En estos últimos días, la opinión pública ha estado plagada de noticias sobre la postulación de Susy Díaz incesante inestabilidad política generada por los enfrentamientos infantiles del Ejecutivo y el Legislativo. En medio de las críticas por revertir la licencia a Southern por el proyecto Tía María, se revelaron conversaciones telefónicas del presidente Vizcarra y autoridades del Gobierno Regional de Arequipa, en las cuales se escucha al mandatario supuestamente afirmando que iba a revocar la licencia, aunque Del Solar dijera que se estaba buscando el dialogo para sacar adelante el proyecto #DecidetePes.

Esta noticia le cayó como anillo al dedo a la oposición mayoritaria en el Legislativo. Por lo tanto, surgió en el mercado hemiciclo la nueva posibilidad de una propuesta de Dia del bodeguero vacancia presidencial, liderada por Mauricio Mulder. ¿Qué es eso y por qué se ha escuchado más en este gobierno que en toda la historia republicana? Aquí te lo resumimos como para que leer tanto no te cause alzheimer.

La vacancia presidencial es un procedimiento estipulado en el Artículo 113 de la Constitución del Chino de 1993. En este se establecen 5 supuestos bajo los cuales el presidente de la República vaca:

“1. Muerte del presidente de la República.

  1. Su permanente incapacidad moral o física, declarada por el Congreso.
  2. Aceptación de su renuncia por el Congreso.
  3. Salir del territorio nacional sin permiso del Congreso o no regresar a él dentro del plazo fijado.

Y 5. Destitución, tras haber sido sancionado por alguna de las infracciones mencionadas en el artículo 117 de la Constitución.”

Ahora, un pequeño memorex al año 2017. Cuando PPK #NoRenunciaré afrontó su primer proceso de vacancia presidencial, el argumento principal fue la “permanente incapacidad moral” por acusaciones de corrupción con Odebrecht, a través de su socio. ¡Un chileno nos vio la cara! (Vilcatoma, 2017) #CondoritoEsChileno. No obstante, ¿qué es permanente incapacidad moral? No existe consenso sobre la definición exacta de este supuesto, a pesar de estar presente desde la constitución de 1839 (Bustamante, 2017). Por ello, la ‘incapacidad moral’ deja carta libre a ser sustentada y determinada, por el Congreso,  para cada caso concreto.

Entonces, entramos en el dilema: ¿es el Congreso actual capaz de sustentar una moción de tal magnitud? Un ejemplo clarito es la propuesta de vacancia de diciembre del 2017, que afirmaba que ‘faltar a la verdad’ deterioraba y era contraria a la ‘majestad del presidente’. A partir de esta premisa, TODOS los presidentes de la historia republicana de Perucito podrían haber sido vacados #SanoySagrado. Pudo haber mejor sustento,  por ejemplo: el interés público por encima de los intereses privados, etc (Bustamante, 2017).

toledo

Y…¿cómo funciona esta wa este procedimiento? Primero, se debe presentar una moción de vacancia presidencial firmada por mínimo 26 congresistas (20% del Pleno, de acuerdo al Art. 89-A del Reglamento del Congreso), debidamente fundamentada con argumentos de hecho y de derecho, así como documentos que la validen #PapelitoManda.

Luego, la misma debe ser admitida por el 40% de congresistas hábiles osea ninguno, en otras palabras, que no se encuentren en licencia o hayan sido suspendidos. En caso proceda, se deberá fijar día y hora para el debate, que debe ser entre el tercer y décimo día de admitida la moción, excepto si el 80% del número legal de congresistas considera necesario un plazo menor o su debate y votación inmediata. El mandarario puede ejercer su derecho de defensa personalmente o a través de un letrado, por un máximo de 60 minutos ante el pleno. Para que la vacancia sea aprobada, se necesita una mayoría calificada en votación, es decir, mínimo 2/3 del Parlamento (87 congresistas) a favor de la moción.

Este turbulento gobierno que despegó en el 2016 y no ha parado de tambalearse ya afrontó dos procedimientos de vacancia ‘express’ y estaría por formularse una tercera moción #YaDejaloEstaMuerto. ¿Aguantará la crisis política más incertidumbre? Muchos se han mostrado en contra de la nueva posibilidad de vacar al presidente, pues consideran que no existe fundamento suficiente. Los audios de Tía María, si bien controversiales, no constituirían prueba suficiente de una ‘permanente incapacidad moral’, así que Vizcarra respira tranquilo.

Ante un clima tan hostil entre poderes del Estado, la oposición Legislativa puede encontrar la manera de sustentar su pedido de vacancia y el escenario político se volvería un caos. Sin saltar a conclusiones, es importante reflexionar sobre si vale la pena convulsionar más al país, que vuelve a ser lo que Manuel Gonzales Prada afirmó: “El Perú es un organismo enfermo: donde se pone el dedo, salta la pus”.

Editado por Isabela García