José Miguel es un emprendedor que desde hace 5 años se dedica a la confección de calzado y es reconocido por sus clientes al vender productos de alta calidad y a un precio accesible. Sin embargo, durante el 2020, debido a las medidas de aislamiento por la COVID-19, ya no podía seguir atendiendo en su puesto comercial, así que decidió ingresar al mercado digital para poder vender sus productos. Grande fue su sorpresa al percatarse de que su marca “Calzado José Miguel” ya existía desde hace 2 años en las redes y que incluso habían utilizado la misma tipografía que él empleaba.

Ante esta situación, José Miguel decide consultar con algunas amistades quienes le preguntaron si al momento de iniciar su negocio registró su marca ante el INDECOPI. Consternado por la pregunta recordó que no inscribió su empresa ante los registros públicos (SUNARP) ni mucho menos registró su marca ante el INDECOPI, ya que consideraba que eran procedimientos engorrosos y costosos; por lo que, respondió que no había registrado su marca. Así pues, uno de sus amigos –preocupado por la respuesta- explica que si la otra empresa registró la marca “Calzado José Miguel” en INDECOPI, probablemente José Miguel no pueda usar dicha marca para sus calzados, ya que el registro ofrece seguridad jurídica y permite un uso exclusivo a favor de la otra empresa.

Fuente: Vecteezy

Si bien este es un caso hipotético, en la actualidad, cerca del 90% de las empresas que ingresan al mercado -especialmente las micro, pequeñas y medianas (mipymes)- no registran su marca. En efecto, cada año se establecen y formalizan alrededor de 250,000 nuevas empresas, pero el INDECOPI solo recibe un promedio de 26.000 registros de marcas al año, lo que representa el 10% del total. ¿Curioso, no? ¿Será porque nuestro Estado es deficiente? Esta data evidencia que el ejemplo propuesto no dista mucho de la realidad, ya que el Congreso de la República señala que una de las principales barreras que los emprendedores enfrentan cuando deciden emprender es el registro de su marca ante el INDECOPI, debido al elevado costo del registro marcario.

El INDECOPI contempla que el Registro de Marcas tiene un costo de S/534.99 y el costo por cada clase adicional es de S/533.30. A cualquiera –que no le sobre la plata- le parecerán montos que podrían desincentivar la presentación de solicitudes de registro de marca, en especial para el caso de micro y pequeñas empresas, las cuales –en la mayoría de casos- no pueden atender el pago de tasas tan elevadas.

En abril pasado, mediante la Ley N.° 31724, nuestro querido Congreso se hizo una y aprobó la Ley que promueve el registro de signos distintivos estableciendo la reducción del derecho de tramitación para la micro y pequeña empresa (MYPE), la cual dispone otorgar un beneficio del 25% para que las MYPES puedan registrar sus marcas y otros signos distintivos ante el INDECOPI. Ojito, ojito… siempre que cumplan con tener vigente el RUC y el certificado de inscripción en el Registro de la micro y pequeña empresa (REMYPE).

De este modo, la tasa de registro de marcas de productos, servicios, marcas de certificación, nombre y lema comercial para las MYPES baja de S/534.99 a S/401.24; mientras que, la tasa por cada clase adicional se reduce de S/533.30 a S/399.97. ¿Tú qué opinas, igual es un valor un poco alto o no?

Fuente: INDECOPI

Ahora bien, si tú querido lector estás empezando tu camino de emprendedor; por favor, toma en cuenta las razones beneficiosas de registrar tu marca:

  1. Al ser titular de una marca, podrás interponer alguna denuncia en caso se utilice a tu marca sin la debida autorización. De este modo, se podrá evitar que otras personas se apropien de tu trabajo, prestigio, reputación y años de inversión.
  2. El registro te dará la oportunidad de utilizar la marca de forma exclusiva por 10 años, periodo que se puede renovar sucesivamente.
  3. En caso tu emprendimiento resulte exitoso y se haya registrado la marca, podrás disponer de ella -vendiéndola, licenciándola o franquiciándola a un tercero- y recibiendo a cambio una retribución económica.

No esperen a que les pase lo mismo que a “Calzado José Miguel”, aprovechen este beneficio y registren sus marcas. Y como señala la popular frase… “Guerra avisada, no mata gente”.

Edición: Camilla Chirinos