Después de una espera de casi 2 años, tal vez un poco más, desde que el agente del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) Robert Mueller empezara una investigación contra Donald Trump, en aquel entonces el presidente electo, por un posible caso de colusión con Rusia y de obstrucción a la justicia, salió publicado a todo quien tenga el tiempo e interés de leer el reporte respecto a tal investigación. Una investigación tan famosa que incluso antes de ser abierta al público, varias editoras ya presentaban sus diseños para una posible publicación en forma de libro.

No es la primera vez que el FBI investiga a un presidente, ocurrió con Bill Clinton por la situación con Monica Lewinsky (un escándalo sexual ocurrido en el gobierno de Clinton), y con Hillary Clinton, durante su campaña por ciertas irregularidades en su uso de correos. Pero el tema con la investigación a Trump es bastante controversial, pues buscaba alguna prueba que indicara que Trump había recibido apoyo del gobierno ruso en las elecciones. Para aclarar, el FBI sí ha podido probar que el gobierno ruso intervino de cierta manera e influenció en el resultado, pero lo que se necesitaba probar es que esa intervención haya sido coordinada con Trump.

La investigación empezó descubriendo que el hijo de Trump, Trump Jr., se había juntado con algunos representantes del gobierno ruso en uno de los hoteles de su padre. Su defensa planteó que aquello había sido una reunión con clientes; sin embargo, cuando se demostró su posición dentro del gobierno de Vladimir Putin, su estrategia se basó en decir que Trump no tenía conocimiento de esas reuniones. El problema para Trump acaeció cuando su exabogado fue entrevistado por el congreso norteamericano, donde señaló que a pesar de que no había visto documentos que probaran que Trump no estaba enterado de dichas reuniones, sería iluso pensar que no tenía conocimiento de los miembros que entraban en regulares ocasiones a sus hoteles a reunirse con su hijo en sus oficinas.

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Lamentablemente, Robert Mueller indicó en su reporte que no pudo encontrar suficientes indicios como para pedir la denuncia por el cargo de colusión con el gobierno ruso. Ahora, el reporte no fue abierto al público por el mismo Robert Mueller: él cumplió con la obligación de entregárselo al fiscal general (equivalente al fiscal de la nación en Estados Unidos), alguien que fue nombrado por Trump, William Barr. El fiscal procedió a indicar que el reporte no encontraba colusión entre Trump y el gobierno ruso, lo cual hizo a Trump tan feliz que publicó un tuit en alusión a la serie Juego de Tronos, en el que señalaba que el juego había acabado y que él había ganado. HBO luego señaló que ese tweet le había dado el mismo ingreso que unos 3 comerciales a la hora del Superbowl. El problema con la información mostrada por el fiscal general es que es un resumen de 4 hojas de unas 1000 hojas.

Pareciera que Barr ni siquiera había terminado de leer el reporte, dado que apenas fue publicado, agendó una entrevista con los medios de prensa de la Casa Blanca. Los demócratas trataron de impedirlo, alegando que se debe dejar que el reporte hable por sí mismo. Lo controversial es que el fiscal, en su entrevista, sonaba como el abogado defensor del presidente, cuando es él quien debería llevar a cabo la denuncia si lo considera pertinente. La finalidad del reporte era verificar si Trump había obstruido la justicia. Barr explicó que para llevar a cabo una denuncia por obstrucción a la justicia se requiere que haya habido intención, pero que en el caso de Trump no la hubo, pues sólo era enojo sin sentido porque consideraba que la investigación deslegitimaba su gobierno.

Lo complicado de la presente situación es que es el fiscal general quien debería denunciar en protección del pueblo norteamericano, pero este es un cargo de confianza designado por el presidente. El resultado es lo que está ocurriendo: que pareciera que el fiscal protege al presidente. En palabras de Trump sobre el reporte: “Esto es terrible, esto va a ser el fin de mi presidencia. Estoy cagado”. Y sobre el tema de no colusión, Mueller indica que los oficiales del gobierno de Trump sabían que la intervención rusa los beneficiaría, pero que no hicieron nada al respecto. Queda en manos de los demócratas si deciden acusar frente al congreso.

 

Editado por: Pierina Paytán