“El periodismo es como la prostitución: se aprende en la calle”, “Todos los días muere alguien. Tienes que hacer que ese muerto parezca el primero”, “Un autor sin lectores no es escritor. Es como una puta sin clientes”. Estas son algunas de las frases que se mencionan en la película Tinta Roja  como en su base literaria homónima del escritor chileno Alberto Fuguet.

La esencia de esta cinta cinematográfica se fundamenta en la formación de un periodista de antaño. Sobre todo, de uno que se encuentra en la sección de policiales. Es así que, se relata la historia de Alfonso Fernández, practicante de periodismo, conoce a su jefe Saúl Faúndez, director de la sección de policiales, que le enseñará todo lo que se necesita para ser un verdadero periodista.

Primera historia en el diario El Clamor. Fuente: Blogger.com (2001)

Por un lado, en lo que va de la historia, Fernández le enseña todas las técnicas literarias que utilizará con el tiempo su aprendiz para construir todas las historias basadas en asaltos, muerte, suicidios y asesinatos. Así como Fernández aprende de Faúndez, García Márquez nos enseña que realizar una crónica en el periodismo es esgrimir las herramientas literarias para intentar construir una historia en base a hechos reales. Por otro lado, en esta película se considera al periodismo como un género literario más de los ya reconocidos.

Esto lo sostiene el ganador del premio Nobel y periodista de El Espectador de Colombia, Gabriel García Márquez con lo siguiente:

Considero al periodismo como un género literario al mismo nivel que la novela, la poesía, el cuento y el teatro. Y es importante porque es un género literario con los pies puestos sobre la tierra. La literatura permite evadirse, pero con la formación periodística un cable lo retiene a uno en el suelo. (Fundación Gabo, octubre de 1995).

De esta manera, la forma de hacer periodismo es practicarla en la calle, en los hechos, en la noticia. Es por ello que, utilizar las herramientas narrativas para construir una crónica, un reportaje e incluso una historia ayuda a conectar hechos y la manera que tiene el periodista para explicar lo que podría ser una noticia ordinaria en una historia novedosa. Entonces, la crónica utiliza las herramientas literarias para poder hacer una historia común y corriente en una crónica.

Entrevista con el periodista y escritor colombiano Juan Gossaín Abdallah. Fuentes: Fundación Gabo. (2019)

Regresando a la historia, Alfonso busca convertirse en un escritor, pero antes de eso tiene que aprender todo lo que se necesita para convertirse en un verdadero periodista. Asimismo, comienza redactando reportajes y es aquí donde se presenta una característica esencial en esta parte del periodismo: los detalles humanos. García Márquez  lo presenta de la siguiente manera: “Un reportaje es una noticia completa, pero con un factor importante: los detalles humanizados”.

Finalmente, el escritor colombiano sostuvo que el periodismo es “El mejor oficio del mundo”, ya que en esta profesión estás frente a una historia, fundamentado en la realidad. Por añadidura, define al periodismo con lo siguiente:

El periodismo es una pasión insaciable que sólo puede digerirse y humanizarse por su confrontación descarnada con la realidad. Nadie que no la haya padecido puede imaginarse esa servidumbre que se alimenta de las imprevisiones de la vida. Nadie que no lo haya vivido puede concebir siquiera lo que es el pálpito sobrenatural de la noticia, el orgasmo de la primicia, la demolición moral del fracaso. Nadie que no haya nacido para eso y esté dispuesto a vivir sólo para eso podría persistir en un oficio tan incomprensible y voraz, cuya obra se acaba después de cada noticia, como si fuera para siempre, pero que no concede un instante de paz mientras no vuelve a empezar con más ardor que nunca en el minuto siguiente. (Fundación Gabo, 1996).

Diez reflexiones del escritor y periodista colombiano para entender la narración periodística. Fuentes: El Mundo (2020)

Editado por Khrissé Suazo