La autora de la saga de Harry Potter se encuentra enfrascada en un enfrentamiento constante con activistas trans en Twitter 

Con un tuit que publicó el pasado 6 de junio en el que ridiculizaba el uso del término “personas que menstrúan” que empleaba un artículo publicado en la plataforma de medios “Devex” (ver artículo) para referirse a las mujeres, Joanne Rowling o J.K. Rowling, mundialmente famosa por escribir la popular saga Harry Potter, desató una virulenta guerra en redes sociales. Expresó también que sentía mucho afecto por las personas trans y que marcharía por ellas si fuesen discriminadas; pero recalcó que le parecía absurdo eliminar el concepto de sexo biológico, ya que este tiene un impacto significativo en la vida de las personas. 

Debido a ello se convirtió en blanco de críticas de muchos activistas LGBTI que señalaron que estaba siendo ofensiva con los hombres trans que menstrúan. La tildaron de TERF (Trans Exclusionary Radical Feminist) y de transfobia. Incluso Daniel Radcliffe Harry Potter y Emma Watson Hermione Granger reprocharon sus comentarios. Más aún, la librería estadounidense Left Bank Books anunció que dejaría de vender sus libros. 

Sin embargo, también recibió un amplio respaldo. Un sector del feminismo que es crítico del término “género” la apoyó convirtiendo en tendencia el hashtag #IStandWithJKRowling. Además, la organización LGB Alliance, una organización de activistas que aboga por los derechos de homosexuales y bisexuales y que se desmarca de personas trans o queer (aquellos que rechazan clasificar a las personas por su identidad de género u orientación sexual) y del resto de términos que se han acoplado a las siglas de LGBTIQ… (dicha organización solo reconoce hasta la B en las siglas), también avaló los tuits de Rowling. 

Pese al cargamontón, Rowling no se quedó callada. Menos de una semana después publicó un largo ensayo titulado TERF Wars. En él se mostraba empática con las mujeres trans, a quienes calificaba como a una población vulnerable a la que hay que proteger. Sin embargo, al mismo tiempo se oponía a que utilicen baños de mujeres puesto que argumentaba que ello podía dejar la puerta abierta a que cualquier hombre también lo haga. Señalaba ello debido a que en algunos países solo basta la autodeterminación para cambiar de sexo legalmente y las mujeres sufren muchas más agresiones sexuales en baños comunes que en baños exclusivos para ellas.   

Desde entonces, Rowling viene siendo víctima de numerosos insultos por parte de algunas personas trans. Muchos de sus tuits en los que compartía dibujos de niños para su último libro, The Ickabog, fueron respondidos con contenido pornográfico. Incluso recibió amenazas de violación y muerte. La radicalización de un sector del activismo trans es un hecho. La última idea que están promoviendo algunos activistas en Twitter es que rechazar a una persona por sus genitales es transfobia; por ejemplo, señalan el caso cuando un hombre homosexual rechaza a un hombre trans por sus partes íntimas.

Algunos mensajes con insultos que recibió J.K. Rowling Fuente: Capturas de Twitter

Pese a todo el debate desatado, lo cierto es que hay hombres que menstrúan. Cada vez hay más personas trans que deciden no someterse a un tratamiento para cambiar el sexo con el que nacieron. Además, es una tendencia que se pidan menos requisitos para aceptar el cambio de sexo legalmente. Por ejemplo, en Argentina y Dinamarca solo basta la autodeterminación. Por lo tanto, es un hecho que un hombre trans que no se ha operado puede menstruar o quedar embarazado. Ciertamente, negar la existencia de las personas trans no conduce a nada. Ellas existen y deben ser protegidas ante la ley de cada jurisdicción. Según el National Center for Transgender Equality, las personas trans son un grupo muy discriminado que sufren falta de oportunidades, violencia y desigualdad en muchos países.   

Pero a la vez, cada vez son más los jóvenes y adultos que se arrepienten de haber hecho la transición. Es el caso de Penny Cunningham, que a los 15 años se hizo una cirugía para que le quitaran los pechos luego de haber recibido testosterona durante un tiempo. Hoy Penny se arrepiente y está recaudando fondos en GoFundMe para reconstruirlos. También es el caso de Keira Bell, que recibió bloqueadores de hormonas cuando era menor de edad y que actualmente se encuentra demandando al Servicio Nacional de Salud Británico (NHS, por sus siglas en inglés) de apresurar este tratamiento que ha afectado su salud y por no haber hecho un diagnóstico adecuado. Precisamente, la BBC ha denunciado en algunos reportajes que existe un sobrediagnóstico de niños trans en el Reino Unido. Esto quiere decir que se induce a los menores de edad con disforia de género a someterse a una transición apresurada en las clínicas. En el reportaje “NHS child gender clinic: Staff welfare concerns ‘shut down’”, la BBC sostiene que la mayoría de las veces los niños son convencidos de hacer una transición por los doctores luego de una sola cita. En ocasiones, ni siquiera son capaces de dar consentimiento, como fue el caso relatado en el mencionado reportaje de un menor de edad de tres años.  

“Necesitaba que alguien me diga que estaba bien ser quien soy”, explica K.A.

Es importante tener en cuenta que el tratamiento para hacer una transición tiene dos fases iniciales previas a la operación, la cual es opcional y subvencionada por el estado en algunos países. Primero, se suministra bloqueadores de hormonas a los niños, y posteriormente, estrógeno o testosterona dependiendo del caso. Ambos tratamientos dejan secuelas inevitables a mediano plazo como graves daños cardiovasculares, pérdida de placer sexual y esterilidad. Rowling y la LGB Alliance sostienen que estos efectos negativos son ignorados por un amplio sector del activismo trans y que no todos deberían hacer la transición puesto que es un peligro para los jóvenes homosexuales y bisexuales que se encuentren confundidos. 

J.K. Rowling volvió a la carga el 25 de julio, compartiendo un artículo científico que sustentaba que la disforia de género era una parte normal del desarrollo de algunos jóvenes y que la transición hacia el otro sexo no era la mejor alternativa para tratarla. Nuevamente recibió críticas. En cualquier caso, todo apunta a que esta guerra de feministas versus personas trans no acabará pronto. Y tú, ¿a quién apoyas?    

Una cosa más, si quieres colaborar con el GoFundMe de Penny puedes hacerlo a través de este enlace https://www.gofundme.com/f/2ze6s4-reconstructive-surgery

Fuentes:

Edición: Maria Gracia García