Los certámenes de premios son una gran oportunidad para que los grupos de críticos y personajes, que trabajan de la industria, reconozcan los méritos artísticos del año. Tras la reciente 94va edición de los premios de la Academia, donde CODA se llevó el galardón mayor, la atención cultural ha regresado al cine. Muchos se esfuerzan en ver todas las cintas nominadas antes del evento o se reúnen con amigos a hacer apuestas y ver la ceremonia.

A pesar de contar con otros certámenes (como los premios BAFTA o los Globos de Oro) y festivales de cine de renombre como (Cannes o Venecia), los premios de la Academia (popularmente referidos como los “Oscar”) mantienen su estatus como el galardón mayor.

Sin embargo, nunca fallan en obviar de su selección limitada a numerosos filmes de gran calidad que no reciben tal exposición. Este artículo busca iluminar a algunas producciones cinematográficas del año pasado que pasaron desapercibidas para quienes solo consultaron la cartelera de la Academia.

TITANE (Dir.a Julia Ducournau, Francia)

Fuente: Zombie War Management

Titane narra la historia de Alexia (protagonizada por Agathe Rousselle), una mujer a quien, luego de un accidente automovilístico, se le coloca una placa de titanio en el cráneo y, a medida que avanza la historia, queda impregnada por un carro.

Ha sido una cinta divisiva por la crudeza sus escenas, ya que confronta al espectador con los aspectos más gráficos de su narración, por lo que muchos han optado por salir de la sala de cine o incluso tener reacciones físicas como sudar o vomitar. Esto es por diseño, la atención de la película se retiene en las áreas grises de la fisicalidad justamente porque la historia funciona como una expresión física del dolor.

Fuente: Recette Facile

El corazón de la película, finalmente, consiste en la deconstrucción de esas defensas humanas que utilizamos como máscaras. Al comienzo, nuestra protagonista está cubierta de constructos sociales que restringen algo eterno en ella y, a medida que avanza, la vemos intentar desempeñarse por distintos caminos para pelar esas capas de sí misma. Pronto ese despojar deja de ser metafórico y es allí cuando el recurso de horror corporal es efectivo para el espectador y los acerca a la textura emocional del dolor.

La película permite acompañar a Alexia en su brutal e incómoda búsqueda de significado. Más allá de una travesía de renacimiento, es también una exploración del rol aprisionador que cumple hoy la identidad.

A HERO (Dir. Asghar Farhadi, Irán)

Fuente: FilmAffinity

El reconocido director iraní Asghar Farhadi no es para quienes gustan de historias con claros y definidos “buenos” y “malos”. En los filmes de su extensa carrera, ha logrado alcanzar retratar con mucha profundidad las áreas grises de la experiencia humana en sociedad, exaltando las motivaciones por sobre las debilidades, en un tejido humano lleno de imperfecciones.

A Hero no es la excepción al caso, sino uno de los mayores logros de su trayectoria, que ya ha sido galardonada con dos premios de la Academia a mejor película internacional por A Separation (2011) y The Salesman (2016). Narra la historia de Rahim Soltani (protagonizado por Amir Jadidi), un padre soltero encarcelado por una deuda que, al salir de permiso por un par de días para recaudar el dinero, encuentra una bolsa de monedas y opta por devolverla. Una vez que los medios divulgan la historia, es catapultado al ojo público como un “héroe”.

Fuente: Kinépolis

Lo que podría sonar como un relato de valores con una clara moraleja al final es todo lo contrario. No solo el protagonista toma rutas moralmente cuestionables en repetidas ocasiones, sino que el desagradable hombre, que no le perdona la deuda y lo mantiene en prisión, argumenta con gran retórica su perspectiva.

Muy aparte de actuar como una ventana hacia la sociedad iraní, consta también de un énfasis moderno en las nuevas maneras de difusión cultural y sus consecuencias en la vida pública.

Quien vea este filme deberá encarar sus propios valores y considerar si existe siquiera algo que podamos comprender como la “decisión correcta”. Cada acción de los personajes responde a una progresión lógica de sus motivaciones personales, y a la vez entendemos por qué representa una injusticia para otros a su alrededor.

MEMORIA (Dir. Apichatpong Weerasethakul, Tailandia)

Fuente: Cineuropa

En su debut en inglés, el ilustre cineasta Apichatpong Weerasethakul ha logrado armar una meticulosa cinta provista de todas las clásicas convenciones de su lenguaje poético audiovisual, que a la vez elabora sobre lo textual.

A diferencia de otras propuestas, Memoria no busca conectar con su audiencia a través de su historia o sus personajes, sino de la experiencia sensorial con la que todos estamos familiarizados. A grandes rasgos, la cinta relata la historia de Jessica (interpretada por una inspirada Tilda Swinton en uno de sus mejores roles), una escocesa viviendo en Medellín, que viaja a Bogotá a ver a un familiar enfermo. Durante la travesía, por momentos, comienza a oír un sonido que no reconoce y se propone descifrar su origen.

Fuente: Filmikamari

En uno de los segmentos más cautivantes, cerca al inicio, consulta a un sonidista y juntos buscan replicar el sonido con herramientas digitales. Al hallarlo, Jessica lo describe como correcto, pero “más terroso”. Es justo esa cualidad orgánica de la sensación lo que conduce la historia a alejarse más del ruido y la ciudad para acercarse a la interioridad que le replica tal sonido.

Un profundo estudio sobre el desplazamiento y los efectos físicos que tiene como consecuencia. Hay una ruptura irreparable entre el cuerpo natural y la mente moderna que Weerasethakul ha retratado de manera ejemplar y que Swinton ha sabido interpretar con una cadencia restringida y aferrada a las convenciones humanas reconocibles sin caer en histrionismo.

RECOMENDACIONES FINALES

No es posible abarcar todo el gran cine que quedó fuera de las ceremonias de premios de este año, por lo que comparto un listado de algunas otras cintas que podrías ser de interés.