Dicen que es mejor prevenir que lamentar. Te lo han dicho tantas veces a lo largo de tu vida que te has convencido y hasta exagerado algunas veces(?), como esa vez que llevaste dos maletas a un viaje de tres días #MePasóAMi, o cuando le agregas presupuesto extra a esa fiesta para cualquier “imprevisto” #EstoyHablandoDelTrago. Pues, ¿por qué no? El primer supuesto que enfrenta una persona al decidir prevenir es que no puede controlar el futuro y el segundo que dos eventos, por más similares que sean, no necesariamente pueden tener el mismo resultado. O como lo diría en otras palabras Daddy  Yankee “No, no, no, no son iguales” #LaNuevaLaNuevaYLaEx

Primero lo primero

Cuando hablamos de preferencias de una gente y decimos que un agente es adverso al riesgo (No le gusta estar en situaciones de incertidumbre, o en todo caso, prefiere evitarlas) puede tener un poco más de reparo al pensar en el futuro y la poca certeza que este trae consigo. Esta incertidumbre es la que genera expectativas en los agentes y, por tanto, lo lleva a tomar medidas hacia un futuro no cierto como un tipo de “seguro”. Es claro que prevenir trae beneficios positivos, ¿Pero siempre es así? ¿Es cierto que mujer/hombre prevenida/o vale por dos? ¿Cómo es que tener expectativas puede terminar perjudicando la situación actual? ¿Cómo esto está relacionado con las crisis económicas?

Formar expectativas es de alguna forma intentar predecir un evento futuro. Cuando alguien genera expectativas sobre una persona o sobre una situación, normalmente empezará a tomar datos convenientes (normalmente actitudes o características pasadas) que ayuden a anticiparse al comportamiento de una persona o a características del evento. Como cuando te preparas para el parcial de ese curso que ha marcado a más de una promoción de tu casa de estudios. En ese caso ves exámenes de ciclos pasados, o el salón entero forma expectativas del parcial a partir de las evaluaciones que están teniendo hasta este punto: ¿Si vino fácil este, será difícil el siguiente? #IgualAsíNoLaViVenir.

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Esto mismo sucede en economía, cuando se intenta predecir un escenario cualquiera, normalmente se toman datos históricos y se asume que podría ocurrir algo parecido. Sin embargo, aquí entra Robert Lucas para hacer una crítica #constructiva, pues dice que estas predicciones no serían válidas si cambios de políticas alteran las expectativas y por tanto las respuestas del público.  Siguiendo el ejemplo anterior, ¡las predicciones del parcial no serían iguales si de un ciclo a otro cambian todo el silabo del curso!

Pero ¿cómo entran las crisis en este tema?

El lado oscuro de las expectativas son los ataques especulativos. Un ejemplo muy común es el ataque especulativo a la moneda. #¿ComproONoCompro?. Pues, si las políticas de un gobierno terminan siendo incoherentes como casi siempre, si el tipo de cambio se ve vulnerable y el compromiso de un gobierno con el tipo de cambio está en conflicto con otros intereses a proteger podría empezarse un ataque especulativo.

De esta forma, para asegurarse, la gente empezaría a demandar dólares, pero ante momentos de incertidumbre, otras personas no van a querer vender dólares (espera al alza) #MeRehuso. Esto presiona ,en general, a que el tipo de cambio suba. ¿Qué puede suceder entonces? En caso de que el Banco Central decida intervenir para estancar la moneda se puede hacer uso de las Reservas Internacionales Netas (RIN), es decir las reservas de monedas internacionales, y, en un futuro,  dejarlas en cero. Ahí es cuando se da el comienzo de una crisis.

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Entonces, sí, opiniones que generan expectativas pueden provocar, en este caso, una crisis monetaria. Y, para variar, no es muy difícil generar pánico con las mismas opiniones, como el ataque especulativo al precio de los limones que ocurrió en Lima a partir de la escasez en el norte provocada por el Fenómeno del Niño a inicios del año 2017. Lo que sucede no es ajeno a la situación actual del Perú. Ante la incertidumbre que se vive estos últimos días con la disolución del congreso, es normal que gremios empresariales y en general, las personas del país vuelvan a generar expectativas de lo que va a pasar en un futuro.  Por ello, la importancia y responsabilidad que puede tener la prensa y voceros de distintas instituciones  puede marcar una diferencia.

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Fuente: El Comercio

 

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Fuente: Diario Gestión

 

En conclusión, ¿una opinión puede cambiar el rumbo de una economía? Una o muchas opiniones pueden generar en la población (que así lo creen) expectativas muy positivas o negativas, en sus extremos. Y definitivamente tener un efecto en la estabilidad monetaria de un país.  Tomando en cuenta la situación actual del país, van a existir muchas opiniones respecto a la incertidumbre política y como es propio de agentes adversos al riesgo, podrían empezar especulaciones. Sin embargo, tenemos que recordar el rol importante que cumplen tanto los medios como nosotros en el desemboque y el grado de una posible crisis.

Editado por Sofía Flores