Fue durante el confinamiento por la pandemia de la Covid-19 que una aplicación surgió para acaparar nuestro tiempo libre: TikTok, que inició originalmente como Duoying en China, para el 2021 ya contaba con más de mil millones de usuarios, y se espera que llegue a los 1.800 millones a finales de 2022. Desde bailes, recetas, recomendaciones, historias, sketches de comedia, esta app te ofrece todo en un formato de videos cortos y atractivos que hacen difícil que despegues la mirada del celular.

Como cualquier otra red social, TikTok posee atributos tanto recreativos como sociales, permitiendo a los usuarios subir videos, dar “me gusta”, seguir a otros usuarios, comentar y compartir. Lo que hace especial o diferente a esta red social es la duración de sus videos. A diferencia de YouTube, por ejemplo, la duración de los vídeos suele ser de 15 segundos, con algunos de 1 minuto y recientemente se ha añadido un rango más largo, de 3 minutos. Adicional a esto, cuenta con potentes sistemas de recomendación que son capaces de predecir el interés de cada usuario y sugerirle vídeos personalizados en función de los videos que ha visto anteriormente y de la clasificación de vídeos etiquetados.

Figura 1. La famosa página de “para tí” donde es en dónde se muestran videos personalizados para el usuario. Fuente: Teilo

Aunque estas recomendaciones aterradoramente específicas pueden satisfacer la necesidad del usuario de obtener la información que desea, se ha evidenciado que algunas personas pueden desarrollar un patrón de uso problemático, el cual se manifiesta en comportamientos no deseados, similares a la adicción.

En un estudio realizado por psicólogos en China, se reunió a usuarios de TikTok para monitorear su actividad cerebral mientras veían videos personalizados (específicos al usuario, sacados de su página de “para ti”) y videos no personalizados (recomendados para un nuevo usuario, como si fuera la primera vez que se descarga la aplicación). Esto con el objetivo de revelar la posible base neural de por qué la gente dedica tanto tiempo a ver estos vídeos cortos.

Las diferencias en la activación cerebral entre los dos tipos de vídeos fueron interesantes. Las imágenes por resonancia magnética funcional mostraron mayores activaciones cerebrales en uno de los subcomponentes de la red de modos por defecto (DMN) para los videos personalizados. Esta red se activa cuando estamos “vagabundeando” mentalmente y disminuye su actividad cuando ejercemos actividades motoras, “fuera” de nuestra mente.

Figura 2. Regiones de la red de modos por defecto (DMN) a través de una resonancia magnética funcional. Fuente: Wikipedia

¿Qué tiene que ver esto con ver videos en TikTok?

El ver un video corto es un proceso dinámico, que implica evocar procesos autorreferenciales complejos, como, por ejemplo, el recordar una experiencia pasada. La activación de la DMN sugeriría que el sistema de recomendación que maneja el algoritmo de TikTok puede provocar más procesamiento autorreferencial. Esto sucede al proporcionar nuevos contenidos de vídeo que se relacionan específicamente con la persona, mostrándonos contenidos que consideramos como favoritos, interesantes y familiares. No es raro que TikTok te haga recordar de esa película con la que te obsesionaste cuando eras adolescente o canciones que tal vez ya habías olvidado, lo cual desencadena una experiencia positiva en nosotros y modula nuestra atención, manteniéndonos adheridos a la pantalla.

Asimismo, el ver estos videos crea una sensación de “inmersión”, en la cual uno está más centrado en el presente, tratando de procesar los estímulos de video actuales. Según los resultados del estudio, es probable que los videos personalizados tengan un efecto inmersivo en los usuarios, al mantenerlos concentrados en estímulos del presente sin, por ejemplo, estar pensando en que vas a hacer mañana. Esto es lo que muchos usuarios describen como el sentido de “escapismo” que les da la aplicación.

Figura 3. No darse cuenta de cuanto tiempo se ha pasado en la aplicación es un efecto común entre los usuarios de TikTok. Fuente: Sleepopolis

A la luz de estos hallazgos, se explica por qué se puede llegar a tener un uso problemático de esta aplicación, sin embargo, hasta la fecha todavía hay muy pocos estudios sobre estos comportamientos, en parte debido a que las aplicaciones para ver vídeos cortos son relativamente nuevas. Poco a poco, ya estamos viendo cómo otras plataformas están copiando, incorporando dentro de sus plataformas esta modalidad (los reels de Instagram o YouTube Shorts) por su efectividad en captar y retener la atención del usuario.

Si bien, los TikToks nunca fallan en hacernos reír un rato y distraernos de nuestras preocupaciones actuales, tal como dice el dicho, “todo en exceso es malo”, por lo que recomendaría revisar el tiempo que pasamos en esta aplicación y tratar de nosotros mismos monitorear su uso, sobre todo ser conscientes de los momentos en que abrimos la app y con qué finalidad lo hacemos.

Edición: Juan Diego Linares