Sin duda alguna estos días el pan de desayuno de todos nuestros hogares ha sido la política peruana. Si bien ya veníamos atravesando la crisis más dura que ha pasado el Perú, no solo a nivel económico, sino también sanitario, se sumó la cereza del pastel: la crisis política.

Si antes de esta cuarentena no sabías quien era Pedro Cateriano, Martín Ruggiero, o la tan sonada cuestión de confianza, este artículo es para ti. Voz Actual te cuenta un poco más acerca de esta figura jurídica y qué pasó en nuestro variopinto Congreso que le dijo Next! al anterior gabinete de ministros y se prepara para el próximo martes decidir una vez más el futuro del país.

El punto de partida de esta historia inicia cuando el presidente Martín Vizcarra anunció cambios en el gabinete ministerial. Muchos afirman que fue por la insuficiente gestión del exministro de salud, Zamora, o el poco diálogo y persuasión con el Congreso de Vicente Cevallos, y demás personalidades por los nulos resultados que hemos tenido como país para responder a esta pandemia.

Fue lo uno o lo otro, pero finalmente todo dio como resultado que haya un nuevo gabinete, que lejos de ser la mejor opción de Vizcarra, trajo consigo una ola de críticas y memes por algunos personajes como un ministro de Trabajo que solo conoce del sector privado y no tiene experiencia en el sector público y al mismo ministro de Educación, que hasta tiene el roche de las tablets a sus espaldas y una tira de enemigos por su performance en la Sunedu y la lucha por el cierre de universidades bambas en el Perú.

Los rones Ruggiero

Fue así como el 04 de agosto cuando nuestro ex presidente del Consejo de Ministros, Pedro Cateriano, -que si muchos no lo conocen es un político que ya tiene trayectoria en esas ligas- se preparaba para exponer ante nuestro elocuente Congreso la Política General del Gobierno, que en palabras sencillas era exponer el plan de trabajo de cómo cada ministro iba a conducir el país según su cartera y solicitar el voto de confianza.

¿Qué es el voto de confianza?

Sin muchos rodeos, el voto de confianza es el mecanismo de control político que otorga el Congreso a un nuevo gabinete Ministerial. De acuerdo con el art. 130° de nuestra Constitución, esto tiene un plazo máximo de 30 días de haber asumido sus funciones. [1]

¿Cómo se realiza?

El presidente del Consejo de Ministros concurre al Congreso, en compañía de los demás ministros, para exponer y debatir la política general del gobierno y las principales medidas que requiere su gestión. Plantea al efecto la cuestión de confianza.

Si el Congreso no está reunido, el presidente de la república convoca a legislatura extraordinaria, que básicamente es una llamada a reunión de los congresistas para que debatan sobre un tema en específico y solo puede durar como máximo 15 días.

Una vez reunido el Congreso, y posterior a la explicación de la Politica General de Gobierno (plan de trabajo), se desarrollará un debate parlamentario donde el nuevo jefe de gabinete debe responder las preguntas formuladas.

Este se otorga con el 50% más uno (mayoría simple) de los votos de los parlamentarios presentes. Es decir, si en la sesión participan los 130 congresistas, se requerirá como mínimo 66 votos.

¿Qué sucede si no se obtienen los votos necesarios?

Si no se obtienen los votos necesarios, corresponderá que en 72 horas que todo el Consejo de Ministros renuncie (incluido su presidente). Luego, se deberá conformar un nuevo gabinete, en este se podrá volver a convocar a algunos mismos integrantes en sus mismas carteras u otras -el tan conocido “chocolateo” político-; pero no podrá reintegrarse el premier saliente ni tampoco ingresar como ministro de ninguna cartera. [2]

Es decir, el presidente tiene la elección, a discreción, del nuevo gabinete, conforme una sentencia del Tribunal Constitucional del 2018, la cual precisa que el presidente de la república tiene la plena libertad para nombrar a sus ministros de Estado, de acuerdo con la Constitución que establece las limitaciones claras para ejercer como tal. [3]

¿Y se puede cerrar el Congreso nuevamente por la negativa de cuestión de confianza?

Pues como estamos en el último año de gestión parlamentaria, el presidente no puede disolver al Congreso al denegar dos veces la confianza a un gabinete.

Ahora sí, con estos conceptos previos podemos entender con más claridad qué pasó ese funesto 04 de agosto de 2020, donde nuestros “héroes” de la patria decidieron, por diferencias de algunas bancadas con el ministro de Educación, darle la espalda al país.

Fuente: RPP

Luego de una larga y candente sesión parlamentaria donde lo que más abundó fue el café y lo que más faltó fueron argumentos válidos, el pedido de confianza acabó con 37 votos a favor, 54 en contra y 34 abstenciones. La confianza, como hemos visto, requería 66 votos a favor, por lo que Cateriano el breve y su gabinete dijeron adiós a sus sillones ministeriales.[4]

Fuente: Portal Ojo Público

Como era de esperarse, Cateriano renunció y Vizcarra tuvo que pronunciarse, y aunque todos esperábamos alguna voz de protesta, este aceptó lo resuelto por el Congreso y rápidamente se puso -mismo Nick Fury-a buscar a sus nuevos Avengers. Entre estos ha convocado desde personalidades de las Fuerzas Armadas hasta una conocida activista como la Dra. Sasieta, en búsqueda de la tan ansiada cuestión de confianza. Sin embargo, nada está dicho dado que la manzana de la discordia -es decir, nuestro ministro de Educación- sigue en pie de lucha.

Así que, si creías que este capítulo ya había terminado, déjame decirte que aún falta porque la lucha de poder entre el Legislativo y el Ejecutivo, no se detiene ni por el Covid-19. Solo queda estar atentos y pedir que el Congreso ponga un granito de patriotismo y no imposibilite resurgir (o lo que sea posible) de esta crisis.

Fuentes:

[1] Art. 130° Constitución Política del Perú
[2] Art. 82° del Reglamento del Congreso
[3] Sentencia recaída en el Expediente N°006-2018-P1/TC
[4] https://elperuano.pe/noticia-%C2%BFque-ocurre-con-gabinete-cateriano-luego-no-obtener-confianza-100667.aspx

Edición:
Daniela Cáceres