Hoy en día, mantenerse en un trabajo estable puede resultar difícil.  Si algo es cierto, es que, con o sin pandemia, los despidos siempre han existido. Presentar un excelente currículo o hacer un buen proceso de selección para un trabajo no basta actualmente. Tomando en cuenta ello, surge la pregunta: ¿cómo hago para mantenerme en mi puesto? La respuesta puede ser compleja, ya que depende de varios factores. Sin embargo, existe un concepto llamado riesgo moral en la economía, el cual puede ayudar a entender el comportamiento y la toma decisiones de una empresa con base en las acciones de los trabajadores. Esto nos ayudará a entender qué podríamos cambiar para mejorar las posibilidades de mantenernos en un puesto de trabajo.

Fuente : gestionsolidaria.com

Para empezar, el riesgo moral es aquel modelo en el cual un agente realiza acciones que no son observadas por el principal, luego de la firma de un contrato. Este concepto puede trasladarse al mercado laboral, donde los trabajadores cumplen el rol de agentes; y las empresas, el de principales. Los empleados, en este caso, realizarían acciones o labores que no pueden ser observadas por la compañía (principal). El problema, entonces, surge cuando el agente realiza acciones que el principal no puede controlar e influyen, asimismo, en la probabilidad de que tenga lugar un acontecimiento. En el mercado laboral, los trabajadores pueden realizar ciertas actividades que no pueden ser controladas por el empleador (principal) y afecta negativamente en la producción y, por lo tanto, en los beneficios económicos de la organización. Cuando esto sucede, esta última puede identificar y despedir a los trabajadores que influyen negativamente en sus beneficios. Las empresas no pueden observar las acciones de sus trabajadores, pero sí su esfuerzo o desempeño a través de su producción.

Para explicar mejor el tema, pongamos un ejemplo. Juan y Pepe son dos jóvenes que acaban de firmar un contrato por seis meses con una empresa llamada “Explotadora. S.A.C.”, que se encarga de elaborar informes contables para otras empresas. La renovación del contrato, asimismo, dependerá de su desempeño en los próximos seis meses.  Juan, por un lado, decide inscribirse en un curso de Excel avanzado de dos meses, ya que esto lo ayudará a hacer los informes más rápidos. Por otro lado, Pepe está confiado en que le renovarán el contrato al cabo de los seis meses, pues tiene un currículo excelente.

Ahora, la empresa, por cada informe que elabore Juan y Pepe para los clientes, gana 1 sol. Por ello, “Explotadora. S.A.C.” estima que su función de beneficios, en los próximos seis meses, será la cantidad de informes que elabore Pedro (θh) menos su salario (Wh) sumado con los informes de Pepe (θn) menos el salario de este (Wn):

TT = (θh –  Wh) + (θn – Wn)

Pasado los seis meses, “Explotadora. S.A.C.” observa que sus beneficios no son lo esperaba. Las empresas clientas han manifestado quejas, con respecto a que algunos de los informes no han llegado a tiempo, por lo que esos no serán pagados. Revisando el control, la empresa observa que Pepe elaboró la mitad de los informes de los que elaboró Juan; además, no los hizo a tiempo. Estas acciones de Pepe influenciaron negativamente en los beneficios de la empresa estos últimos seis meses, pues el sueldo de Pepe en estos últimos seis meses fue mayor a las ganancias que obtuvo por sus informes. Finalmente, “Explotadora. S.A.C.” renueva contrato con Juan, despide a Pepe, y comienza la búsqueda de un nuevo trabajador.

En el ejemplo, se observa que Pepe se confió con la firma del contrato, aun sabiendo que esto no era definitivo ya que, pasado los seis meses, la empresa podría tomar otra decisión, más aún si sus beneficios se ven afectados negativamente. Por su parte, Juan decidió tomar un curso que lo ayudo con sus habilidades y pudo, en consecuencia, hacer los informes más rápidos.

En conclusión, el concepto de riesgo moral puede ser adaptado al mercado laboral. Este nos demuestra cómo las acciones de los trabajadores pueden influenciar en las decisiones de las empresas. Estas últimas pueden despedir a un trabajador cuando la acción de este afecta a sus beneficios. En ocasiones, el no mejorar nuestras habilidades puede ser una acción que afecte negativamente a la empresa, como ocurrió en el caso de Pepe que, finalmente, fue despedido, a diferencia de Juan, quien se siguió preparando académicamente y se mantuvo en el trabajo. Tomando en cuenta ello, si se desea mantener un puesto laboral, se debe seguir mejorando las habilidades profesionales constantemente y no confiarse en ningún caso. #SécomoJuannocomoPepe. #Noteconfies.

Edición: Claudia Barraza