Durante las últimas semanas, se ha hablado mucho de la Bolsa de valores, el trading y, en general, sobre las acciones y Wall Street. Ya es tarde, 15 años tarde. Junto a esto, noticias sobre las criptomonedas han vuelto a resaltar en los medios. El bitcoin, por ejemplo, es una de ellas. Pero ¿qué sabemos de este? ¿Será esta la moneda del futuro? A continuación, estimado lector, aplicaremos conceptos económicos para determinar si las criptomonedas, en específico, el bitcoin, son una alternativa al dinero que actualmente conocemos y las implicancias que se podría tener al invertir en estas.

Para entender si el bitcoin cumple con las características y funciones del dinero, es importante conocerlas. El dinero es el medio aceptado en la economía para la realización de transacciones de compra y venta de bienes y servicios. En específico, las funciones del dinero son las siguientes: medio de pago, depósito de valor, unidad de cuenta y patrón de pagos diferidos. Estas hacen que el dinero “sirva” y sea aceptado por todos los agentes de la economía, independientemente del lugar y la moneda que se maneje. Es un medio de pago porque facilita el intercambio y, por convención, se acepta y está garantizado por los Gobiernos. Asimismo, el dinero es depósito de valor porque, quien lo posee, mantiene un poder adquisitivo que podrá materializar en un bien o servicio en el momento que así lo desee. También, es unidad de cuenta, ya que el dinero expresa en unidades los valores (precios) que poseen los bienes y servicios. Finalmente, es patrón de pagos diferidos, debido a que se puede adquirir una deuda (pago a futuro) especificando que el pago se realizará en términos monetarios; es decir, la deuda se expresa en términos de dinero.

Ahora que sabemos las funciones que cumple el dinero, apliquemos estos conceptos a las criptomonedas y, en específico, al bitcoin. ¿Es un medio de pago? Cada vez, más empresas se suben al barco al plantear la opción de una posible aceptación de criptomonedas como forma válida de pago. Este es el caso de Mastercard, Uber, Tesla, entre otros, que, recientemente, han anunciado que podrían aceptar a la criptomoneda como medio de pago en un futuro cercano. Además, papá Elon compró 1.500 millones de dólares en bitcoin. ¿Es un depósito de valor? De hecho, si mantienes posiciones en bitcoin, puedes utilizarlo para realizar pagos en establecimientos que ya lo acepten o intercambiarlo por otra moneda como dólares, por ejemplo, con lo cual puedes adquirir bienes y servicios. Esto hace que mantengas un poder adquisitivo durante un prolongado periodo de tiempo, aunque hay que considerar volatilidad de este. Tema para otro artículo.

¿Es una unidad de cuenta? Cuando vas a una tienda, por ejemplo, los productos o servicios se anuncian en un tipo de moneda específico, según el país en que te encuentres. En la mayoría de los países, aún no es común ir al supermercado por leche y pagar en cierta cantidad de bitcoin u otras criptomonedas. Además, su la alta volatilidad la hace un medio complicado para medir el valor de los bienes o servicios de la economía. ¿Es un patrón de pagos diferidos? Al momento de adquirir una deuda, no es posible comprometernos a realizar los pagos futuros en bitcoin o en criptomonedas todavía, lo cual la convierte en un candidato que no pasa esta prueba específica.

Ahora que hemos visto que las criptomonedas solo cumplen algunas de las funciones del dinero, ¿será una buena opción “invertir” o adquirir estas? Depende. Lo cierto es que este tipo de activos no están regulados por una autoridad monetaria, lo cual las convierte en un arma de doble filo. Recordemos que los Bancos Centrales son los encargados de la política monetaria, aquella que busca, entre otros objetivos, la estabilidad de las monedas. De hecho, el Banco Central Europeo ha solicitado una regulación global del bitcoin por tratarse de un activo “altamente especulativo”. Asimismo, al no estar regulado y ser casi imposible de “trackear”, sería el medio favorito para realizar actividades y transacciones ilícitas, fuera del ojo de cualquier autoridad fiscal. Sumado a la alta volatilidad y especulación de los últimos años, las convierten en una moneda poco confiable, que podría generar desilusiones a quienes esperen obtener ganancias en muy corto plazo.

Este serías tú si hubieras comprado bitcoins al inicio de la pandemia (2020)

Para finalizar, ¿debemos o no invertir en criptomonedas? La respuesta dependerá del nivel de riesgo que estés dispuesto a aceptar, así como la información que poseas antes de empezar a realizar este tipo de operaciones. Es importante que reconozcas el efecto especulativo que genera presión al alza en este tipo de opciones y, en caso decidas adquirir esta moneda, estés dispuesto a aceptar cierto margen de pérdidas o estés preparado para ser millonario.

Edición: Claudia Barraza