En este caso nos enfocaremos en un arte moderno peculiar, que para muchos no vale ni un dólar. Es probable que alguna vez haya escuchado de obras de arte vendidas por miles e incluso millones de dólares a museos o coleccionistas. De hecho, tiene sentido: un cuadro agradable a la vista, difícil de hacer, con un significado profundo, creado por un artista famoso, le agrega mucho valor a la obra. Sin embargo, algunas obras son difíciles de apreciar, como el arte abstracto, por ejemplo.

Nombre: No. 5, 1948
Autor: Jackson Pollock

Luego está esto…

El arte conceptual

Este movimiento artístico considera que la idea es más importante que la obra en lo que respecta a lo físico o material. Usualmente el trabajo es un objeto que se puede encontrar en cualquier lugar (una silla, llanta, lata, etc.), justificado con un mensaje que explica por qué se eligió tal objeto.

Esta definición se siente etérea por el hecho de que lo que se vende no es la obra en físico, sino lo que el artista quiso demostrar. Normalmente estamos acostumbrados a percibir ambos: una pintura o escultura bien hecha (lo físico), y, lo que el artista quiso plasmar (la idea). Pareciera que el arte conceptual ha retrocedido para mostrar solo una parte.

Hace poco se hico conocida la noticia de que un plátano pegado con cinta a una pared se había vendido por $120 000 dólares. #NoloséRick Seguro más de uno ha buscado en Google para ver si es un chiste, lo cual desafortunadamente no lo es. Se trata de la obra Comedian de Maurizio Cattelan.

https://news.artnet.com/art-world/maurizio-cattelan-banana-explained-1732773

Lo que el “artista” vende no es el objeto en sí (plátano y cinta), sino la “idea”. Esto queda bajo la autoría del artista mediante un certificado de autenticidad que asegura la pertenencia al dueño. Cuando el plátano se descomponga, lo que hace el dueño es ir al mercado, comprar otra y reemplazarla. Por esta razón no importó que una persona se comiera el plátano en medio de la exposición. Por si fuera poco, Cattelan vendió tres plátanos tres de estos, es decir, ahora tres personas podrán pegar un plátano en su pared y decir que es la obra auténtica de Maurizio Cattelan.

Las razones por las que este “certificado” vale tanto es, en parte, por el espectáculo que se arma alrededor del autor. Cattelan no es alguien a quien se le deba tomar en serio, pero sin duda sabe llamar la atención. Antes de publicar su “obra”, el autor denunció el robo de un urinario de oro, lo que llamó la atención de los medios hacia él. Luego de este incidente, presenta y vende el plátano Comedian a una cantidad elevada.

Igual, sigue siendo extraño que la gente pague tanto por esto, siendo el autor un artista a quien no le puede otorgar seriedad por su trabajo. Es común agregarle valor a los objetos por sus antiguos dueños chimpunes normales vs chimpunes de Cristiano Ronaldo, pero estos no se venden como arte, sino únicamente como piezas de colección, además los dueños de estas piezas son gente conocida y querida por bastante gente.

Puede decirse que el arte conceptual comienza con Marcel Duchamp, quien en 1917 presenta la “obra” denominada La Fuente. Esta representa un urinario firmado con las siglas R.Mutt 1917. Si algo debería ser arte es la película 1917.

Inicialmente, era una especie de cuestionamiento hacia lo que es el arte, es decir, se quería demostrar que cualquier objeto mundano podría ser considerado arte. El urinario original se perdió en algún punto en el tiempo, solo quedó una fotografía.

La Fuente, 1917

Esto podría pasar como “un chiste que solo se cuenta una vez”, pero siguió con otras personas que presentaban objetos con mensajes mientras decían que era arte. Con el caso del urinario no se emitió un certificado como se hizo con el plátano de Cattelan, ya que no era común en esas épocas y no se tenía pensado presentarlo como arte conceptual.

Peor aún, estos tipos de compra y venta podrían prestarse para actos maliciosos. Imaginemos que un partido político en vez de cócteles realiza una feria de arte en la cual se venden pinturas por cantidades elevadas de dinero. ¿En este caso estarían ganando dinero por el arte que compran o por los favores ocultos que se prometen? Es debatible porque nadie puede saber lo que realmente estás dispuesto a pagar por una “obra de arte conceptual”. #Cocktails

Como conclusión puede decirse que esta clase de obras tienen más impacto conforme a la publicidad que se le haga. Por más ridículo que algo pueda ser, si tiene la suficiente audiencia su valor se eleva exponencialmente. Hasta cierto punto funciona como una atracción turística (de seguro más de uno querrá tomarse una foto junto al plátano de 120 000 dólares), si se vende a una galería de arte. Por otra parte, hay algunas personas que piensan que estas obras pueden revalorizarse en el futuro, o simplemente tiene mucho dinero y no saben en que más gastar.