“Estar vivo” no es solo sobrevivir a la resaca un sábado por la mañana (lo siento, Fito). El concepto de vida ha sido analizado por distintas ramas de la ciencia, y debido a su complejidad los resultados son diversos. Los físicos, por ejemplo, han desarmado el concepto de vivir en procesos de energía y materia. Han definido a la vida como el conjunto de procesos dirigidos por un sistema organizado que intercambia materia y energía con el ambiente aprovechando gradientes1 para crear copias imperfectas de sí mismo. Nosotros, como ejemplo simplificado, somos un conjunto de células que intercambia comida, gases y calor con el ambiente para acumular grasita, sobrevivir a la infancia, los traumas psicológicos y todos los inviernos, para poder reproducirnos. Esta definición se basa en el concepto de la entropía y el orden, principios básicos dentro de la física, pero que deja a algunos biólogos insatisfechos, pues no es suficientemente específica.

En vista de la enorme diversidad de sistemas “vivos” que desafían los conceptos sencillos, definir la vida de una forma absoluta es un poco complicado. La biología, en su definición más tradicional y meramente descriptiva, abarca 7 procesos complejos: homeostasis2, organización, metabolismo3, crecimiento, adaptación4, respuesta al entorno, y reproducción.

Todos estos siete procesos, o una parte, se mantienen en todos los seres vivos. Tanto los osos como las bacterias mantienen un estado interno dinámico, tienen estructuras organizadas, degradan nutrientes para producir macromoléculas, aumentan su tamaño al alimentarse, mantienen las características que le permitieron sobrevivir a sus ancestros, se comportan en respuesta a las condiciones que componen su entorno, y hacen todo lo que pueden para ponerle play a su playlist de “Babymakers” al menos una vez en su vida, y conseguir que la especie perdure. Sin embargo un proceso tácitamente implicado en el asunto de “estar vivo” no es contemplado: morir al final de un tiempo determinado no es una característica definitoria de la vida.

La vida no se define por contradicción a la muerte, porque en principio existe la posibilidad de mantener los sistemas vivos indefinidamente; es decir, la inmortalidad es posible. La mayoría de seres vivos pasamos por un proceso de decaimiento asociado a la edad, llamado senescencia, que puede ser entendido como la pérdida de funciones asociada a la vejez. A muchos, este decaimiento continuo nos empuja indefectiblemente a la muerte; pero existen seres capaces de sortear este envejecimiento y mantener sus funciones vitales inafectadas por el pasar de los años. Se conocen algunas bacterias, plantas y animales que “no envejecen” por un fenómeno conocido como “senescencia negligible”, o envejecimiento despreciable.

Reproducción clonal de bacterias: Si se considera que las células hijas de la célula inicial son aún el mismo organismo, estamos frente a un escenario de vida casi eterna

Reproducción clonal de bacterias: Si se considera que las células hijas de la célula inicial son aún el mismo organismo, estamos frente a un escenario de vida casi eterna

Bacterias:

Al analizar la vida en una comunidad de bacterias se puede identificar como ser vivo a cada una de las células como entes independientes, o a todo el conjunto de bacterias, como una colonia. Esta colonia, como un único organismo, no está sujeta a la muerte de sus células individuales. Por esta razón, por todo el plazo en el que haya células vivas, se puede considerar que la colonia está viva y por lo tanto no senesce. Bajo condiciones experimentales se ha demostrado que una colonia de bacterias mantenida en condiciones óptimas no presenta daños en su habilidad para reproducirse con el paso del tiempo, y que mantiene una tasa equivalente de rejuvenecimiento y muerte celular, por lo que está en un estado dinámico de equilibrio vivo, inmortal. Sin embargo, esta concepción de las colonias de bacterias como una sola forma de vida es contestada y puesta a prueba por el concepto de selección natural.

La evolución que ocurre dentro de una sola colonia entre generación y generación de bacterias hijas hace que esta definición se quiebre, puesto que este proceso necesariamente ocurre entre individuos autónomos diferentes.

Raíces Compartidas: El gigante Temblón, en Utah, Estados Unidos, es un mega-organismo compuesto por muchos troncos que surgen de la misma raíz. En conjunto han sobrevivido por miles de años.

Raíces Compartidas: El gigante Temblón, en Utah, Estados Unidos, es un mega-organismo compuesto por muchos troncos que surgen de la misma raíz. En conjunto han sobrevivido por miles de años.

Plantas:

Algunas plantas coloniales, como los álamos temblones presentan un sistema de raíces compartidas que no presentan envejecimiento. Al final de la vida de alguno de los troncos visibles, que sostienen las hojas y producen los frutos, el sistema de raíces puede generar otro tronco que crezca en su lugar. De este modo, todo un bosque, como el “gigante temblón” en Utah, Estados Unidos, puede considerarse un solo ser vivo que se ha mantenido por miles de años.

Simpática rata topo desnuda: Este mamífero es uno de los más espectaculares oponentes a la vejez. Es el roedor con mayor esperanza de vida, y su mortalidad en estudios de cohorte no incrementa con el pasar de los años, un claro ejemplo de senescencia negligible.

Simpática rata topo desnuda: Este mamífero es uno de los más espectaculares oponentes a la vejez. Es el roedor con mayor esperanza de vida, y su mortalidad en estudios de cohorte no incrementa con el pasar de los años, un claro ejemplo de senescencia negligible.

Animales:

En el caso de los animales, los ejemplos son bastante diversos, y se alejan del concepto de colonia. Un ejemplo dentro de los animales es la medusa inmortal, de la especie Turritopsis dohrnii. Esta medusa de vida cíclica, revierte su forma adulta a un estado juvenil antes de morir, y vuelve a iniciar su ciclo de vida.

La medusa

La medusa inmortal tiene un envejecimiento periódico, y un caso crónico de volver a nacer. Como diría Dylan: “El que no está ocupado naciendo está ocupado muriendo.”

Los humanos no tenemos mecanismos biológicos similares, pero de la misma forma en la que los avances científicos han aumentado la esperanza de vida de la población global, algunos grupos de investigación no pierden la esperanza de hacerla eterna.

Edición: Daniela Cáceres

1 Gradiente es la diferencia de una propiedad (como temperatura) que existe entre dos espacios (por ejemplo dentro y fuera del cuerpo).

2 Homeostasis es el término científico para el mantenimiento del orden interno de los seres vivos. Todos los seres vivos deben mantener un estado interno óptimo para funcionar adecuadamente, por eso sudamos, comemos, y necesitamos energía.

3 El metabolismo es el proceso por el cual degradamos e incorporamos a nuestro cuerpo materia, principalmente a través de la alimentación.

4 La acumulación de cambios favorables para sobrevivir a distintos ambientes, o a uno solo que va cambiando con el tiempo.