Navidad, la época del año más esperada por muchos peruanos. Para algunos, se trata de amor, reconciliación y unión. Para otros, de consumismo y materialismo, no podemos negarlo. Entre el 24 y 25 de diciembre se desatan múltiples sentimientos en nosotros. Yo, particularmente, considero esta fiesta como un momento de reflexión. Y, de hecho, si queremos seguir construyendo una sociedad justa, tenemos mucho por reflexionar como país. De esta manera, dado que Navidad es tiempo de dar y compartir, ¿qué cosa les regalarían a los poderes del Estado y a sus principales representantes? A mí me quedó una lista un tanto ambiciosa que se las presento a continuación.

1. Al Poder Ejecutivo

Por el momento, las cifras de aprobación del actual presidente favorecen su popularidad. Según la encuesta de Ipsos, Vizcarra cierra este año con broche de oro alcanzando su cifra de aprobación más alta: 66%. En contraste y a modo de comparación, PPK solo obtuvo un 48% al finalizar el 2016. De manera similar al ejemplo anterior, Humala alcanzó un 47% en el 2011. Esta marcada diferencia entre cifras genera altas expectativas en el actual gobierno. Pasar de palabras a hechos es la principal meta que debería plantearse. No se trata solo de cosechar aplausos momentáneos con enérgicos discursos y propuestas de reforma.

La historia de su gabinete ministerial es otra. La aprobación promedio de los ministros evaluados es de 29%. Además, en cuanto a la bancada oficialista, poco a poco se ha dado a notar su desaliento, pasando de 18 a 11 miembros. Después de Fuerza Popular, es la bancada con más renuncias legislativas en el año. Esta situación se ha agudizado aún más debido a la relación entre César Villanueva y la bancada. Los siguientes comentarios evidencian lo mencionado:

“Somos un Gobierno que ni bancada, ni partido tenemos.” – César Villanueva, presidente del

“La bancada hace seis meses que no le ve la cara al primer ministro y hace más de dos meses que no le ve la cara al presidente. Algunos se preguntan si en realidad el Ejecutivo quiere una bancada oficialista o no” – Carlos Bruce, congresista.

Por ahora, Vizcarra es quien goza de este baño de popularidad. Pero solo él. Dadas las circunstancias, el mejor regalo de navidad que podría darse el mismo Poder Ejecutivo serían unos ajustes ministeriales. Se necesitan ministros con liderazgo y decisión para defender los intereses de sus carteras con el suficiente tino para no generar más enfrentamientos, y promover la eficiente gestión pública. Asimismo, si no quiere gobernar solo y fracasar en el intento ni tender puentes con la bancada oficialista, Vizcarra necesita nuevos aliados. Entre estos resaltan congresistas con capital político propio (Alberto de Belaúnde) y ciertos partidos con presencia en regiones (Acción Popular y Alianza para el Progreso). Mantener una relación con ellos compromete de manera positiva la gobernabilidad, por lo que el regalo de una nueva bancada vendría de estos posibles aliados hacia el Poder Ejecutivo.

Sin un gabinete y una bancada sólidos, los resultados de las reformas que se vienen planteando podrían traducirse en promesas incumplidas y falsas ilusiones. ¿Reforma ya?

Sin un gabinete y una bancada sólidos, los resultados de las reformas que se vienen planteando podrían traducirse en promesas incumplidas y falsas ilusiones. ¿Reforma ya?

2. Al Poder Legislativo

El presente año ha sido complicado para las distintas fuerzas del Kongrezoo. Se evidenció en gran medida el debilitamiento de los partidos políticos que lo conforman. El enfrentamiento no solo se dio entre partidos, sino más bien en el interior de los mismos. Por ejemplo, en el caso de Fuerza Popular, Keiko Fujimori afronta prisión preventiva y uno de los testigos protegidos que propició esto fue uno de sus propios congresistas.

A su vez, mediante el referéndum y el tercer “sí” –¿Aprueba la reforma constitucional que prohíbe la reelección inmediata de parlamentarios de la República? –, promovido por Vizcarra, crecieron aún más las tensiones entre ejecutivo y legislativo. Esto último acrecentó el clima de hostilidad que ya se vivía.

“…; a la tercera pregunta que establece la no reelección de congresistas, decimos sí. …”, señaló Vizcarra.

“…; a la tercera pregunta que establece la no reelección de congresistas, decimos sí. …”, señaló Vizcarra.

Las grescas y altercados en el Congreso han hecho que se pierda el enfoque de representación de la población distorsionándose la perspectiva de los parlamentarios, si es que ya no lo estaban. De este modo, el regalo de navidad sería un mayor compromiso y orientación al ciudadano y va de parte de la población al Congreso. Después de los resultados del referéndum correspondientes a la no reelección, muchos legisladores quedaron desinteresados en continuar trabajando. Materializar este regalo resulta complicado si solo participa el Parlamento. Más bien, se requiere una mayor participación de la población; es decir, promover una sociedad civil consolidada. Esta última tiene que estar apta para expresarse e intervenir en la toma de decisiones relevantes.

3. Al Poder Judicial

Está claro que este fue su año más vergonzoso. Corrupción y presencia de organizaciones criminales fue lo que más resaltó en el 2018. Eso mismo puso al Poder Judicial como la institución más corrupta del Perú, según la Encuesta del Poder 2018. Así, las marchas y protestas nunca faltaron, incluso se declaró este en emergencia por 90 días en el mes de julio.

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Seamos parte del cambio.

Por su parte, la primera pregunta del referéndum –¿Aprueba la reforma constitucional sobre la conformación y funciones de la Junta Nacional de Justicia, antes Consejo Nacional de la Magistratura? – también fue clave para manifestar el malestar de la población ante la crisis judicial que se ha presenciado. Por algo, el “Sí” alcanzó el 87.1%.

Actualmente, contamos con un Poder Judicial que ha sido golpeado por un número considerable de escándalos. Para este caso, el regalo de navidad vendría de parte del Poder Ejecutivo y sería la promoción de una mayor eficiencia. Esto radica en agilizar la administración de justicia a través de la eliminación de trabas burocráticas, la meritocracia en la selección de jueces y fiscales, una mejor organización institucional, una adecuada infraestructura, entre otros. Además, es necesario que este poder recupere la confianza de los ciudadanos cuanto antes, por lo que las acciones correspondientes deben cumplirse de manera eficaz en el plazo determinado.

Ahora, esperemos que nuestras plegarias sean lo suficientemente poderosas para que a cada quien le llegue el regalo de navidad correspondiente. Tal vez estos sean intangibles, pero no dejan de ser primordiales para el país y para consolidar los lazos que existen (o deberían existir) entre los tres poderes del Estado y la población. Nos encontramos a puertas de comenzar un nuevo año y de afrontar nuevos retos como una sola fuerza (ya hemos demostrado de lo que somos capaces juntándonos ¡sigámoslo haciendo!). Es crucial que no perdamos de vista los objetivos que queremos alcanzar. Sin embargo, es igual de importante una mejor articulación entre todos los actores y tomar acciones que contribuyan a la generación de logros significativos. Ya veremos qué nos depara el 2019.

Fuentes: