¿Podemos saber algo que no es verdad? Entre las ramas de la filosofía, este es el tipo de preguntas que conciernen a la epistemología, campo dedicado a entender el conocimiento, los procesos por los que lo adquirimos y sus implicancias.

Para entender qué es el conocimiento, los epistemólogos elaboran mucho los conceptos “saber” y “creer”. La distinción parece ser clara, uno sabe cuando uno está seguro y tiene evidencia. Muchos dejan de advertir que todo conocimiento es indistinguible de una creencia, e incluso los conocimientos aceptados como verdaderos, podrían probarse erróneos. Saber, entonces, para los epistemólogos, solo significa que la creencia es verdadera (Turri, 2011).

La verdad, sin embargo, no es la única condición para el conocimiento. Si tanto mi amiga que estudió y mi amigo que adivinó varias respuestas reciben una puntuación perfecta en el examen, entonces ambos tuvieron creencias verdaderas sobre las alternativas. La diferencia es que una llego a la verdad con justificaciones creíbles para sus creencias y el otro sin ellas, pero ¿por qué importa tener justificación si ambos llegaron a la verdad? (Turri, 2011)

Es imposible comenzar a aprender lo que uno piensa que ya sabe. – Epicteto

Platón nos ofreció la primera gran definición del conocimiento, como una “creencia verdadera justificada”. La justificación es lo que le otorga a la creencia verdadera la estabilidad para poder ser considerada conocimiento. Necesitamos poseer razones o conocimientos previos que sustenten mi creencia, no basta con que tan solo resulte ser verdad (Platón). Es la diferencia entre quien mete una chuza con suerte y el profesional de bowling.

Lo que nos mete en problemas no es lo que no sabemos, sino las cosas de las que estamos seguros, pero no son ciertas. – Mark Twain

Durante la primera mitad del siglo XX, la comunidad filosófica aceptaba la definición platónica del conocimiento como una creencia verdadera justificada con muy poca contención. El filósofo norteamericano Edmund Gettier (1927-) lanzó una pequeña publicación de tres páginas, titulada “Is Justified True Belief Knowledge?” (1963), que puso en cuestión todo lo asumido por Platón y abrió un nuevo debate que continúa hasta el día de hoy. Gettier propuso contraejemplos, ahora conocidos como “problemas de Gettier”, que cumplían con los tres requerimientos de “creencia verdadera justificada” y, sin embargo, fallaban en ser conocimiento (Gettier, 1963) . El caso propuesto por Gettier es el siguiente:

Dos amigos, Smith y Jones, aplican para el mismo trabajo; en la sala de espera, cuentan las monedas que Jones lleva en el bolsillo y son diez. El presidente de la compañía, anteriormente, le dijo a Smith que Jones recibirá el puesto, por lo que Smith genera la creencia de que “la persona que recibirá el empleo tiene diez monedas en el bolsillo”. Para sorpresa de ambos, Smith recibe el puesto y, sin percatarse antes, también tiene diez monedas en su bolsillo.

Esto ilustra un claro ejemplo de una creencia verdadera justificada (“la persona que recibirá el empleo tiene diez monedas en el bolsillo”) que no es conocimiento. La creencia de Smith fue verdadera solo por razones circunstanciales y la evidencia que justificaba la creencia fue errada, aunque haya sido cierta. A partir de estos “problemas de Gettier”, no se ha llegado a un consenso entre el hecho de que el conocimiento debe ser adquirido con justificación y la imperfección del modelo de “creencia verdadera justificada” que iluminó Gettier (Zagzebski, 1994).

El conocimiento sería fatal. Es la incertidumbre la que le encanta a uno. La bruma hace las cosas maravillosas. – Oscar Wilde

Frente a la nueva disparidad en la definición de conocimiento, los filósofos han postulado diferentes alternativas para resolver el problema de Gettier. Entre los más aceptados, está la noción de agregar una condición más al modelo platónico. En 1967, el filósofo norteamericano Alvin Goldman (1938-) sugirió una condición causal, que propone que las creencias solo pueden ser justificadas si la verdad de la creencia fue la razón de esta; es decir, solo puede considerarse conocimiento si la justificación de la creencia es la condición que lo hace verdadero (Goldman, 1976). Esto resolvería el caso de Gettier, ya que Smith solo generó su creencia porque Jones tenía 10 monedas en su bolsillo y pensó que recibiría el empleo.

¿Qué podemos aprender de esto? Habrá que recordar a Gettier cuando no estamos seguros de algo y preguntarnos “¿esto lo creo o lo sé?”. La evidencia y la justificación es muy importante para acercarnos a la verdad, y hoy existe evidencia (verdadera y falsa) para justificar cualquier punto de vista. Más que encontrar justificaciones que apoyen mi punto de vista, habrá que reconsiderar de manera constante si lo que asumo como conocimiento es tal vez una creencia. Mucho de lo que “sabemos” lo recibimos mediante experiencia propia o el testimonio de una autoridad de nuestra confianza, por ello la capacidad crítica es vital para discernir por nosotros mismos.

Cuidado con el falso conocimiento, es más peligroso que la ignorancia – George Bernard Shaw

Edición: Paolo Pró

REFERENCIAS:

  • Gettier, E. L., Weber, M. A., & Yolcu, N. (2019). Is Justified True Belief Knowledge? / Ist gerechtfertigte, wahre Überzeugung Wissen?: (Englisch/Deutsch.) Reclam Great Papers Philosophie (1.a ed.). Reclam Philipp Jun.
  • Goldman, A. I. “Discrimination and Perceptual Knowledge.” The Journal of Philosophy 73.20 (1976): 771-91.
  • Platón, Teeteto
  • Turri, J. Manifest Failure: The Gettier Problem Solved. Philosophers’ Imprint. University of Waterloo. 2011.
  • Zagzebski, L. The Inescapability of Gettier Problems. The Philosophical Quarterly, Vol. 44, No. 174 (Jan., 1994), pp. 65-73
  • Audiovisuales:
  • Arte: Albrecht Dürer (1471-1528)
    • Liebre joven (1502)
    • El rinoceronte (1515)
    • Melancolía I (1514)
    • El caballero, la muerte y el diablo (1513)
    • San Antonio leyendo (1519)