En uno de mis artículos pasados utilizaba como referencia a la película ganadora del Óscar, Spotlight, para hablar un poco de la Iglesia Católica . Quiero recurrir a una escena de esta película donde un periodista se entera que a cuadras de su casa se encuentra un centro de rehabilitación para sacerdotes acusados de abusos sexuales. Inmediatamente en lo primero que piensa es en sus hijos; y esta escena, junto con una serie de documentales y una noticia actual, me motivó para concientizar sobre la seguridad que deben tener todos los niños en el mundo ante cualquier situación de peligro. (Una especial dedicatoria a mi enamorada Lauris quien incentivó en mí la curiosidad sobre esta realidad).

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Para mí, concientizar empieza siempre con recordar y para eso me apoyo de Netflix para invitarlos a ver dos documentales similares. La Desaparición de Madeleine McCann es una miniserie que parte del siguiente suceso real: Una familia inglesa se encuentra de vacaciones en el complejo turístico de Praia da Luz (Portugal) y en una noche los padres deciden dejar a sus hijos en la habitación mientras ellos disfrutan de una velada, sin contar que en su regreso se darían cuenta de que una de sus hijas ha desaparecido. Abducted in Plain Sight es otro documental que narra la extremadamente cercana relación entre Robert Berchtold y Jan Broberg, una niña de 12 años cuyos padres nunca percibieron a Robert como una amenaza  hasta que un día la secuestró mintiendo que iba a llevarla a un viaje de paseo por el fin de semana.

Dentro de todo lo que se puede destacar yo percibo aquí un denominador común: la negligencia de los padres. En el primer caso, según lo que cuenta el documental, los padres de Madeleine tenían un plan de visita al cuarto cada cierto tiempo para revisar que todo esté en orden (lo cual no deja de parecerme igual un acto descuidado al exponer un patrón a cualquier extraño). Pero en el segundo caso, honestamente es un desafío ver el documental completo sin explotar de rabia por la incompetencia de ellos en cuidar a su hija. Es cierto que existe también el lado del crimen intolerable (¿qué estará detrás de la mente de un ser humano que decide secuestrar a una menor de edad para casarse con ella en México?), pero los padres deben ser los principales protagonistas en el cuidado de sus hijos y principales responsables de que algo les pase.

Vamos con la noticia actual: Este lunes, el Departamento de Estado de los Estados Unidos decidió remover a Japón de una ‘lista negra’ donde se encuentran aquellas naciones que muestran una postura de incumplimiento con la Convención de Hague (un tratado internacional que tiene como objetivo la protección del niño). El primer ministro japonés Shinzō Abe reconoció la urgencia de tratar este tema y ha decidió promover una iniciativa para revisar las leyes en materia de condenas por secuestro de niños.

El reporte anual del Departamento de Estado de Estados Unidos muestra que nuestro país ha demostrado un patrón de incumplimiento durante los años 2014-2017 para implementar el marco legislativo acorde a la Convención de Hague, debido a las fallas del Poder Judicial y ejecutivo (qué sorpresa). Esto también nos habla de la importancia que tienen nuestras instituciones para poder diseñar políticas de prevención y sanción contra este tipo de actos.

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                                                                                                          Fuente: 2019 Annual Report on International Child Abduction

Para concluir, espero que la información que les haya brindado les permita reflexionar unos minutos y hacer una autoevaluación sobre qué tan bien cuidado se encuentran los niños de tu familia. Quisiera acabar mencionando una de las recomendaciones que suelen promover para evitar los secuestros: Siempre estar atento y examinar a detalle el entorno para descartar la presencia de personas con actitud sospechosa. Los dejo con un video que tiene bastante relación con la ingenuidad de los niños al ser cautivados …

 

Editado por: Pierina Paytán