala en ningún momento la cita textual “Trump cometió este crimen”. Así no funcionan los reportes del FBI, pues estos sólo se encargan de llevar a cabo la investigación, no de indicar si es que se cometió o no un crimen. Tal fue la alegría en la administración de Trump de que el reporte no señalara algo explícitamente en su contra que él mismo publicó en su cuenta de Twitter: “No colusión. No obstrucción.” No obstante, durante los años de la investigación, nadie escuchó directamente de Mueller sobre su investigación. Era un agente bastante encerrado y privado; incluso durante las primeras semanas de la publicación del reporte, el consultor no aparecía por ningún lado. Hasta que la semana pasada anunció que daría una entrevista en vivo, nadie sabía incluso sobre qué sería la entrevista.

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Durante dicha entrevista dijo que su investigación había finalizado, que se iba a retirar de la oficina de consultor y que habían descubierto que múltiples oficiales del ejército ruso, en múltiples ocasiones, lanzaron ataques a las elecciones de Estados Unidos. El punto más álgido fue ese, que pueden probar que sí hubo intervención rusa en las elecciones, especialmente, en contra de Hillary Clinton. Aunque lo que más llamó la atención fue un breve momento en sus declaraciones en las cuales señaló que un presidente no puede ser denunciado por un crimen mientras esté ocupando el cargo; es decir, no pueden imputarle nada a Trump hasta que salga de la Oficina Oval, protegido por la Constitución. Básicamente, le tiró el pato al congreso, que hoy cuenta con una mayoría demócrata. Es más, en un momento Mueller señaló “Si hubiésemos tenido la certeza de que Trump no cometió un crimen, lo habríamos dicho.”

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Lo que dijo fue bastante confuso, pero la media norteamericana pareciera tener consenso en que el mensaje fue bastante claro; sin embargo, la media no importa, en EE.UU. se ve a los miembros de la media como elitistas intelectuales. El punto es convencer al pueblo norteamericano: a todos ellos que ven en Facebook que Hillary Clinton fue enviada por un demonio o que creen que las vacunas causan autismo o que sus hijos se van a morir porque algunos inmigrantes ingresaron a su país ilegalmente. No es el trabajo más simple, y es algo que la Portavoz de la Casa de Representantes (podría decirse el equivalente al primer ministro), Nancy Pelossi, reconoce.

Después de la entrevista, la mayoría, si es que no todos los candidatos demócratas a la presidencia salieron a decir que se debería buscar la vacancia presidencial para poder denunciar a Trump. Por el otro lado, Pelossi, que es más cautelosa (un ejemplo para la Tía Villarán y Keiko), dijo que no estaba dispuesta a buscar la vacancia presidencial en estos momentos. Un comentario realmente poco popular que le puede hacer perder su puesto de portavoz. Por su lado, Mueller ha negado la posibilidad de aparecer en un testimonio más, incluso frente al congreso.

Finalmente, es en extremo importante ver las acciones del congreso en estos momentos y seguir de cerca las decisiones de los demócratas. Pero ¿por qué Pelossi no quiere hablar del tema? La respuesta es simple: la vacancia es un arma de doble filo, si es que funciona entonces sería una victoria espectacular, pero si es que no… sería el nuevo aprismo. Lo único que Pelossi quiere es que si van a buscar la vacancia, más les vale que sea un caso asegurado.