Parasite, película coreana que cuenta la historia de una familia de bajos recursos que se infiltra en la vida de una familia adinerada, fue la sorpresa en la última gala de los premios Oscar. El filme se llevo 4 premios de sus 6 nominaciones, incluida la categoría de mejor película. No es común que las películas extranjeras tengan este nivel de éxito con la academia americana y es que Parasite, a pesar de tener al coreano como idioma original, maneja perfectamente el lenguaje cinematográfico. A continuación, mostraremos cómo el uso de la metáfora, la dirección y la narrativa le permitieron a Parasite convertirse en una obra universal. Esta reseña contiene spoilers.

El primer plano de Parasite describe perfectamente el tema de la película. En este vemos una ventana donde atraviesa un pequeño rayo de luz del sol. La cámara desciende y debajo de la ventana, donde ya no llega el sol, se encuentra Ki-woo Kim.  Él es hijo mayor de la familia Kim, una familia coreana de bajos recursos. Desde el inicio, el director Bong Joon Ho plantea a la luz como una metáfora de la riqueza. La luz fuera de la ventana es el mundo que los Kim no conocen, pues no tienen suficiente dinero para comprar una casa en la superficie. Luego, en la trama, cuando Ki-woo Kim logra entrar a la casa de los Park – la familia rica coreana- su casa esta rodeada por la luz del sol, no solo el inmenso jardín es bendecido con luz solar, sino también los dormitorios de los Park cuentan con más luz que cualquier parte de la casa de los Kim. Los ricos son quienes tienen más acceso a la luz, a pesar de que esta debería ser para todos.

Bong Joon Ho no solo usa la luz del sol para mostrar la diferencia en las clases sociales, otro elemento importante son las escaleras. Cuando Ki-woo Kim se prepara para su primera reunión con los Park, vemos que tiene que subir varias escaleras para dejar su vecindario y llegar a la zona residencial donde viven los Park. Las escaleras nos muestran que la separación entre clases sociales es muy marcada. Los ricos están arriba y los pobres abajo. Inclusive, esto se hace evidente en el momento clímax de la película cuando los Kim descubren que el esposo de la anterior ama de llaves de los Park vive en el búnker de la casa. La cámara muestra un extenso plano secuencia del descenso por las escaleras para llegar al fondo del búnker. Así Bong Jon Hoo nos muestra que existe aun una clase social por debajo de los Kim, una que no tiene una vida propia y que se refugia en lugares escondidos para sobrevivir. Aun más interesante es el hecho que los Kim y esta nueva familia (la ex -ama de llaves y su esposo) se pelean para que ninguno de los dos sea descubierto por los Park. Parasite nos muestra que la lucha de clases no solo se da entre ricos y pobres, sino también entre personas de bajos recursos. Parasite no santifica a los pobres, sino que junto a los ricos muestra su lado más obscuro y animal.

Poster oficial de la película

Durante toda la película los Kim suben y descienden escaleras para llegar a la casa de los Park. Sin embargo, su descenso más importante es cuando una tormenta azota la ciudad de Seúl. La tormenta afecta de manera diferente a los Park y a los Kim. Para los Park la tormenta no les permitió tener un día de camping, pero para los Kim esta tormenta significó perderlo todo. Cuando llegan a su casa ven que todo está inundado y los pocos bienes que tenían se encuentran flotando entre el agua sucia de la lluvia. A pesar de que Park y los Kim son seres humanos similares cada familia sufre un efecto diferente. El hecho que una familia tenga dinero y la otra no determina cual será su resultado al final de la catástrofe. Mientras que los Park, al día siguiente, se preparan para hacer una fiesta en su casa, los Kim despiertan en un refugio para damnificados.

¿Quién es el verdadero parásito? Si bien los Kim se aprovechan de la ingenuidad de los Park para adentrarse de la casa, los Park también necesitan de los Kim pues no saben cocinar, limpiar, manejar solo o criar a sus hijos; contratan a los Kim para que lo hagan por ellos. Para finalizar, más que darnos respuestas sobre cómo resolver la desigualdad, Parasite nos deja este tipo de preguntas. Preguntas que no tienen respuesta, pero que la sociedad necesita hacerse. La película logró parte de su éxito gracias a que su historia se podría aplicar en Perú, Estados Unidos, México, España o casi cualquier país del mundo. La desigualdad en la distribución de la riqueza es un problema de grave y no solo ocurre en Corea del Sur. Fuera de los múltiples premios que se merece Parasite, su mayor logro siempre será que nos invita a reflexionar sobre el por qué algunos viven arriba y otros abajo.

Edición: Kelly Pérez V.