Entender la sociedad japonesa requiere de un arduo trabajo y, por supuesto, más de un artículo (puedes leer sobre la “hipocresía japonesa” aquí). Esta vez intentaré tratar uno de los pilares más importantes de la conducta de Japón y cómo es percibido en el exterior. Si cuando piensas en los japoneses piensas en orden, éxito, disciplina o sentido de comunidad; te estas acercando al wa.

¿Qué hay detrás de tanto orden?

El wa () es la intención de mantener, por encima de todo, la paz en el grupo y evitar el conflicto. Es un concepto netamente japonés que, gracias al respeto por las tradiciones, el honor y el deseo del bienestar común, se ha mantenido muy arraigado en su cultura. Implica actuar para el grupo y con este, “cediendo” en distintos aspectos y entornos. Japón es una sociedad “colectivista” a diferencia de países occidentales donde el individuo es más independiente y “cada uno puede irse por su lado”. Si bien la idea de una sociedad “bien comportada” y poco conflictiva es algo a lo que debería aspirar nuestro país, vale la pena considerar la otra cara de la moneda.

Se renuncia a la expresión de opiniones, posturas e ideas propias ante distintos grupos (escuela, vecinos, trabajo, familia, etc.) para evitar enfrentamientos. Suena al comportamiento de una persona pacífica, respetuosa, tolerante y, hasta cierto punto, “sacrificada”. ¿Cuánto tiempo durarías cediendo por el bien del grupo? Precisamente, este concepto internaliza un rasgo muy presente en el comportamiento japonés: el ideal de considerar siempre al grupo por encima del individuo. Incluso en sectores más “libres” (como el arte o entretenimiento), suelen tener sus propios grupos, dinámicas y estructuras que el individuo debe seguir. “Se ponen la camiseta” todos los días. Pero dar un paso atrás y seguir al resto no es fácil para todos, incluso si es por una meta común. “Ceder por los demás” es un costo que los japoneses han aceptado, pero que pareciera “muy alto” en Occidente.

El cumplimiento del wa en el Japón moderno podría considerarse una responsabilidad o deber común del ciudadano japonés con los demás y, por lo tanto, este exige un esfuerzo. “Tomar la iniciativa” o actuar por cuenta propia en Japón puede interpretarse como dejar en segundo lugar al grupo. Ello puede afectar las relaciones de esa persona porque, como el país se mueve en grupos, desvincularse demasiado de ellos dejaría a esa persona “aislada”. Incumplir con el wa puede llevar a un castigo social para un japonés. Esa posibilidad siempre presente deriva en un caso especial de “presión social”, donde el individuo teme y busca evitar fallarle al grupo (Romero, 2019). 

Ilustración del artista japonés Avogado6 (Twitter)

¿Mientras se cumpla con el wa todo estará bien? No es tan sencillo. Japón es una sociedad que mantiene el ideal de que “el esfuerzo será recompensado”, pero no ha sido lo suficientemente flexible para identificar todo lo que sucede en su interior (Romero, 2019). Por ejemplo, el fuerte sentido del deber para con la familia (el grupo más básico) se relaciona con las expectativas y el compromiso con los medios al éxito: el trabajo o los estudios. Estos se vuelven prioridad máxima y se sacrifica tiempo personal o familiar para dar lo mejor en estas exigentes áreas. Obtener reconocimiento, o fracasar ante el grupo. Algunos se entregan por completo a la oficina y mueren por “exceso de trabajo” (karoshi). Otros se aíslan para escapar del juicio externo y la frustración (hikikomori). Sería apresurado decir que el wa es el origen de estos problemas sociales, o que estos son únicos de Japón; pero es interesante ver cómo varios de ellos se relacionan con este concepto.

El karoshi ha tomado más reconocimiento como problema de salud pública en los últimos años.

Si bien ser más “entregados” como los japoneses podría ser la respuesta para muchos de nuestros problemas, seguir ciegamente una conducta sería un error. Nuevamente, Japón tiene una cultura complicada y profunda. Tenemos que hallar nuestro propio balance entre individuo y grupo. Es ingenuo pensar que lo que “funciona” allá también lo hará acá.  Sus “éxitos” y “fracasos” en la actualidad son fruto de años de tradiciones, historia, costumbres, políticas y necesidades. Como todos, Japón sigue buscando el bienestar común y, cada vez más, el gobierno y la población toman una mirada más profunda sobre su sociedad y se abren al cambio. Para cambiar, debemos empezar mirándonos a nosotros mismos.

Kenzuke Miyasaki causó polémica en 2016 por ser el primer diputado en pedir su permiso por paternidad pues no era lo “tradicional” (el hombre trabaja y la mujer cría). Él pidió más participación de los padres en la crianza.

Editado por Paolo Pró

Fuentes:

Japonismo (mayo, 2013). “La armonía social o el concepto de wa”. Recuperado de: https://japonismo.com/blog/la-armonia-social-o-el-concepto-de-wa

Romero, María Elena. (2019). Hikikomori. Las voces silenciosas de la sociedad japonesa. México y la cuenca del pacífico8(23), 123-138. https://doi.org/10.32870/mycp.v8i23.561

The conversation (enero, 2020). “La lucha contra los efectos del exceso de trabajo en Japón”. Recuperado de: https://theconversation.com/la-lucha-contra-los-efectos-del-exceso-de-trabajo-en-japon-129229

Josue Tlachi, Roc21 (marzo, 2018). “Las crudas ilustraciones del artista japonés Avogado6”. Recuperado de:https://www.roc21.com/2018/03/07/las-crudas-ilustraciones-de-avogado6/

RCN radio (enero, 2016). “Kensuke Miyazaki, el primer político en pedir el permiso de paternidad en Japón”. Recuperado de:  https://www.rcnradio.com/colombia/kensuke-miyazaki-primer-politico-pedir-permiso-paternidad-japon